Trabajo artesanal de infantes de Luis Moya trasciende frontera de Zacatecas
Luis Moya, Zac.- Mariana y Pepito cumplieron finalmente su objetivo. Regresan con una sonrisa en la cara. Ellos, junto con un grupo de 17 niños retornaron de la Ciudad de México, a donde acudieron como parte de un reconocimiento por su participación en el Concurso de Piñatas Mexicanas, convocado por el Museo de Arte Popular (MAP) en su edición 2016.
Todos son integrantes de un taller infantil de cartonería, con sede en la cabecera municipal de Luis Moya, cuyos trabajos artesanales ha trascendido las fronteras estatales.
También, en su mayoría, son niños con necesidades educativas especiales o con alguna discapacidad, cuya creatividad ha contribuido al rescate y preservación del arte popular.
Al frente de ellos, el profesor Juan Vargas Cabrera, adscrito a la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular «Miguel Hidalgo» (USAER 18), de la escuela primaria Francisco Castorena, culmina, por este año, esta cruzada que por iniciativa propia ha puesto en marcha desde hace tres años junto con la doctora y esposa, Conny Ibeth Hernández Álvarez.
Trabajando en una pequeña aula de apenas dos metros por tres, entre diminutos bancos y pupitres, papel, periódicos viejos, tijeras y engrudo, Juan Vargas nos recibe para narrarnos con emoción esta aventura que inició ya hace tres años al crear, con un grupo de niños con discapacidad, un taller de cartonería para elaborar piñatas tradicionales.
El proyecto nace de la necesidad de involucrar a estos pequeños en actividades que les ayude a fomentar la creatividad, socialización y mejorar la calidad de vida. Y sí nace, como un esfuerzo propio, un proyecto de dos personas que a lo largo de este tiempo y frente a un mar de adversidades han mantenido casi estoicamente. Entre papel, engrudo y tijeras, germina este incipiente grupo de cartonería en el municipio de Luis Moya.
Desde un inicio, continúa el profesor Vargas, fue evidente la respuesta positiva y la creatividad de los alumnos que se fueron integrando al grupo, lo que los motivó para participar primero en un concurso estatal de modelado de piñatas de calaveras y luego responder a la convocatoria que año con año emite el Museo de Arte Popular en la Ciudad de México en el Concurso de Piñatas Mexicanas en el marco del tradicional Día de Muertos, que se realiza en el mes de noviembre.
«El primer año nos trajimos el lugar 36, el segundo año el lugar 13 y el año pasado, en 2016, una mención honorífica por las diferentes piezas que se presentaron en este Concurso donde participan artesanos de todo el país», comenta con orgullo Juan Vargas.
Y es que la satisfacción de este trabajo va más allá de la exposición de las obras de los niños zacatecanos de este taller de cartonería. Tan sólo en este plantel educativo, 14 menores presentan alguna necesidad educativa especial asociadas o no con alguna incapacidad.
Discapacidad intelectual, síndrome de Asperger, debilidad visual, debilidad auditiva e incluso el caso de un menor invidente, no son barrera ni obstáculo para que, con dedicación y pasión, las niñas y niños que integran el taller sigan trabajando en la preservación y conservación de una de las expresiones más importantes del arte popular, como es la elaboración de las piñatas tradicionales de Día de Muertos.
El trabajo de Juan y Conny con sus niños artesanos tampoco ha pasado inadvertido. De manera particular, la titular de la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal, Rosy Campos Álvarez, ha seguido de manera puntual estos esfuerzos a fin de difundir y apoyar el trabajo de este colectivo.
Atrás de todo esto, el director del Museo de Arte Popular, con sede en la Ciudad de México, Walther Boelsterly, ha sido y es uno de los principales amigos y promotores de este grupo de infantes y adolescentes, siendo para ellos un gran aliado en esta cruzada para mantener y seguir promoviendo la artesanía y tradición mexicana, pese a las adversidades y falta de apoyo.
Walter Boelsterly ha expresado su beneplácito y amistad con este grupo de niños zacatecanos y el compromiso que los une para brindar el derecho que, como todos los mexicanos, tienen de ser atendidos culturalmente. De igual forma, el Director del MAP ha reconocido el trabajo de Conny y Juan para con los menores.
Es importante destacar que el apoyo del Museo de Arte Popular es fundamental para lograr este objetivo, pues con esfuerzo y voluntad, tanto de manera institucional como personal, el Museo colabora en temas como la alimentación, talleres, actividades recreativas y hospedaje para los visitantes zacatecanos.
Casi en la totalidad de los casos, agrega Juan Vargas, los niños de este taller provienen de hogares con un entorno socio económico muy difícil, de grupos vulnerables, de bajos recursos, provenientes de familias separadas o reconstituidas con un déficit emocional y económico muy marcado.
«Sin embargo, el trabajo grupal encaminado en esta actividad ha permitido que niños como Mariana y Pepito, los cuales presentan discapacidad intelectual y autismo selectivo, se incorporen, socialicen y, ahora, en este caso, tuvieran la oportunidad de vivir la experiencia de viajar a la Ciudad de México, participar en un taller de manualidades y convivir en diversas actividades programadas en este viaje», comenta el profesor.
Entre premuras, llamadas y apuros, Juan y Conny cumplieron, una vez más, su objetivo, llevando apenas en días pasados a su grupo de cartonería compuesto en total por 19 niños y jóvenes (once de ellos con capacidades especiales) a la capital del país, con el apoyo del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, el municipio de Guadalupe y Ojocaliente, la Subsecretaría de Desarrollo Artesanal y el MAP.
Y ahí, como cada año, Walther Boelsterly les abrió las puertas del Museo de Arte Popular para recibirlos y compartir con ellos esta experiencia con los niños y niñas zacatecanas, hacedores de piñatas tradicionales mexicanas.
LNY/Redacción