Sandoval Íñiguez, reflejo de una “Iglesia atrasada”: Luis Medina
Zacatecas, Zac.- Es un caso de “polkismo”, aseveró el periodista, académico y político zacatecano, Luis Medina Lizalde, luego de darse a conocer el cable 06VATICAN61 de WikiLeaks, en el que se revela cómo el cardenal Juan Sandoval Íñiguez pidió ayuda a Estados Unidos, para frenar el avance de Andrés Manuel López Obrador, en 2006.
La rebelión de los “polkos” aclaró Lizalde, fue un suceso ocurrido en el siglo XIX, que se caracterizó por el levantamiento armado en contra de la Ley del 11 de enero de 1847, y a favor de la presidencia de Antonio López de Santa Anna.
Es pues, dijo el académico, un caso que refleja una vez más una “iglesia atrasada, siempre opuesta a los intereses nacionales y muy alejada de las bases populares.
En este sentido, explicó que la Iglesia está divida en dos grandes facetas: Una volcada al convivio y roce con las cúpulas gobernantes, y la otra –la auténtica–, “congruente con el humanismo característico del cristianismo”.
Medina Lizalde, conocido por su filiación de Izquierda, manifestó que a la par de algunos personajes que actúan en contra de los intereses nacionales y son llevados por los arrebatos de la riqueza y el poder, como es el caso del ya mencionado arzobispo de Guadalajara y de Onésimo Cepeda, se encuentra otros tantos que contrastan con los intereses de aquellos, como Raúl Vera, obispo de Saltillo; o Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal de las Casas.
“Es el contraste de una Iglesia popular, de contacto con los simples mortales y otra volcada hacia los intereses temporales”, argumentó Medina Lizalde, y añadió que en el caso del cable revelado por WikiLeaks, se muestra la estrecha cercanía que tienen los personajes eclesiásticos con los poderes civiles.
“Este tipo de individuos se integran con mucha facilidad y cinismo a las élites gobernantes” y la cercanía con George Bush hijo es “sólo una coincidencia de intereses” para frenar los avances de la izquierda en Latinoamérica.
En resumen, Medina Lizalde calificó a Sandoval Íñiguez, como “antinacional” por haber puesto a la Iglesia como “instrumento de la intervención extranjera” en nuestro país.
Por Jaime Omar Robles García