Se desvelan misterios alrededor de la «Marcha de Zacatecas»
Zacatecas, Zac.- De acuerdo con datos recientemente documentados, la versión original de la popular Marcha de Zacatecas no tenía la palabra Zacatecas, la música y la letra fueron escritos a la par, y no fueron dos sino tres los participante en su creación.
El cronista Manuel González destacó la importancia de esta composición considerada el segundo Himno Nacional de México, la cual exalta el patriotismo, sobre todo en fechas como los días de la Independencia y la Revolución.
El investigador reveló que la obra musical está rodeada de datos curiosos, que fueron descubiertos apenas este año.
Refirió que tras años de investigación, este 2016 logró encontrar en la Ciudad de México a descendientes del insigne compositor zacatecano Genaro Codina Fernández (1851-1901), uno de los creadores de la «Marcha Zacatecas».
Los descendientes del compositor y músico zacatecano entregaron a la Crónica del Estado un legado importante de objetos personales del autor, entre los que están la partitura original de la marcha, compuesta en 1891.
En la portada se otorga a Genaro Codina la creación de la música y a Salvador Sifuentes la letra, por lo cual «todos estos años se creyó que sólo ellos dos habían sido los creadores, pero en el documento aparece un tercer nombre: Julio Berman, como arreglista», espetó.
El cronista destacó que en la letra original no aparece la palabra Zacatecas, puesto que está «fue inyectada, puesta con calzador», ya que «en un principio era una marcha militar dedicada al gobernador en turno de Zacatecas, el general Jesús Aréchiga Mojarro».
Sostuvo que la composición originalmente era un canto a la patria, a su insignia nacional y al gobernador en turno, se llamaba «Marcha Aréchiga» y por ello no tenía la palabra Zacatecas «por ningún lado».
Empero, dijo, el general recomendó a Genaro Codina cambiarle el nombre e incluirle Zacatecas, si es que quería que fuera popular, y así lo hizo.
Otro descubrimiento, indicó, es que la música y la letra fueron escritas a la par en 1891, según se observa en la partitura original, contradiciendo la creencia generalizada de que primero se había creado la música y años después la letra.
El cronista destacó, además, las cualidades del zacatecano Genaro Codina, quien «era cohetero de corazón y músico de vocación. Autodidacta que aprendió a tocar 10 instrumentos sin ir a la escuela de música».
El arpa fue su instrumento favorito y con ésta hizo la «Marcha Aréchiga», luego llamada «Marcha Zacatecas».
El investigador Manuel González aseveró que «la música de la marcha es más conocida porque se le dio mayor difusión, dado que antes en las partituras sólo se imprimía la música y no la letra».
Señaló que a ello se sumó el hecho de que algunas tropas la utilizaron como pieza de batalla; se utilizó en películas de la Época de Oro del Cine Mexicano y, posteriormente, fue promovida en las escuelas al inicio de clases y conclusión del recreo.
Todo ello, reconoció, contribuyó a que se generalizara la popularidad de la música de esta pieza; pero la letra permaneció en el anonimato, a tal grado que mucha gente creía que no tenía.
Sin embargo, a mediados del siglo XX, la «Marcha Zacatecas» fue declarada Himno del estado; y también es Himno Nacional de la Charrería, además de que es considerada el Segundo Himno Nacional de México.
Finalmente, el cronista de Zacatecas informó que se hará una exposición del legado de Genaro Codina en el Centro Cultural Palacio de Gobierno, prevista para noviembre próximo, en el marco de su aniversario luctuoso, pues falleció el 22 de noviembre de 1901, Día de Santa Cecilia, Día de los Músicos.
El compositor y músico zacatecano, quien nació en la ciudad de Zacatecas, el 10 de septiembre de 1851, creó numerosas piezas musicales, entre marchas, como «Zacatecas» y «Patria mía»; schottisch, como «Felicitación» y «Elena»; mazurcas, como «Lola» y «Acacia»; además de polkas, valses y danzas, entre otros.
En su época, destacó, además, en su oficio de cohetero, dentro del cual bajo su dirección se fabricaba la pólvora y los juegos artificiales que se quemaban cada año en las fiestas patrias.
LNY/Notimex