Reforma Energética, una consigna autoritaria y de obediencia cómplice: David Monreal
México, DF.- “De la manera más obscena y obtusa se modifican tres artículos fundamentales de la Constitución, sin más argumento que el de la fuerza numérica, sin más procedimiento que el del trámite rápido de ventanilla y sin más debate que el silencio mudo de la consigna autoritaria y la obediencia cómplice”.
Lo anterior, lo señaló el vicecoordinador del Partido del Trabajo en el Senado de la República, David Monreal Ávila, durante la discusión de la reforma energética en la Cámara alta al posicionar su postura ante el Pleno.
“En las más de 500 reformas constitucionales que ha tenido nuestra Carta Magna a lo largo de 96 años de vida, ninguna había presentado este desaseo, manoseo y desprecio por la técnica jurídica que trae consigo la iniciativa de reforma energética constitucional”, dijo.
David Monreal señaló que al incluir los contratos de producción compartida y las licencias de explotación petrolera, el PRI y el PAN se fueron más atrás de Lázaro Cárdenas, hasta toparse con Porfirio Díaz, pues se está globalizando y diversificando la tecnología, la comercialización, la producción y las fuentes de energía en el planeta, pero no así el celo, la fiscalización y la regulación de lo que se produce en cada Nación.
“Lo que a ustedes les preocupa y ocupa es extraer lo más rápido posible el petróleo y el gas del subsuelo. Es decir, venderlo al mejor postor, y que el fisco reciba algunos pesos por ello. Seguridad energética nacional es lo menos que trae esta reforma privatizadora del petróleo y la energía eléctrica”, criticó.
En su exposición, el legislador federa dijo que gracias a esta reforma, el país pasara de una posible potencia petrolera a una real bodega o depósito natural de las potencias que sí tienen una estrategia integral de seguridad energética.
“El fisco mexicano va a dejar de percibir estos ingresos y el hoyo negro lo piensa tapar con un milagro económico, que es el crecimiento del PIB a tasas superiores del 5% anual, y con dos garrotes muy conocidos y padecidos por los mexicanos: incrementos a los impuestos directos y mayor deuda pública”, explicó.
Respecto al diagnóstico con el cual se ha pretendido convencer a la población de los beneficios de la citada reforma, acerca de despilfarros monumentales, de ineficiencias universales, de saqueos apocalípticos y de administraciones faraónicas, el senador cuestionó: “¿pues qué no fueron el PRI y el PAN los que tuvieron bajo su responsabilidad la administración de esas empresas y la corrección de sus fallas, cuando tuvieron la presidencia de la República?”.
