Santo Niño Huachicolero

JOSHUA H. MENDOZA JASSO

El Santo Niño Huachicolero se refiere a una imagen religiosa modificada por los habitantes de varios de los municipios de Puebla basada en el Santo Niño de Atocha ataviado por una manguera y botes, haciendo alusión a la cultura huachicolera que se refiere a la ordeña de los ductos de gasolina y de la que, incluso, existe ya una imagen venerada en el municipio de Palmar de Bravo.

Los huachicoleros son, desde el 2009, un grave problema para el país y se calcula que las pérdidas generadas por esta actividad ascienden ya a los 159 mil millones de pesos. Los criminales tienen ya toda una estructura de trabajo y devoción que van desde los halcones (vigilantes e informantes pagados), imágenes religiosas, equipos de ordeña, áreas de almacenaje, distribución clandestina y hasta corridos norteños que hacen alusión a esta actividad.

Son ya nueve estados en el país en donde se tiene presencia de esta actividad, y es impresionante ver como, por las noches, las pequeñas chozas o locales de madera se vuelven “gasolineras” con el simple hecho de prender fuego al interior de un bote metálico y en donde la venta de diésel robado o de huachicol se realiza frente a policías estatales o policías federales que se encargan de custodiar las carreteras.

Hablar del huachicol no solo es hablar del impacto en el robo a los ductos de Pemex, debemos tomar en cuenta las pérdidas generadas a los dueños de los tractocamiones que deben gastar más recurso en la compostura de sus unidades por el uso de combustible sucio y de mala calidad, además de que se dañan motores, se requieren más filtros y servicios de afinación para poder contrarrestar el uso de este combustible robado.

El alto costo del combustible sigue alentando que, a través de redes sociales, se realice la compra venta del huachicol, en lugares como Tehuacán, Puebla la venta y carga del combustible se realiza incluso en el mismo domicilio del comprador, situación que genera riesgos importantes para la población.

Podemos ver que el huachicol se acerca ya a Zacatecas, pues existen ya varios puntos de venta en el tramo de cuota hacia Aguascalientes. Sin duda, es un tema nacional que requiere atención inmediata y una estrategia seria de trabajo. La afectación a empresarios gasolineros, el robo a la paraestatal, así como el riesgo inherente para la población que está cerca de estos lugares es un asunto ya de seguridad nacional.

La Reforma Energética no puede ser concebida con un boquete del tamaño de poco más de 159 mil millones de pesos. No podemos permitir que la corrupción y los delitos se sigan cometiendo en las narices de las autoridades.

 Cuando tengamos la oportunidad de comprar combustible más barato debemos rechazar la oferta. Debemos romper con este círculo que afecta a la economía de México. 

Nos vemos la próxima semana. No olviden enviar sus comentarios al correo [email protected] o seguirme a través de Twitter como @JoshJasso.