Alejandro Tello precandidato del PRI: La crónica

Zacatecas, Zac.- Parecía 8 de septiembre. La vía principal que conduce al Palacio de Convenciones estaba atestada de automóviles, la diferencia era una y era muy notable, no había grupos de policías antimotines como suele ocurrir los ochos de septiembre para repeler las manifestaciones; hoy se podían acercar las bases y los sin etiqueta al ungimiento de quien pudiera ser el próximo gobernador del estado.

Hoy también había humildad, no era la Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas, la que amenizaba la espera, hoy eran solo los tamborazos que tocaban las coplas de Por una mujer bonita  y Gabino Barrera, las que acompañaban la euforia tricolor en la Convención Estatal de Delegados del PRI, en la cual se acreditó a Alejandro Tello  Cristerna como precandidato de unidad a gobernador de Zacatecas.

La cita era a las 11:00 horas, casi todos fueron puntuales. En la primera fila aguardaba sin hablar con nadie la hermana del gobernador, Lucía Alonso, quien en la elección del 5 de junio peleará por una diputación.

Ahí también estaban los ex gobernadores  Pedro de León Sánchez y Arturo Romo Gutiérrez bien acompañados  por el actual secretario general de Gobierno, Jaime Santoyo Castro, con quien eventualmente posaban para la foto.

El primero en llegar, de los que en algún momento también fueron aspirantes a candidatos a gobernador de tricolor, fue el aún secretario de Economía, Adolfo Bonilla Gómez. Llegó contento, saludó a los que estaban en la primera fila entre quienes estaba Carlos Puentes Salas, líder nacional del Partido Verde Ecologista de México y, en su momento, también suspirante a la candidatura. Su saludo fue afectuoso y desenfadado. Ahí también ubicado Víctor Armas Zagoya, precandidato a diputado por el Distrito IV con sede den Guadalupe.

Después, arribó al lugar Roberto Luévano, lo hizo discretamente y tomó su lugar en el escenario junto al resto de alcaldes priistas que se apostaron a la derecha de la mesa que alojaba a Comisión Electoral que entregaría la constancia a Tello Cristerna. Todo el tiempo estuvo platicando y sonriendo a diente pelón con Alfredo Salazar, alcalde interino del Ayuntamiento de Zacatecas.

Al final llegó Carlos Peña Badillo, saludó a todos y con sutil indiferencia a Carlos Puente (¿Aún recordará lo cerca que estuvo Xerardo Ramírez, candidato del Verde de ganarle la alcaldía?), pero con gran efusividad a Adolfo Bonilla y a Judit Guerrero. Se sentó a un costado de Lucía Alonso.

Después de un largo rato apareció el senador con licencia Alejandro Tello en el recinto, los asistentes se desbordaron entre porras y aplausos que a ritmo del Huapango de Moncayo sentían aires de triunfo.

Se tardó en llegar al frente, en su camino todo mundo quería saludarlo, los más suertudos se tomaban una selfie con él y, los menos afortunados, se conformaban con solo cruzar una mirada o tocarle su chaleco.

Al llegar a la primera fila su frente sudorosa ya revelaba un poco de cansancio, no fue enfático al saludar a nadie, lo hizo rápido y, al intentar sentarse alguien le acercó una silla para que se subiera y agradeciera al público, lo hizo de prisa, pero no tanto como para evitar que su esposa jalará otra silla y, junto con él, levantara su pulgar en señal de apoyo y agradecimiento.

Después, antes de entregarle la constancia de precandidato único, lo llamaron a dirigir un mensaje a los más de tres mil delgados priístas y así lo hizo. Sin embargo, su voz sonaba trémula y timorata, aunque poco a poco fue tomando seguridad y confianza.

Lo primero que hizo fue a agradecer a Carlos Peña, Adolfo Bonilla  y Roberto Luévano, el haber reculado en su intención de ser el abanderado a gobernador del tricolor. Los primeros dos lo veían con beneplácito, el tercero con indiferencia.

Durante su mensaje (para el cual hubo ensayos previos), Tello Cristerna  quiso ser firme, claro y marcar una dirección diferente, sobre todo en los temas en los que hasta el día de hoy han sido el dolor de cabeza del actual gobernador.

Primero,  prometió todo su apoyo a la juventud zacatecana y se pronunció por la autonomía, pero con respaldo a la UAZ, asimismo, dijo que su “campo de trabajo”, será el campo zacatecano y, por último, aseguró que a su familia siempre la tendrá en su corazón, pero jamás en su decisión, luego de afirmar que estos no tendrán injerencia alguna en su administración de resultar ganador.

Sin dejar de sudar, el candidato, minutos después, recibió la constancia que lo acredita como tal, no sin que antes Pepe Olvera, presidente estatal del PRI, le levantara la mano y posaran para la fotografía.

Al nombramiento del precandidato acudió gran parte del gabinete, así como diputados priístas y ex dirigentes estatales del partido. Entre los primeros estuvo Marco Vinicio Flores, secretario de Educación; Fernando Soto, todavía secretario de Finanzas, y su hermana, la también todavía procuradora del estado, Leticia Soto.

Además, no faltaron los precandidatos a diputados que fueron funcionarios, pero que hoy están con licencia, tales como Le Roy Barragán y Guillermo Huizar, aunque este último estuvo, allá, lejos de las primeras filas como marginado.

LNY/SL