Sindicato, rehén de ambiciones políticas: Carlos García

Zacatecas, Zac.- El Sindicato de los Trabajadores al Servicio del Estado de Zacatecas, el SUTSEMOP, ha dejado de ser una herramienta de defensa laboral para convertirse en plataforma de promoción política. Esta es la crítica central que lanza Carlos García, aspirante a la Secretaría General por la Planilla Roja, tras recorrer diversas áreas del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF). Allí, afirma, no encontró más que abandono, hartazgo y un sentimiento de traición entre los trabajadores.

La crítica no es menor: acusa al actual dirigente sindical de haber desaparecido tras la campaña que lo llevó al poder hace cuatro años, dejando a su paso promesas incumplidas y un saldo negativo para los agremiados. El malestar, según García, es evidente en cada rincón visitado: desde el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), hasta el Teleférico, pasando por la Casa del Abuelo y las oficinas centrales del SEDIF. La queja es común: un sindicato ausente, dirigido por una figura lejana y comprometida más con padrinazgos políticos que con las necesidades de su base.

El trasfondo de esta disputa es el progresivo deterioro del salario de los trabajadores estatales, golpeados por las cuotas al Issstezac y una carga fiscal que no da tregua. A ello se suma una dirigencia sindical que, en palabras del propio García, se ha limitado a servir como trampolín para intereses ajenos a la defensa laboral.

“Muchos de los que hoy se presentan como redentores del SUTSEMOP, sólo son productos prefabricados por intereses políticos. Vienen con discursos reciclados y promesas huecas, cuando la realidad exige experiencia, firmeza y transparencia”, sentenció el aspirante, quien ha hecho de la crítica al uso faccioso del sindicato su principal bandera de campaña.

García propone una renegociación profunda con los tres niveles de gobierno y organismos autónomos para buscar esquemas reales que mitiguen el deterioro salarial. Una de sus principales propuestas es implementar fondos de ahorro en los que el patrón aporte una cantidad equivalente a la del trabajador, como ya se practica en el Poder Legislativo. Asegura que esto generaría recursos adicionales directos al bolsillo de los agremiados.

Asimismo, plantea que los aumentos se orienten a rubros que no sólo no reduzcan, sino que fortalezcan el ingreso familiar. Insiste también en la urgencia de impulsar recategorizaciones para los trabajadores próximos a jubilarse, con el fin de asegurarles pensiones dignas.

En sus recorridos, dice, ha recogido exigencias claras: transparencia en el uso de las cuotas, mejora de las prestaciones laborales, justicia en los amparos contra Issstezac, reformas al estatuto sindical, y la aplicación de un escalafón que reconozca el mérito y la antigüedad.

Pero el señalamiento más grave es el que apunta directamente hacia las entrañas del poder: el intento del Gobierno Estatal, a través de sus mandos medios, de influir en la elección sindical con fines políticos. Una vieja práctica que García promete enfrentar con organización y autonomía. “La gente está harta de experimentos. Ya no votará por el cambio por el simple hecho de cambiar, sino con conciencia y reflexión”, aseguró.

Con un equipo que presume de experiencia en diversas áreas —negociación, organización, atención jurídica, y trabajo con pensionados—, la Planilla Roja busca devolverle al SUTSEMOP su razón de ser: ser un instrumento de defensa y dignidad para los trabajadores, no una pieza más en el tablero de ajedrez político del estado.

LNY/Redacción