Reconozcamos la noble labor de procurar la salud de las personas
LUIS GERARDO ROMO FONSECA *
En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad. René Gerónimo Favaloro
Hoy celebramos el Día del Médico en México. Esta fecha se implementó con el fin de reconocer su noble e indispensable labor de procurar la salud de las personas, al representar el bien más preciado de todos los individuos. La razón de que esta celebración se lleve a cabo en nuestro país en una fecha distinta al resto del mundo, radica en que un 23 de octubre del año 1833, el político y médico Valentín Gómez Farías inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México. Motivo por el cual, posteriormente en la Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República realizada en Cuernavaca en 1937, se ratificó que el Día del Médico se conmemorara cada 23 de octubre, precisamente, en honor de Gómez Farías.
En 1970 había un total de 34 mil 107 médicos en el país, es decir, 1,414 habitantes por cada médico; para 1990 había 157, 407 médicos en el país, con un promedio nacional de 673 habitantes por médico y de los años 2000 a 2005 el número de médicos se incrementó en 19%. Un estudio del año 2007, elaborado por la Secretaría de Salud mostró que hay unos 197 mil médicos en todo el país; a la fecha, tenemos una tasa de 1.85 por cada mil habitantes, mientras el promedio estimado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es de 2.9 por cada mil habitantes. Cabe mencionar que países latinoamericanos como Argentina y Uruguay tienen una mejor cobertura; el primero con 3 médicos por mil habitantes, y el segundo con 3.6.
Estas cifras explican por qué nuestro sistema de salud se enfrenta hoy en día a dos problemas fundamentales: la escasez de trabajadores de la salud bien preparados y una inadecuada distribución geográfica de médicos de acuerdo a las necesidades del país. Tan sólo en seis entidades: Distrito Federal, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Puebla y Veracruz se concentran cerca del 50% de los médicos de toda la República. Así mismo, zonas como la capital del país tienen un índice más alto de médicos (2.5 por cada mil habitantes); en cambio, en Puebla, Chiapas y el Estado de México esta cifra es menor a uno por cada mil habitantes, según señala el mencionado reporte del 2007 de la Secretaría de Salud. De esta forma, el número total de médicos en el país están distribuidos de manera inapropiada para garantizar una cobertura equilibrada para una adecuada atención de la población.
Por otro lado, a nivel general, en México sólo 40 de cada 100 profesionistas tienen un empleo relacionado con su formación universitaria, tal como lo revelan cifras de la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del tercer trimestre de 2012. Así mismo, el 56% de los profesionistas desempleados son menores de 30 años (cifra más alta en los últimos cuatro años), además de que cada año egresan alrededor de 450 mil jóvenes de las universidades del país; pero muchos de ellos, incluidos los médicos, están desempleados o en el subempleo. La profesión médica no es ajena a esta situación y en la actualidad vive uno de sus momentos más difíciles, ya que prevalece la demanda de médicos especialistas, el desempleo de los médicos generales y el deterioro en la calidad del empleo: falta de beneficios sociales ligados a la contratación (pensión, seguros, etc.), así como nuevas modalidades de contratación; por hora o a través de agencias intermediarias (outsoursing).
En este sentido, el coordinador general del Servicio Nacional de Empleo, Jorge Barragán Atilano, ejemplifica la problemática que enfrentan los nuevos profesionistas médicos al afirmar que hace una década, éstos no tenían la necesidad de dominar procesos administrativos o diseñar estrategias comerciales: “ahora ya son obsoletos si no tienen alguna de esas especialidades”. Llama la atención esta declaración, pero es sintomática de las dificultades que enfrentan los nuevos médicos para conseguir empleo. Por esta razón, muchos galenos han sido orillados al “multiempleo”, aunque sin poder determinar con exactitud el porcentaje real, pero esta condición es una realidad en México por la insuficiencia de nuestro sistema de salud.
Pese a ello, el mayor empleador de médicos es el sector público: para el 2001 la SSA y el IMSS tenían contratados 117 496 médicos, cifra que correspondía a 82.3% del total de médicos que laboraban en el sector público, lo que refleja una elevada concentración del empleo en estas dos instituciones. Actualmente, del total de médicos, un 70.2% se ubica en el sector público (IMSS e ISSSTE, principalmente) y el restante 29.8% en instituciones privadas.
Sin embargo, en los últimos años la cantidad de médicos contratados en las instituciones públicas y de seguridad social ha disminuido, paralelamente a un número creciente de estudiantes de medicina que logran concluir sus estudios. De 1990 a 2001, la matrícula en la carrera de medicina aumentó 13,163 alumnos, es decir, un promedio de 1,197 estudiantes al año. La tasa de crecimiento anual muestra un comportamiento irregular, con variaciones marcadas: en 1992 aumentó 1.49%, al año siguiente decreció un 3.01%, seguido por un periodo de tres años de crecimiento continuo; en 1997 y a continuación otros tres años de incremento anual de la matrícula hasta el año 2000, cuando alcanzó el 4%.
Por otro lado, a ello se suma el problema de que los médicos en formación dentro de los hospitales públicos, tienen que lidiar con horas excesivas de trabajo y una enorme carga laboral. En consecuencia, a menudo los médicos en formación tienen problemas de salud vinculados a esta sobrecarga laboral. En apoyo de esta afirmación, Jenny Firth–Cozens, psicóloga especialista y autoridad mundial en salud médica, ha realizado estudios que demuestran cómo el estrés provocado por la saturación laboral eleva los niveles de depresión y ansiedad en los médicos, lo cual va en aumento en los últimos años por encima del promedio de la población general. Según la especialista, uno de cada diez médicos puede sufrir un problema psicológico o de adicción que menoscabe su ejercicio profesional, además de que estos problemas se pueden traducir “en un descenso de las funciones cognitivas, lo que implica una peor atención hacia el paciente” . Por esta razón, en Estados Unidos y Europa, la preocupación sobre los efectos que causan las horas excesivas de trabajo a la seguridad de los pacientes, ha llevado a reducciones en las horas de trabajo médico.
Por último, no queda más que seguir trabajando en el país por construir un sistema de salud más eficiente, sólido e incluyente que sea capaz de atender puntualmente las apremiantes necesidades de la población. Paralelamente, reconocer el gran esfuerzo y compromiso de servicio de todas y todos los médicos. Cabe recordar que para llegar a ser “doctor”, primero hay que dedicar varios años de lleno al estudio en la universidad, además de que las familias tienen que hacer fuertes gastos en pagos de cuotas mensuales, inscripciones, compra de libros y muchos gastos más, para que sus hijos puedan cursar esta férrea carrera profesional.
Sin embargo, vale recordar que las y los médicos mexicanos destacan en el mundo por su calidad pese a enfrentar condiciones sumamente adversas para cursar y luego ejercer su profesión; como la falta de infraestructura, de apoyos económicos para la investigación y de medicamentos, así como percibir bajos salarios. Además, las y los médicos mexicanos están entre los que más horas dedican a su trabajo (un promedio de 58 horas por semana), en comparación con sus colegas de países como China (43.1 horas) y España (48.5 horas por semana). De acuerdo con una encuesta aplicada a 600 médicos por Psyma Latina, una de las razones por las que las y los médicos sienten satisfacción por su profesión a pesar de las dificultades que encaran, se debe al elevado reconocimiento social que les conlleva “su misión por ayudar al prójimo y las actividades de investigación y enseñanza”.
Por todo ello, el día de hoy, felicitamos de manera encarecida a todas las y los médicos de México y, en particular, a las y los zacatecanos que a través del ejercicio comprometido de su profesión; con su esfuerzo cotidiano y una firme vocación de servicio, engrandecen nuestra sociedad.
* Diputado local perredista