Regresión autoritaria
MIGUEL TORRES ROSALES
Andrés Manuel López Obrador no quita el dedo del renglón en su intención de dañar irreparablemente a México. Desde su campaña electoral y luego de llegar al poder el 1 de diciembre del 2018, en múltiples ocasiones ha manifestado su deseo de desaparecer los Organismos Constitucionales Autónomos (OCA), bajo el falso argumento de que “gastan mucho y no sirven para nada”.
Por ignorancia, irresponsabilidad y con fines electoreros, López Obrador anunció que antes de que termine su sexenio (el 1 de octubre de 2024) enviará al Congreso de la Unió una iniciativa para desaparecer los OCA. En los hechos, esto significaría un acto de autoritarismo, una regresión para el país, un ataque a la democracia y una grave afectación para las y los mexicanos.
El trasfondo de su propuesta es acabar con la División de Poderes, eliminar los contrapesos y dar uso electorero a los presupuestos que manejan esos organismos, a fin de destinarlos a sus programas sociales para perpetuarse detrás del poder como el autócrata que es.
Desde 1990 en México hemos trabajado por crear instituciones que garanticen la democracia, transparencia y sean vigilantes del actuar de las autoridades, en concordancia con el desarrollo internacional. Esos son los órganos autónomos, cuya independencia es una forma de División de Poderes.
Los OCA se caracterizan por la competencia que tienen para ejercer en grado supremo un complejo de funciones públicas; y para frenar, controlar y equilibrar a los otros órganos con responsabilidades igualmente supremas. Por este motivo, están constitucionalmente en un lugar de igualdad e independencia con respecto a otros órganos. Su autonomía de otras instituciones les permite decidir su forma de gobernanza, crear normas o regulaciones específicas a su función y generar ordenamientos internos para mejorar su estructura y la técnica de sus decisiones.
Por lo anterior, los OCA son de vital importancia para la vida política y democrática de México. Y es por ello que desde el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática los defenderemos de los embates lanzados desde el presidencialismo y autoritarismo de Andrés Manuel López Obrador.
La nación requiere de un sistema independiente, autónomo y ciudadanizado que defienda la democracia, como lo hace el INE y el TEPJF y sus homólogos estatales. También necesitamos del INAI, para que la ciudadanía exija información y los gobiernos transparenten su actuar. E igualmente importantes son las comisiones federales de Competencia Económica, Telecomunicaciones y Reguladora de Energía; Banco de México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, Coneval, Fiscalía General de la República e INEGI, que son los contrapesos a los actos de gobierno y que en realidad benefician a los que menos tienen, porque defienden sus intereses.
A las personas impositivas no les gusta que se les cuestione y a quienes somos democráticos nos encanta cuestionar. Así que la defensa de los organismos autónomos será intensa y estoy seguro que, con el apoyo del pueblo, evitaremos la regresión autoritaria y ganaremos la batalla para mantener los órganos autónomos y fortalecerlos.