#SoyProLectura
HÉCTOR ALVARADO
En nuestro país se ha generado una discusión sobre la importancia de que los políticos y los ciudadanos lean, la polémica que ha ocupado espacios en programas de televisión y de radio, columnas de periódicos y mensajes en Twitter, se desató cuando el aspirante presidencial, Enrique Peña Nieto, no pudo nombrar tres libros que han marcado su vida, esto en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, lo que desató una gran cantidad de chistes y bromas en la red social Twitter que tuvieron su repercusión en los medios convencionales, al grado de que el Hash Tag #LibreríaPeñaNieto se convirtió en el Trendy topic durante más de dos días.
México es un país en el que sus habitantes no leen, el promedio de lectura es de menos de tres libros al año, por ello considero importante decir que a quienes nos gusta la lectura, sea del género que sea, debemos convertirnos en gente pro lectura, es decir, compartir con nuestros familiares, amigos o personas que forman parte de nuestra convivencia
Personalmente puedo decir que la lectura me ha dado la posibilidad de acceder al conocimiento de nuevas formas de vida, de culturas diferentes, otros países, formas distintas de pensar; leer es fundamental para satisfacer la necesidad humana de mantenerse informado sobre lo que ocurre en el mundo y por supuesto para encontrar el entretenimiento, echando a volar la imaginación mientras se disfruta de un cuento, de una novela, de una poesía o simplemente de la narración de una historia.
Como nadie me ha preguntado cuáles son los tres libros que han marcado mi vida, por iniciativa propia quiero compartir con Usted, amigo lector, un fragmento del libro Los enamoramientos del escritor español Javier Marías, que en verdad, me ha fascinado por la delicia de su relato y por las enseñanzas que uno puede obtener de diversos temas, como el amor, la muerte, el despecho, la costumbre, la guerra, entre muchos otros.
El siguiente fragmento es tomado de las páginas 174 y 175 del libro que he señalado y que para mí, significa una radiografía de lo que está ocurriendo en nuestro país, con la guerra del gobierno federal contra el narco y las disputas que se dan entre las propias organizaciones delictivas, dice así:
“Las carnicerías de las guerras son espantosas, sí, pero quienes intervienen en ellas sólo las ejecutan y no las maquinan, ni siquiera las maquinan todos los generales o políticos que tiene una visión cada vez más abstracta e irreal de esas matanzas y desde luego no asisten a ellas, hoy menos que nunca; en verdad es como si enviarán al frente o bombardearán a soldaditos de juguete cuyos rostros jamás ven, como si se activaran a un video juego más”.
“En cambio los crímenes de la vida civil, sí que dan escalofríos, dan pavor; quizá no tanto por ellos, que son menos llamativos y están dosificados y esparcidos, uno aquí, otro allá, que al darse en forma de goteo parece que clamen menos al cielo y no levantan oleadas de protestas por incesante que sea su sucesión: como podría ser si la sociedad convive con ellos y está impregnada de su carácter de forma inmemorial. Pero si por su significado.
Ahí participan siempre la voluntad individual y el motivo personal, cada uno es concebido por una sola mente, a lo sumo por unas pocas si se trata de una conspiración; y hacen falta muchas distintas, separadas unas de otras, por kilómetros, años o siglos, en principio no expuestas al contagio mutuo, para que se comenten tantísimos que ha habido y aún hay; lo cual en cierto sentido resulta más descorazonador que una carnicería masiva ordenada por un solo hombre, por una sola mente a la que podremos considerar inhumana y desdichada: la que declara una guerra injusta o sin cuartel o inicia una feroz persecución, la que dictamina un exterminio o desencadena una guerra santa”.
“Lo peor no es ser atroz o serlo sólo cuantitativamente. Lo peor es que tantos individuos dispares, cada uno por su cuenta y riesgo, cada uno con sus pensamientos y fines particulares e intransferibles, coincidan en tomar las mismas medidas de robo, asesinato y traición contra amigos, compañeros, hermanos, padres, hijos, maridos, mujeres o amantes. Incluso contra quienes en otro tiempo más quisieron alguna vez, por quienes en otro tiempo habrían dado la vida o habrían matado a quienes los amenazarán, es posible que se hubieran enfrentado a sí mismos de haberse visto en el futuro, dispuestos a asestarles el golpe definitivo que ahora ya se aprestan a descargar sobre ellos sin remordimiento no vacilación”.
Le lectura es una pasión que puede convertirse en adicción, pero ésta, no perjudica al ser humano, por el contrario lo ilustra, lo culturiza, lo ayuda a descubrir el conocimiento y abre la mente. Todos los apasionados de la lectura, debemos tener la obligación ciudadana de adherir a 10 más que lean lo que quieran, lo que más les guste, aquello que se disfrute y que alimente el alma.
En el caso de los políticos la lectura es obligada pues fomenta, además de la reflexión, la imaginación, el análisis, la creatividad y da elementos para poder tomar decisiones con un pensamiento más abierto y profundo. Quienes pretenden gobernar deben leer, sin ello, no podrán hacerlo con eficacia, calidad y eficiencia.
Como dice el mismo Javier Marías en Los enamoramientos, “cuando se lee una novela, lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida una vez terminada. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inculcan y traen a través de sus casos imaginarios, que se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta”.
Punto Final
Generó una gran expectación la conferencia de prensa a la que convocó el Contralor del Estado Guillermo Huizar el pasado 6 de diciembre, incluso hubo quienes apostaron a que daría a conocer su renuncia como funcionario de la actual administración ante los evidentes fracasos que ha tenido en el proceso de auditorías a la pasada administración, sin embargo, la renuncia que anunció no fue a la titularidad del órgano de control interno del gobierno del Estado sino a su militancia dentro del Partido del Trabajo.
Jesús Reyes Heroles, mítico político priista y uno de los ideólogos del Partido Revolucionario Institucional, decía que en política la forma es fondo, convocar a una conferencia de prensa con recursos del gobierno, realizarla en una oficina pública y en horario laboral para hablar de un asunto netamente partidista y personal, es –por decir lo menos- una torpeza política más del Contralor, hay que decirle a sus ayudantes de comunicación social que al menos en los pequeños detalles cuiden a su jefe.