Respeto al derecho ajeno
MIGUEL TORRES ROSALES
Los gobiernos de México y Ecuador se encuentran envueltos en una grave crisis, que derivó en la ruptura de las relaciones diplomáticas, que podrían quebrar definitivamente la amistad mantenida durante casi 200 años entre ambas naciones.
Como legislador federal condeno rotundamente la irrupción violenta de los cuerpos de seguridad ecuatorianos a la Embajada de México en Quito y las agresiones cometidas contra diplomáticos mexicanos violentando la Convención de Viena.
Es un hecho sin precedente en la historia reciente de América Latina y de nuestro país.
Respaldo totalmente la decisión de México de acudir a la Corte Internacional de Justicia, para exigir la aplicación del derecho internacional para resolver este conflicto por la irrupción ecuatoriana, que violentó flagrantemente la inmunidad de la embajada mexicana, de su personal diplomático y nuestra soberanía.
No avalo el uso de la fuerza y la violencia, pues creo que el diálogo es el mejor camino. Con mi apreciación coinciden 18 países de América Latina y 10 de la Unión Europea, así como organizaciones internacionales, que manifestaron a México su solidaridad por ese atroz hecho.
Sin embargo, estoy obligado a reconocer que este conflicto diplomático surgió por las imprudentes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a la vida interna de Ecuador.
Efectivamente, el morenista que dice seguir el precepto de Benito Juárez de el “respeto al derecho ajeno es la paz”, en realidad lo incumple.
Como es su costumbre, en Las Mañaneras hizo comentarios que el gobierno de aquel país consideró imprudentes, al referirse a las elecciones del 2023 y los resultados que llevaron a la Presidencia a Daniel Novoa; el magnicidio del aspirante presidencial, Fernando Villavicencio; y al otorgar una solicitud de asilo político al ex vicepresidente, Jorge Glas, como reacción a la petición ecuatoriana de que le entregaran al otrora funcionario público.
López Obrador señaló que en Ecuador la prensa habló mal de Luisa González, aspirante izquierdista y heredera del movimiento bolivariano de Rafael Correa. Dijo que los medios de comunicación la culpabilizaron del magnicidio de Fernando Villavicencio y por eso perdió la Presidencia, ganando Daniel Novoa, ubicado en el séptimo lugar de las preferencias.
Esas declaraciones las dio luego de conceder refugio en la sede diplomática al ex vicepresidente en el gobierno de Correa, Jorge Glas, que tenía orden de aprehensión por presunto peculado y se negó a entregarlo a las autoridades de aquella nación.
En respuesta, el presidente Novoa declaró “non grata” a la embajadora Raquel Serur, dándole 72 horas para salir y posteriormente envió a los policías a recuperar a Glas. Ecuador no debió violar el Convenio de Viena, sino acudir a las instancias internacionales para dirimir las diferencias.
Por más desacuerdos que tenga con López Obrador y su gobierno, defenderé con todas mis fuerzas la soberanía mexicana y le exijo no entrometerse en los asuntos internos de otras naciones, pues sus comentarios o acciones ya generaron a México conflictos con Bolivia, Perú, Argentina, Ecuador e Israel.
En el caso específico de Ecuador, la Corte Internacional de Justicia deberá resolver sobre la violación de tres derechos: Internacional, Inmunidad Diplomática y de Asilo. Es de aclarar que este último corresponde otorgarlo al país al que se le solicita, si este considera que existe persecución política.
Le recuerdo a López Obrador que nos metió en un problema innecesario, porque debe respetar el derecho internacional y porque las embajadas mexicanas no son refugio de criminales, pues en las últimas fechas ha protegido a 12 ex funcionarios del gobierno de Correa.