Termina tradición de 25 años de Feria del Libro; McDonalds y otros se opusieron a instalación
Zacatecas, Zac.- Tras 25 años de que año con año la Feria Municipal de Libro Zacatecas, se instalará en el Portal de Rosales, este año el ayuntamiento capitalino decidió cancelar el apoyo, luego que la empresa McDonalds así lo exigiera, denunció la presidenta de los Libreros, Esther Cárdenas Hernández.
En conferencia de prensa, los libreros de Zacatecas denunciaron que el ayuntamiento les dijo que los locatarios del Portal de Rosales, «no estaban de acuerdo con que instaláramos la feria del libro en el lugar, pues alterábamos sus ventas».
Por esta razón, dijo Cárdenas Hernández, el alcalde Carlos Peña Badillo, «en lugar de dar prioridad y continuidad a una tradición arraigada, prefirió darle la razón a negocios como McDonalds, el que rotundamente se opuso a que nos instaláramos en el lugar”.
Qué se podría esperar de un personaje que en el apellido lleva la penitencia, Peña, como su patrón”, ironizaron molestos los libreros de Zacatecas.
A la conferencia asistieron 13 representantes de librerías instaladas en Zacatecas, quienes dijeron que ducha feria se realizará ahora del 30 de noviembre al 18 de diciembre, en el Teatro Fernando Calderón, gracias al apoyo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
“Parece que a este gobierno, que tanto enarbola la cultura como una de sus banderas, se le ha olvidado que la lectura también es cultura, y en lugar de apremiar el fomento y adquisición de libros, se restringe a los zacatecanos la posibilidad de disfrutar de un espacio como éste”, argumentaron los responsables de las librerías de la capital y zona conurbada.
Los libreros dejaron sentado que el alcalde les aseguró que no se permitirá la instalación de ningún tipo de vendedores o demás espacios comerciales temporales, por ello sí llegará a suceder lo contrario, interpondrían una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, por discriminación hacia el gremio.
Algunos de los responsables de librerías declararon: “Quizás si en lugar de vender libros colocáramos una televisión para ver alguna telenovela y ofreciéramos palomitas, probablemente se nos hubiese permitido instalarnos en el lugar”.