Total desorganización en concierto de Julión que no llena Lienzo Charro

Zacatecas, Zac.- En medio de una total desorganización, con nula presencia policiaca y un retraso de dos horas, el cantante de banda Julión Álvarez cumplió a su público, que esta vez no llenó más allá de la tercera parte del Lienzo Charro Antonio Aguilar, en el primero de los dos conciertos enmarcados en la celebración del Congreso y Campeonato Nacional Charro Zacatecas 2012.

Desde temprana hora, la gente comenzó a llegar a las afueras del Lienzo Charro, sin embargo, la desorganización de parte del Comité, encabezado por el oficial mayor del Gobierno del Estado, Le Roy Barragán, nunca logró un orden en la formación de una fila para obtener un ingreso sin contratiempos.

Alrededor de las 22:30, hora marcada en los boletos vendidos a mil pesos en el ruedo y 600 en el graderío (que ese día se vendieron al 2×1, a pesar de que muchas personas ya habían pagado el precio inicial), el tumulto de gente ya era incontrolable, por lo cual al abrir las puertas, alrededor de las 23:00 horas, los empujones, algunas caídas y la anarquía se hicieron presentes.

Debido a la inexistencia de una logística por parte de la Policía Metropolitana, Protección Civil y los organizadores, los encargados de una de las puertas de ingreso intentaron cerrarla «hasta que haya orden», lo que obviamente ocasionó que la multitud comenzara a empujar e intentar dar el conocido portazo.

Ante esta circunstancia, los sujetos de la puerta comenzaron a permitir la entrada, recibiendo únicamente los boletos, pues no hubo ninguna revisión, como se acostumbra en eventos masivos en estos tiempos de inseguridad, para evitar el ingreso de botellas, armas punzocortantes y de fuego. Todos entraron en medio del caos a un Lienzo Charro sin detector de metales.

Finalmente, cuando la gente ocupó sus lugares, la realidad se dejó ver, la parte del ruedo lucía casi vacía; mientras que el graderío, apenas a un 70 por ciento de su capacidad.

Para «calentar» el ambiente hizo su aparición Esencia Norteña, quien durante una media hora ofreció a los presentes una serie de covers. En la parte trasera del escenario, Julión Álvarez y su banda ya esperaban subir el escenario, cosa que sucedió alrededor de las 00:30 horas. Dos horas de retraso.

Al ritmo de «El Sinaloense», el cantante acompañado de Norteño Banda emergió vestido de negro, de pies a cabeza, sombrero incluido. Pero desgraciadamente, el sonido no ayudó nada al intérprete de éxitos como Olvídame, Ni lo intentes y La María, cuyo constante diálogo con el público era inaudible.

Aún así, la gente comenzó a corear una a una sus canciones y a bailar, mientras los ríos de cerveza y vino corrían por las escaleras del Lienzo Charro.

En el palco principal se observó durante una parte del concierto al gobernador Miguel Alonso, acompañado de varios funcionarios y del organizador Le Roy Barragán. El mandatario abandonó el recinto antes de que concluyera el concierto.

Casi a la mitad del evento se le permitió a algunas personas que bajaran al ruedo, lo que impidió el que algunas personas que querían salir lo pudieran lograr, ocasionándose ora vez una incontrolable aglomeración.

Fueron elementos de seguridad privada los que dieron libre acceso a quienes buscaban bajar, a pesar de que eran diferentes zonas y, obviamente, diferente precio.

en donde se armó el baile y el coro que se repitió dos veces del éxito Terrenal. Alrededor de las 02:30 horas, Julión Álvarez se despidió del público que esta vez aguantó el suplicio que resultó asistir al concierto.

Para el próximo 3 de noviembre, en el mismo lugar, se presentará la cantante Jenni Rivera.