Durante la presentación del libro Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial Instrumentos del Poder Financiero, el economista Samuel Lichtensztejn, autor de la obra, sostuvo que esos organismos económicos internacionales no han sido los únicos culpables de la implementación de políticas neoliberales que han llevado a lo que calificó como el “desorden financiero internacional”.
El especialista, invitado por la Unidad Académica de Economía, afirmó que la publicación aborda el estudio de la trayectoria teórica y política, así como la creación simultanea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial que, en las últimas décadas, han dictado la forma en que los países deben manejar sus economías, aún en contra de las sociedades más necesitadas.
Señaló además, que la investigación inició en los años sesenta en su natal Uruguay, cuando el FMI tuvo injerencia directa en la economía de los países del Cono Sur. Lo anterior, debido a que los Estados tuvieron la necesidad de acceder y hacer uso de los fondos de ambos organismos para recuperar sus economías –derrumbadas por las malas decisiones en sus políticas sociales–, con sus monedas devaluadas.
Lo tuvieron que hacer –prosiguió– incluso cuando el costo sería supeditarse a los dictados del Fondo y del Banco. Entre ellos: la restricción del gasto público, la reducción de empleos, y menos inversión en seguridad social. Todo ello provocó que las sociedades se hicieran más pobres, fomentando así una serie de situaciones que derrumbaron las economías de otros países.
En el evento –realizado en la Librería El Quijote– el especialista estuvo acompañado por Benjamín Romo Moreno, director de la Unidad Académica de Economía, y como comentaristas, por Ramón Lozano Lugo y José Luis Guardado Pérez, ambos docentes investigadores de la misma Unidad.
En su oportunidad, Ramón Lozano Lugo se refirió al hecho de que el autor sustenta sus ideas e hipótesis con el mayor rigor analítico, recreando los antecedentes y características del desorden financiero actual, hoy que los organismos responden únicamente a los intereses de la economía privada.
A su vez, José Luis Guardado Pérez afirmó que el autor, con su trabajo de investigación, “nos permite conocer de una manera más efectiva el mundo económico, así como el origen y desarrollo de esos organismos internacionales, al tiempo que describe la construcción económica del capitalismo”. Y agregó que el libro es una lectura obligada para entender cómo funciona el actual orden mundial, así como los verdaderos intereses del Fondo Monetario Intrernacional y del Banco Mundial.