¿Te has preguntado por qué México no progresa?
ULISES MEJÍA
¿Cuántas veces has escuchado que México no progresa? Que en México no hay oportunidades, que nuestra economía va de mal en peor. Pero te has preguntado el ¿por qué? Muchos te dirán que es la corrupción, la impunidad, los malos gobiernos, los pésimos gobernantes, ¡claro! estos son los principales causantes del atraso económico en el que se encuentra nuestro país; pero también te puedo decir que se debe al fenómeno del desempleo y subempleo, los cuales generan incluso más desempleo, porque los desempleados no tienen ingresos, por lo tanto disminuyen sus compras y al bajar la demanda de bienes, servicios y alimentos bajan las ventas en comercios e industrias, y con ello su capacidad de inversión, al grado de que muchas de ellas caen en quiebra y cierran sus actividades, lo que genera más desempleo.
Por otro lado, la falta de empleos bien remunerados, el desempleo y subempleo generan más informalidad, por lo tanto se recaudan menos ingresos por impuestos y con ello se afectan programas de gobierno (educación, salud, vivienda, campo, agua potable, alimentación, infraestructura, entre otros) y a la economía nacional.
Incentivar el empleo formal bien remunerado con políticas públicas permanentes debe ser una de las más altas prioridades de los tres órdenes de gobierno en aras de mejorar nuestra economía, el bienestar social y familiar, en síntesis para vivir mejor, lo que sin duda abatirá los índices de pobreza, marginación, hambre, migración e inseguridad. En materia de empleo e ingreso hay mucho por hacer en nuestro país, como lo muestra el análisis de la información oficial que a continuación describo:
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la Tasa de Desocupación o desempleo en México durante el 2016 fue de 3.88% de la Población Económicamente Activa (PEA), equivalente a 2.0 millones de personas desempleadas. Esta cifra contrasta con las de países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido y Holanda, donde las tasas de desempleo en ese año fueron de 4.9, 4.8 y 5.7 por ciento, respectivamente ¿Entonces en materia de empleo estamos mejor que esos países? ¡Claro que no!, la cifra de 3.88 % de desempleo en México vista por separado es engañosa, porque para el Inegi una persona no está desempleada si trabaja por su cuenta una hora diaria vendiendo chicles o dulces o limpiando parabrisas de coches, o bien, si trabaja media jornada o por horas en una empresa conforme a lo dispuesto en la Reforma Laboral 2012.
El mismo Inegi para el cuarto trimestre 2016 reportó que la Tasa de Subocupación “subempleo” fue del 7.1%, abarcando a 3.7 millones de personas. Por otro lado, es preocupante que la Tasa de Informalidad Laboral en 2016 y en lo que va de 2017 sea del 57.2 %, es decir, seis de cada 10 empleos están en el ámbito de la informalidad, con alta precariedad de condiciones de trabajo y sin seguridad social.
También preocupa la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (personas con menos de 35 horas por semana o aquellas que trabajan más 35 horas semanales con ingresos inferiores al salario mínimo y aquellas que trabajan más de 48 horas por semana ganando hasta dos salarios, la cual es alta, incluso ha crecido de manera progresiva en los últimos cuatro años, de 11.98% en 2013 a 13.76 % de la PEA en 2016.
Como vemos, el índice de desempleo del 3.88% visto por separado nos pudiera confundir sobre un aparente mejoramiento en materia de empleo y por ende en economía y bienestar social, lo cual resulta erróneo al analizar sus diferentes componentes, la realidad es que en México existe precariedad de los ingresos por salarios.
¿Pero qué hay que hacer ante este escenario poco alentador? Para crear más y mejores empleos se debe impulsar políticas económicas que incentiven y fortalezcan la planta productiva nacional, la industria, el campo, el mercado interno, las micro, pequeñas y medianas empresas.
En mi opinión, considero que debe fortalecerse a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), ya que de acuerdo a Inegi generan aproximadamente el 78.5 % de los empleos y contribuyen con el 52% del Producto Interno Bruto (PIB). En nuestro país durante el 2014 existían un total de 5,654,012 establecimientos que generaban 29,642,021 de empleos. Del total de las empresas 4 048,543 son Mipymes, equivalentes al 72%. Del universo de las Mipymes el 97.6% son microempresas (1-10 trabajadores), el 2% son pequeñas empresas (11 a 50 trabajadores) y el 0.4% son medianas empresas (51-250 trabajadores), las cuales concentran respectivamente el 75.4, 13.5 y 11.1 por ciento del personal ocupado por estas empresas.
Sin embargo, en la micro, pequeña y mediana empresa existen serias debilidades que deben superarse de manera progresiva con el acompañamiento de políticas públicas a fin de lograr mejoras en su eficiencia, competitividad, crecimiento, consolidación y generación de empleos. Entre estas debilidades se encuentran: la falta de capacitación a su personal, solo lo hace el 12.6% de ellas. En el caso de las medianas empresas solo el 43.6% aplican medidas de solución ante problemas que se presentan en el proceso de producción; el 2.9% solicitan apoyos a los programas de promoción y apoyo gubernamental; el 5.6% participa en cadenas productivas de valor; las capacidades gerenciales con indicadores de desempeño se da solo en el 30.2%; el 25.5% no llevan registros de contabilidad y el 46.7% no usan equipo de cómputo. Estas debilidades son aún mayores en las microempresas y pequeñas empresas.
Asimismo, el gobierno debe abatir la competencia desleal de productos importados altamente subsidiados, otorgar facilidades administrativas, mayor simplificación en los trámites gubernamentales, crear incentivos fiscales y promover el acceso al crédito con bajas tasas de interés.
No es fácil cambiar al país, pero se puede, lo difícil es querer un cambio sin hacer nada. ¡México requiere de tú talento!
*Maestro en Administración
@mejiaharo