Sobre la “revocación de mandato”
OSVALDO ÁVILA TISCAREÑO
Sin duda, uno de los temas más polémicos que se discuten en la LXII Legislatura de Zacatecas es el tema de la “Revocación de Mandato”, se trata, de sentar las bases legales y procedimiento con lo que la ciudadanía que democráticamente eligió a un funcionario público de los tres órdenes de gobierno, pueda destituirlo del cargo que ostenta antes del periodo legal por el que fue elegido, si la población votante así lo decide.
Mucho se ha cuestionado por parte de la oposición al gobierno actual, por qué la fracción parlamentaria a la que pertenezco no legisla este tema, por lo que a título personal quiero exponer algunas cuestiones que considero necesarias.
En primer lugar, como ya quedó demostrado, éste es un tema que no es de la competencia de la legislación local, sino que debe ser de carácter federal, no rehuimos nada, no estamos retractándonos de nada, pero debe seguirse el procedimiento correcto, aprobarse en el Congreso de la Unión y luego las legislaturas locales, de aprobarse se estaría violando la Constitución Política que rige a todos los mexicanos, por lo que las determinaciones en este sentido tienen que estar documentadas, de tal manera que los legisladores seamos responsables de estas leyes secundarias, de gran importancia, pero que escapan de la competencia local.
En segundo lugar, me quiero detener a explicar la postura que asumí en el debate, pues en las condiciones actuales de la vida nacional y local, el revocar el mandato a un funcionario no resolverá los graves problemas de los mexicanos.
Y subrayo que la destitución de su encargo de ninguna manera garantiza que quien asuma la responsabilidad de quien fue destituido haga un cambio radical y profundo, que remueva las bases que originan un mal gobierno, queja que es recurrente entre los ciudadanos del país y esto sucede porque la democracia de los partidos se olvida de los graves problemas sociales.
La organización en la que milito y represento en Zacatecas alcanza los 2.5 millones de agremiados a nivel nacional y en la entidad ya rebasa los 45 mil ciudadanos organizados de forma libre y consciente. La experiencia de lucha y el trato con funcionarios durante más de 43 años y emanados de todos los partidos políticos, nos permiten conocer y afirmar que en la práctica la mayoría, subrayó, la mayoría, -no todos- de los funcionarios una vez que asumen al poder empiezan a desarrollar una política de menosprecio y alejamiento del pueblo que los eligió y desconocen los compromisos asumidos y promesas de campaña con lo que en su momento convencieron a los votantes de ser la mejor opción de Gobierno, desde luego, hay sus pocas y honrosas excepciones.
La partidocracia que domina en la que la política mexicana sólo ofrece al ciudadano la libertad y derecho de elegir a sus gobernantes, pero una vez que se toma posesión del cargo público se olvidan de todas las obligaciones con los gobernados, pero nunca se les dice que también tienen el derecho a permanecer organizados y exigir la construcción de obras y apoyos asistenciales que cambien las condiciones materiales de vida de poblados enteros sumidos en la necesidad.
La polémica sobre la Revocación del mandato no es nueva, la vivimos cuando en su momento se discutía el tema de las herramientas legislativas, el fuero y hoy lo vemos de nuevo con el tema que nos ocupa. Hoy, las declaración esestridentes de personajes de la izquierda zacatecana dejan entrever que su propósito no es defender las causas populares sino crear las condiciones de linchamiento mediático y de distraer a la ciudadanía de sus verdaderos propósitos, que debería ser, luchar por una vida más justa y equitativa para todos, que den oportunidades de desarrollo integral para el pueblo de Zacatecas.
El término forzado del mandato únicamente serviría para activar un revanchismo político entre los principales partidos, que son y serían los principales interesados en el tema y creo que no es del interés de la base poblacional, por lo que se deben buscar mejores momentos para diseñar los procedimientos legales para implementarlo. Afirmó esto con absoluto conocimiento de causa, cuestione en reiteradas ocasiones a públicos diversos integrados por amas de casa, estudiantes, campesinos, colonos e incluso profesionistas, pocos me pudieron dar respuesta del significado de la palabra, en cambio, todos ellos me manifestaron su preocupación por la falta de recursos económicos para pagar la renta, curar a sus hijos, comprarles el uniforme o requerimientos escolares, por ello ciertamente, se trata de un tema polémico e importante , pero no determinante para la mayor de la población.
Sin embargo considero importante señalar, que debe pensarse en la necesidad de aplicar el procedimiento después de que el funcionario haya sido evaluado en su función, entonces, primero debe diseñarse un mecanismo de evaluación, que sea objetivo, que mida realmente el desempeño positivo o negativo del funcionario, al que se pretenda retirar de la administración pública, una vez hecho esto, si la ciudadanía lo reprueba podría someterse a este nuevo procedimiento que se pretende legislar y debe ser un ejercicio similar al sufragio, es decir, la población votante debería de acudir a las urnas y ahora decidir quitarlo.
De todos modos conviene remarcar que el problema sigue siendo de origen, se requiere un cambio de fondo, debe modificarse el modelo económico desarrollado en México –que produce abundantes riquezas, pero que sume en la pobreza a la población trabajadora y productora de la misma-, pero a la par de ello debemos incidir sobre las soluciones inmediatas, pues se requiere garantizar a plenitud la satisfacción de las necesidades básicas de la población, pues centrar el tema en la Revocación es ir al efecto y no a las causas que provocan los problemas tan complejos en que se desarrolla la sociedad zacatecana y de todo el país. ■
*Dirigente Antochista y diputado local