Redero a tus redes

Raúl Mandujano SerranoRAÚL MANDUJANO SERRANO 

Redero a tus redes.- Una tranquila tarde de reflexiones se puede venir abajo ante la precoz llamarada de escarnios que las redes sociales nos comparten y que evidencian que hasta en las mejores familias –bueno, eso de mejores familias quién sabe- se cuecen habas. Mire Usted, apreciado seguidor de las andanzas mandujanescas tan bello recital: …“@FedericoArreola: Don @luiscostabonino, usted es un pobre pendejo… @luiscostabonino: @FedericoArreola no soy nada pendejo ni nada pobre como tú lo sabes perfectamente. Es feo cuando te ponen el dedo en la llaga no?… @FedericoArreola: tiene usted razón Don @luiscostabonino, usted no es un pobre pendejo sino rico, enriquecido estafando candidatos… @luiscostabonino: Le toqué el nervio a @FedericoArreola… @FedericoArreola: Pidan al uruguayo @luiscostabonino ya no tocarme eso… @luiscostabonino: Perdón, las inclinaciones homosexuales tuyas y de quienes aluden ese tema, las respeto, pero no las comparto. Gracias… @FedericoArreola: Don @luiscostabonino no sea mamón…@luiscostabonino: El tema con @FedericoArreola no era su preferencia sexual, sino su gestión para que Covarrubias diera ganador a EPN por margen de 20 puntos…”.

La facundia elocuente surge en twiter y aunque hoy es ya discusión y análisis por el contexto en qué ocurre, como fue la manipulación de encuestas durante la elección presidencial del 2012, el tema, al menos en la caverna editorial, se concentra en la fuerza que las redes sociales tienen y el mal uso que se les puede dar. Desde pasar de un simple escenario de peladerías y pelafustantes, hasta un embrollo contra la injusticia. Eso sería en el mejor de los casos, porque se puede saber de la existencia de ladys Polanco o Profeco, o la lady diputada, quien sea, quien abuse de su condición para agraviar a alguien merece la atención de las redes sociales, pero cuidado, se dejan de lado enseres sociales graves.

El llanto de un niño Tzotzil que es obligado a tirar su mercancía en la calle merece el peso de las redes para castigar al maldito inspector opresor del gobierno, pero no se cuestiona a los padres del pequeño que lo explotan; se pretende dañar la imagen de una alcaldesa por aniquilar el problema de los perros callejeros, pero nadie castiga o cuestiona a los propietarios que los arrojan a las avenidas; se alude a la inseguridad como cosa de risa, pero nadie regala a una víctima de secuestro un abrazo… Las redes caminan, quienes las usan, en su mayoría ni pies tienen…

Colofón: Nombramiento a Carolina Alanís.- Antes de continuar con su sandunga irreverente, el hacedor de las alegorías sotaneras hace una pausa en el camino para agradecer a Carolina Alanís, directora del Instituto Mexiquense de Cultura, la dispensa y felicitación al periodista, luego de ser electo éste por la sociedad de la tinta y el teclado de la región del Valle de Toluca, como secretario general de la APVT, encargo que advierte el amanuense, desempeñará con alegría, porque no hay mejor forma de trabajar, que cuando se hace por los amigos, aunque sólo te busquen cuando se les ofrece algo. Digo…

Pero va devuelta la felicitación. Caro Alanís recibió hace unos días, y muy merecidamente, el nombramiento como directora general del Instituto Mexiquense de Cultura, distinción que esta columneja aplaude y reconoce. Un gran enhorabuena Carito, con afecto y cariño. Honor a quien honor merece…

La del Estribo: El señuelo

Cierta noche, un oficial de tránsito de Toluca, sabedor que en cierto bar de la capital mexiquense habría una fiesta de periodistas, se dedicó a vigilar el estacionamiento del antro. Cuando llegó la hora de cerrar, el gendarme vio salir a Sergio Macedo tambaleándose, hablando incoherencias y con una botella en la mano. El hombre tropezó, cayó, se levantó y sacó sus llaves. El policía miró cómo intentó abrir siete autos, antes de encontrar el suyo. Cuando logró entrar, estuvo varios minutos tratando de encontrar la llave correcta para arrancar. Tardó varios minutos en encontrar la llave correcta, siempre bajo la mirada vigilante del oficial. Ya todos los demás participantes se habían marchado. Cuando por fin el tipo logró encender su auto, se dirigió a la entrada del estacionamiento y ahí el policía lo detuvo, le ordenó salir del auto y le realizó una prueba de alcoholemia. Para sorpresa del oficial, la prueba que le hizo a Macedo resultó 0.0. ¡Esto no es posible! -exclamó. ¡Lo vi salir completamente borracho del bar, pero no tiene ni una gota de alcohol en su sangre!  ¡¿Qué clase de persona es usted?!… Macedo, ecuánime, como es él, respondió sonriendo: Soy el señuelo de esta noche… Hasta otro Sótano.[email protected] Tw. @raulmanduj

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