Un año de posible crisis económica, política y social
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
Este inicio del año nos recibió con la caída del precio del petróleo, de la Bolsa Mexicana de Valores y la depreciación del peso mexicano el cual registró su nivel más bajo desde hace seis años.
Las Reformas Estructurales no han dado los resultados prometidos por el Gobierno Federal, por el contrario, continuamos viviendo los pésimos resultados de las políticas neoliberales implementadas en el país desde hace más de 30 años, el precio de la gasolina subió 1.9%, a pesar de que se dijo que bajaría el costo de la luz y el gas en 2015 los cobros de luz a los usuarios residenciales tradicionales subieron 2.1%, el gas aumentó en prácticamente todo el país de manera diferenciada según el estado, el crecimiento económico en México fue menor al 2.5% durante el 2014, la tasa de empleo de México fue de 60.4% del total de las personas en edad de trabajar (de 15 a 64 años), que significa la quinta proporción más baja entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La situación económica del país también ha sido un reflejo de la inseguridad, la debilidad del mercado interno y la política fiscal se presentan como frenos para el crecimiento económico.
Vivimos en un inédito contexto de crisis política, los casos de Tlatlaya y Ayotzinapa evidenciaron que los gobiernos no tiene ningún control sobre la inseguridad, las detenciones del Doctor Mireles y de Hipólito Mora reflejaron la incapacidad del gobierno para lidiar con el fenómeno de las autodefensas y los escándalos presidenciales como la “Casa Blanca” y el Grupo Higa pusieron de manifiesto una vez más la superficialidad y corrupción del Presidente.
En medio de este contexto de apatía de la ciudadanía hacía la clase política se realizarán las elecciones intermedias, en los comicios del próximo año estarán en juego 500 curules de la Cámara de Diputados (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional), además 17 estados celebrarán elecciones concurrentes -en nueve de ellos para renovar la gubernatura-, salvo Chiapas, cuya elección está programada para el 19 de julio.
De igual forma, se elegirán 641 diputaciones locales, 387 de mayoría relativa y 254 de representación popular, así como 993 alcaldías (de los dos mil 445 que hay en el país), 20 juntas municipales (en Campeche) y las 16 jefaturas delegaciones en el Distrito Federal.
Los nueve estados donde se elegirá gobernador son Baja California Sur, Sonora, Guerrero, Colima, Campeche, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí y Querétaro.
El INE solicitó gastará en la elecciones 18 mil 572.4 millones de pesos, cuatro por ciento más que en 2012, que fue de 17 mil 900.1 millones de pesos.
Además, en el proceso electoral federal funcionará por vez primera el modelo de casilla única que permitirá al Instituto y a los organismos públicos electorales locales en las entidades con comicios concurrentes, compartir los gastos de organización.
Se prevé que se instalarán en la Jornada Electoral 152 mil 512 casillas en todo el país -nueve mil más que en 2012- de las cuales 92 mil 42 estarán en los estados con elecciones concurrente y las restantes, 60 mil 470, en aquellas entidades donde únicamente se elegirán diputados federales.
Se insacularán a cerca de 10.5 millones de ciudadanos, de los cuales se elegirá a un millón 251 mil 668 que fungirán como funcionarios de casilla: 152 mil 512 como presidentes de casilla; 397 mil 66, como escrutadores; 244 mil 554 como secretarios y 460 mil 526, como suplentes.
Todo ello perfila la elección más concurrida y compleja de la historia del país, habrá que ver cómo afecta la crisis política y económica a las elecciones del próximo 7 de junio.
