Transición en Zacatecas bajo presión
JUAN GÓMEZ *
Diferentes factores muestran que la transición sexenal en Zacatecas estará llena de sobresaltos para la clase gobernante, a causa del progresivo debilitamiento de la estructura gubernamental que exhibe serias grietas que lo colocan en este momento en una zona de riesgo para mantener la hegemonía tricolor en el poder estatal.
La falta de control en el gabinete del gobernador Miguel Alonso Reyes y el deterioro de su administración golpeado por las versiones de corrupción en los últimos años, así como el creciente endeudamiento, lo ubican en una situación endeble que difícilmente le podrían dar condiciones estables para garantizar una transición sin presión el próximo año.
Esta incertidumbre en la transición sexenal mantiene preocupados a muchos empresarios zacatecanos, quienes desean seguridad en sus inversiones y sobre todo, en la viabilidad económica del estado. No hay garantías.
Pero tampoco existe seguridad en las capas sociales media alta y alta zacatecana, quienes observan una baraja de aspirantes que no llenan sus aspiraciones para mantener la estabilidad económica y sobre todo, la certeza de una transición en las que no se afecte su ya disminuida capacidad financiera.
Este temor también embarga a muchos trabajadores de una administración estatal que han visto mermados sus derechos laborales y de seguridad social, por la aprobación de una Ley de Pensiones que fue rechazada y que debido a ello, muchos trabajadores al servicio del estado se ampararon para evitar perder la garantía de una pensión digna.
El deterioro económico del estado y la falta de saneamiento de las finanzas públicas, especialmente en el ámbito educativo, está también forzando a no cumplir los compromisos con los maestros agrupados en las secciones 34 y 58 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quienes salieron a las calles y empezaron a realizar bloqueos a los accesos a la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal.
A este panorama habría que agregar los efectos de la cuenta pública 2013 del gobierno Alonsista, en el que se detectaron anomalías por el orden de123 millones832 mil pesos. Entre las dependencias que registran las mayores cantidades en irregularidades destacan: la Secretaría de Educación (Seduzac) con 40 millones 372 mil pesos; la Secretaría de Economía por ocho millones 214 mil pesos y el Colegio de Bachilleres por 16 millones de pesos y otras entidades públicas con montos menores.
Por primera vez la Auditoría Superior del Estado (ASE) auditó a la Universidad Autónoma de Zacatecas en la que registró 47 millones de pesos sin comprobar debidamente.
Pero las cartas publicadas en diversos medios de comunicación tanto del país como zacatecanos, redactadas por el ex secretario General de Gobierno y ex coordinador de Asesores del mandatario estatal, levantaron fuerte polémica en diversos ámbitos sociales y particularmente políticos.
Tomando en cuenta las fechas de entrega de ambas misivas, la primera el 11 de julio de 2011 (once meses en funciones) y la segunda el 15 de mayo de 2012 (diez meses después), muestran la marginación en la toma de decisiones de la que fue objeto el profesor Esaú Hernández Herrera, quien fue sustituido en la Secretaría General de Gobierno por Francisco Escobedo Villegas, el 13 de septiembre de 2012.
La salida de la Coordinación General de Asesores en la que estuvo más de un año, Hernández Herrera señala que “esta vez, las razones fueron de naturaleza distinta, la primera de ellas, fue mi decisión de reincorporarme a la Secretaría de Educación del estado en cumplimiento a lo requerido por la nueva normatividad aplicable, y la segunda, por lo que considero la indeseable, y probablemente creciente, versión popular de que existe corrupción en el gobierno estatal”.
El asunto no es menor puesto que Esaú Hernández dirigió también al PRI estatal, lo que le da un carácter de profundidad política a su preocupación sobre las versiones de corrupción en la administración de Miguel Alonso Reyes.
Este escenario que desgasta a la administración estatal se ubica también en un escenario en el que el proceso electoral estatal del 2016 inicia, por las reformas a la ley electoral, el 7 de septiembre, lo que proyecta que para el mes de diciembre se designe al candidato al gobierno del estado, en una elección en la que se renovará también la LXI legislatura y los 58 ayuntamientos.
El panorama electoral es aún más complicado en esta ocasión puesto por primera vez en una elección intermedia, el Distrito I con cabecera en Fresnillo, se tuvo que ir al recuento de votos debido al estrecho margen de votación entre los candidatos Saúl Monreal (alianza PT-PRD) y Benjamín Medrano Quezada (PRI), lo que no había sucedido en una elección federal en Zacatecas. Finalmente el tricolor se alzó con la victoria en los cuatro Distritos, pero los números de votos captados le han sido poco favorables, a excepción del Distrito IV.
Por cierto en esta elección pasada solo votó el 44% de los electores y se cuantificaron 22,459 sufragios nulos, lo que evidencia la falta de motivación electoral de los candidatos a una diputación federal.
Considero que la transición sexenal está bajo presión en este momento y que el gobernador Miguel Alonso Reyes, tendrá que operar los cambios necesarios en su estilo personal de gobernar, en el saneamiento de las finanzas y también en su gabinete.
¿Tendrá tiempo para hacerlo?
Al tiempo.
* Director general de Pórtico Online