Se debe detener a los que financian a los cárteles: Obispo Vera
Saltillo.- Los altos costos de la guerra militar en contra del narcotráfico, además de vulnerar los Derechos Humanos (DH) de la población, han dejado en evidencia el endeble esquema de justicia en México y la corrupción de las estructuras gubernamentales, opina fray Raúl Vera López.
El obispo de la Diócesis de Saltillo, al cuestionar la militarización implementada en el último sexenio, destaca que miles de mujeres y hombres en este país esperan una respuesta del Estado mexicano para frenar los abusos no sólo del crimen organizado, sino de las fuerzas armadas que en su misión por contener la violencia han cometido todo tipo de arbitrariedades contra la población civil.
Raúl Vera opina que la militarización impulsada por Felipe Calderón resulta contraria a los resultados que debería de dar, porque no se está aplicando la justicia: “Están sepultando los expedientes, no están deteniendo, están matando al eslabón más débil, a la carne de cañón, a los narcomenudistas”.
Añade, que en lugar de abatir el crimen el gobierno lo ha hecho crecer con el Ejército en las calles, y se pregunta: “¿Cómo podemos forzar que esto cambie?”.
Para el prelado es necesario que los ciudadanos se organicen y enfrenten de manera muy seria lo que está sucediendo, como lo ha hecho Javier Sicilia a través del movimiento que encabeza.
Al contrario de lo que debería de ser, señala Vera, en los últimos seis años se ha multiplicado la presencia del narcotráfico en México, hay más cárteles, entonces no hay justificación para la guerra fallida en la que los perdedores son los ciudadanos de a pie.
“Más parece que Calderón está ayudando a un proceso de militarización para otros fines que no son la persecución del crimen, porque ni lo ha perseguido, al contrario las muertes se han incrementado con un gasto tremendo para el erario”.
En opinión del obispo Vera, Felipe Calderón está defraudando al país con la estrategia de llevar a los militares a combatir directamente en las calles, cuando los capos y los lavadores de dinero ni siquiera llegan a los Ministerios Públicos, no pisan la cárcel.
Vera considera que se debería de empezar por la procuración de justicia contra quienes lavan el dinero o desde la política están inmiscuidos con la mafia de las drogas.
Las fuerzas armadas no están preparadas para actuar en medio de la sociedad civil y son notables los excesos de sus elementos, señala monseñor Vera. “En su gran mayoría, los miembros del Ejército son una leva, no son militares de carrera, son personas que se alistan en el Ejército y que inmediatamente los ponen en la tropa”.
Insiste en que el abuso de los DH por parte del Ejército es una situación que puede evitarse en la medida en que se debilite la fuente de dinero para el narcotráfico. “Han matado familias enteras, hay cientos de desaparecidos y miles de mujeres viudas o en espera de tener noticias de sus hijos, esposos o hermanos”.
Indignado por la indiferencia de la clase política hacia los grandes flagelos del país, Vera no duda en alzar la voz a pesar de las críticas en su contra, que hace unos días llegaron al extremo de repudiar sus posturas a través de mantas anónimas en las que se pedía un obispo católico.
“Ya llevamos muchos efectos colaterales, muchos inocentes muertos, se ha multiplicado la violación de los Derechos Humanos, crece el peligro al que está expuesta la sociedad”, enfatiza.
“El juez tiene que ampliar las indagatorias y tiene que llegar a las causas de todos los delitos y tiene que descubrir las complicidades y este es el camino no sólo para detener a los criminales sino a quien los apoya financieramente”. El tema del lavado de dinero, dijo, está pendiente en la agenda de Calderón, porque el dinero es el alma del crimen organizado.
Por Sofía Noriega/CIMAC