Sorpresa ¡la paridad va!

SOLEDAD JARQUÍN EDGAR

A solo unas horas de que concluya el plazo para el registro de las planillas de concejales en 153 municipios ante las autoridades electorales, los partidos políticos no salen de su asombro y revelan incomodidad.

Eso que han normalizado y que resumen en cinco palabras: “las mujeres no quieren participar” revela esa superficie –que no fondo- de la desigualdad y discriminación sobre la que caminan las mujeres en este país y, en específico en Oaxaca.

El hecho de que en las 12 entidades donde arrancaron las campañas políticas por la gubernatura de Oaxaca, en las que compiten 53 aspirantes, de los cuales 9 son mujeres, esto es menos de 17 por ciento del total, nos habla de cómo se sigue pensando que la política es cosa de señores.

Solo en una cuarta parte de las 12 entidades con elecciones están las nueve candidatas en la contienda electoral 2016. El 40 por ciento de quienes aspiran a la gubernatura de manera independiente son mujeres, el 60 por ciento, ¡adivinó! son hombres.

Un total de 48 candidaturas fueron registradas por partidos políticos 30 fueron registrados por nueve distintos partidos políticos. El que mayor número de candidatos tiene es Morena con once, seguido por el PAN y el PRD con seis, en tanto que el PRI registró únicamente a un candidato sin acompañamiento de nadie.

Se formaron siete coaliciones distintas, en cinco está el PRI: PRI-PANAL-Verde en cinco entidades registró candidatos; PRI-PANAL-Verde-PT solo en Aguascalientes; PRI-PANAL-Verde-Partido Duranguense; PRI-PVEM; PRI-PT-PANAL y PRI-PVEM-PANAL y Alternativa Veracruzana. La otra coalición la integran el PAN y el PRD

Aquí nada los salva, irán juntos pero la pregunta es ¿juntos pero no revueltos?

Oaxaca es la entidad con mayor número de candidatos, todos hombres, con siete. Le sigue Chihuahua con seis; en Aguascalientes, Zacatecas, Tlaxcala y Tamaulipas, tienen cinco; en Puebla, Hidalgo y Veracruz son cuatro candidatos; en Durango y Quintana Roo, solo tres, y sólo en Sinaloa la contienda es como clásico futbolero, entre el PRI y el PAN.

Sin duda que son pocas mujeres compitiendo por una gubernatura. Aún cuando para muchas personas sea extraordinario, lo cierto es que se nota la ausencia de las mujeres y que la democracia sigue siendo masculina.

Peor aún en Oaxaca, donde los partidos no encuentran la letra A y aseguran que las mujeres no quieren participar, han puesto toda clase de pretextos para no cumplir y como dicen ellos, todo parece indicar que la contienda se judicializará.

Es aquí donde se hace realidad la frase que hemos escuchado reiteradamente cuando se afirma que tanto en los sistemas normativos internos, mediante el cual se designa a las autoridades en 417 municipios de esta entidad, como en los partidos políticos las mujeres sufren desplazamiento en la vida política, son marginadas o discriminadas, para expresarlo con claridad.

Expresiones como que en esta contienda electoral que en se ha considerado o calificado como histórica, porque se tendrá que respetar la paridad a fin de que las mujeres puedan ir en igual número de candidaturas que los hombres, ellos, los señores de los partidos afirmen que se violaran los derechos político-electorales de los hombres.

Y hemos visto como se desgarran las vestiduras, se les olvida que tuvieron que pasar más de 60 años para que en nuestro país se considere de forma igualitaria la participación de las mujeres, pero entonces, esos mismos señores o sus descendientes ni cuenta se daban, era natural que ellas no participaran.

Escándalo mayúsculo les producen los criterios que se han consignado para la paridad como la paridad horizontal que indica que deberán registrar el mismo número de mujeres y hombres en el primer lugar de las planillas; la paridad vertical que se obtiene de postular en fórmulas y planillas el mismo número de mujeres y hombres, al cual se le deberá incluir la alternancia de género.

Además, de un tercer criterio de verificación para el registro de candidatos y candidatas por partidos políticos, mediante tablas de competitividad y de menor competitividad, es decir, donde se verifica que las candidatas sean postuladas tanto en municipios donde sus partidos han sido triunfadores en igual número que los hombres y el mismo caso para aquellos municipios donde no han obtenido triunfos.

Los partidos políticos consideran actuar democráticamente cuando designan a sus candidatos o candidatas, pero aseguran que como no hay mujeres sería “antidemocrático” no poner a un hombre. ¿Acaso no fue esta antidemocracia la que excluyó a las mujeres por varias decenas de años? Pero entonces no se consideraba como tal. Ni siquiera les hacía mella la expresión feminista que señalaba que “sin las mujeres no hay democracia”.

Hoy consideran que los lineamientos de paridad de género favorecen la imposición de candidatas, antes de la paridad eso no contaba y mucho menos les importaba. Ahora tendrán que cumplir con la paridad y los mecanismos legales están dados.

Por demás sexista y misógina la expresión de algunos representantes de partidos políticos ante el Consejo General del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca cuando afirman que no se puede quitar a un candidato que tiene liderazgo para poner a una señora que siempre ha estado dentro de su casa. Cierto, las mujeres han ocupado ese lugar por designio social y hoy es tiempo de hacer las cosas diferentes.

En la capital oaxaqueña donde se pensaba que en la competencia irían más mujeres, los partidos políticos o el patriarcado político no cedió. En el PRI ni siquiera les pasó esa idea por la cúpula. Repetirá José Antonio Hernández Fraguas, a quien le bastó hacer un berrinche y decir que no apoyaría al candidato a la gubernatura Alejandro Murat para que se les doblaran las manos y le concedieran la candidatura.

En el PAN buscaron esperanzadas Alejandra García Morlan y Leslie Jiménez Valencia, pero ambas fueron marginadas, al final el candidato será Sergio Bello Guerra. La exclusión de García Morlan y de Jiménez Valencia obedeció a sus inclinaciones partidistas lejos del actual dirigente del blanquiazul. El PAN y el PRD, en coalición, buscan gobernar la capital oaxaqueña.

En otros partidos políticos se vislumbran hombres, excepto el Partido del Trabajo, donde ha sido invitada a participar como candidata Bárbara García Chávez, mujer de izquierda, quien ya fue regidora en Oaxaca y tiene experiencia recientemente fungió como delegada de la PRODECON y también fue regidora en el gobierno municipal de Torreón, Coahuila. Amén de su actividad en organismos de la sociedad civil y la academia.

El gobierno municipal de Oaxaca de Juárez no ha sido gobernado nunca por una mujer. Pero ha habido una suplente y una encargada del despacho, ambas por escasos días, precisamente durante el trienio del actual gobernador Gabino Cué, y en días pasados Rosa Silvia García Pineda fue nombrada encargada del despacho en ausencia de Javier Villacaña Jiménez quien apoyará en las tareas del candidato a la gubernatura de su partido, el PRI.

Aunque hay quienes ya se frotan las manos y reparten los puestos públicos, lo cierto es que la contienda aún no empieza, se sienten sobrados, tanto de dinero como de componendas al viejo estilo del corporativismo, pero hay una contraparte que da resultado: la inteligencia.

@jarquinedgar

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