Reforma política vulnera división de poderes y fortalece presidencialismo
Sin dejar de reconocer la importancia de la inclusión de las candidaturas ciudadanas independientes de los partidos políticos, la iniciativa popular y el referéndum, temas que habían sido una lucha de años de parte de la oposición en México, la reforma política aprobada en el Senado es un documento incompleto que privilegia mayoritariamente los intereses del PAN y del PRI en temas particulares, vulnera la división de poderes y fortalece el presidencialismo que tanto hemos criticado.
Vía comunicado, la Coordinación Nacional de Foro Nuevo Sol señala que contrario a la idea de los impulsores de la reelección de diputados, senadores y alcaldes, que aseguran que con esta medida se da paso a la profesionalización de la política en beneficio de los ciudadanos, creen que ello representará el fortalecimiento de la burocracia legislativa y el enquistamiento de los casos de corrupción existente, pues no se incluyó ningún apartado respecto a la rendición de cuentas y la trasparencia.
Al igual que como sucede en la ley de seguridad nacional, las reformas en materia política le otorgan excesivas facultades al presidente de la República que disminuyen el papel del Poder Legislativo en temas trascendentales como la conformación del presupuesto, lo que sin duda atentaría contra las tareas que le confiere actualmente la Constitución a los diputados en materia de egresos e ingresos, y abre la puerta a que el poder de veto presidencial se utilice como medio para dirimir conflictos y diferencias políticas.
Peor aún, al conceder la posibilidad para que el Presidente de la República tome protesta no sólo en un lugar distinto al Congreso de la Unión, sino ante una instancia diferente a la que marca la Constitución, se modifica peligrosamente la Carta Magna y se trastoca el equilibrio entre los poderes que le da sustento a la República.
Por otra parte, es decepcionante que en dicha reforma política una vez más no se haya incluido la posibilidad de que el Distrito Federal se convierta en el estado 32, a cuyos habitantes se les seguirá dando trato de ciudadanos de segunda en pleno siglo XXI, a pesar de generar a la Federación la mayor parte de los ingresos por concepto de impuestos, lo que reitera que la capital del país continuará siendo presa de las revanchas políticas del Ejecutivo en turno.
Esperamos que por el bien de los mexicanos, los diputados avalen a la brevedad todos aquellos puntos dentro de la reforma política que sin duda representan avances para el fortalecimiento de la democracia en nuestro país, y que eviten incluir la perniciosa cláusula de gobernabilidad propuesta por Enrique Peña Nieto, pues ello significaría un retroceso que trastocaría la pluralidad legislativa que se introdujo con la inclusión del principio
