Redes sociales, las legiones de idiotas
RAÚL MANDUJANO SERRANO
El hacedor de los proverbios insultantes entiende que ante la terrible inseguridad estructural de la sociedad, la gente vive en un proceso de psicosis constante y halló en las redes sociales un desahogo pero, cuidado, lo dijo Umberto Eco: «Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Eran rápidamente silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles», y así es, digamos, piensa el amanuense, se trata de una extraña auto alfabetización.
Así como se opina, también se desacredita y se acusa. Y el lectorado sin formación, sin un respaldo crítico sino más bien ignorante, difunde sin indagar las causas que llevan a alguien a señalar. Pareciera que al hacer difusión de una mentira, se sana o se lava las manos. Nada más imprudente. Y es que se publica con nefastos fines y entonces mete las manos, que la gente decida y que la gente juzgue y que la gente dañe. Estamos ante la ligereza del ser humano castigador y poderoso cuando se encuentra ante una red social que no le pide identificación alguna.
Y así, con tamaña infamia se puede hasta destruir una vida, a una familia y a un ser humano. Así, quien usa así una red social olvida la empatía y se estaciona en la impunidad. Puede reír de su “bromita”, puede jactarse de su vilipendio y ocultarse en la cobardía, puede a través de la Internet ser parte de esa legión de idiotas que hacen de las redes sociales un instrumento peligroso cuando se usa para dañar a alguien…
Colofón.- El periodismo servil de AMLO
Mientras degusta de una torta de mariscos –camarones, pulpo, pescado- acompañada de aguacate y chilillos manzanos en rodajas y cebollas, junto con una agua de limón, el patriarca de las insolencias sotaneras piensa en la encrucijada que le espera a los medios de comunicación informativos en el gobierno entrante. La chairiza diría que se acabará con las dádivas y prevalecerá el buen periodismo, pero no, está mal. La ética del periodismo radica en ser crítico de todo, y eso ha propiciado la muerte de varios de sus soldados, reporteros que han sido ejecutados por el poder sólo porqué les incomodo una opinión.
A principios de este mes, el presidente electo de este país se enfrentó a la revista Proceso y los llamó prensa “amarillista” y “sensacionalista”. Él, como lo ha venido haciendo casi a diario, publicó en redes sociales que no permitirá excesos. “Querrían –dijo-, que nos quedáramos callados. No va a ser así, tenemos que debatir”.
Y aunque ya parece haber bajado el agua a su nivel, no perdamos de vista que es efectivamente, la prensa crítica no debe dejar de hablar de los riesgos para el país con o sin López Obrador. No se le puede restringir su voz sólo porque el nuevo gobierno promete escuchar. Si lo dice ¿Se acabó? ¿No se debe indagar más? ¿Sólo debemos creerle y ya? En la agenda de medios está que los periodistas dejen de hablar de corrupción durante los siguientes 6 años y también deben dejar de investigar porque, dicen “ahora ya no habrá corrupción”. Esa fue la pregunta de Proceso.
Oigo, atiendo y opino sobre consulta a una gran abogada, Jazmín Nájera, que el artículo 6 de nuestra Carta Magna refiere que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, y el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley… Y eso es lo que en apariencia AMLO se quiere brincar. Vayamos al 1 Constitucional: En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece; y el 7mo: Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio.
La prensa, quien da la cara al publicar sobre un ente público o instituciones gubernamentales, tiene el derecho de hacerlo. Cuidado, desde el anonimato es otra cosa, mucho cuidado con ello. Si Andrés Manuel quiere una prensa complaciente, quizá nos acercamos a lo que sucedió en Venezuela, donde los medios fueron callados. Ojalá me equivoqué, mientras, los periodistas decimos que no solaparemos nada, ni tampoco seremos entes incómodos. Lo que importa aquí es México, es usted y yo. Nada más…
Susurros.- La consulta sobre el NAIM, pura vacilada
Susurran en pasillos de todo México, que el gobierno que todavía no es, que a partir del 24 de noviembre se cancelará, perdón, se someterá a consulta el proyecto del Tren Maya y otros 9, que esos si se aprobarán: el Istmo de Tehuantepec, refinería en Tabasco, modernizar las 6 refinerías del país, Siembra de 1 millón de hectáreas con árboles frutales y maderables, aumento al doble de pensión a adultos mayores, otorgar becas y capacitación laboral a 2.6 millones de jóvenes, becas a todos los estudiantes de escuelas públicas a nivel medio superior, pensión a 1 millón de personas con discapacidad, garantizar atención médica y medicinas a personas que no cuenten con servicios de salud y proveer cobertura gratuita de Internet en todo el país…