Reactivando la economía
Como todos sabemos, además de las lamentables afectaciones en la salud de miles de mexicanos, la pandemia por COVID-19 también ha impactado fuertemente en la economía. Por ello se requieren estrategias de reactivación económica, y entre ellas ocupa un lugar destacado la creación y desarrollo de cadenas de valor y proveeduría.
Actualmente, la manufactura y producción industrial requieren de una gran cadena de colaboración. Mientras más alto sea el grado de integración nacional de esta cadena, la producción y venta de estas mercancías tendrá un mayor impacto positivo en la economía de nuestro país, ya que se fortalece el mercado interno y se generan más y mejores empleos.
Para lograrlo se requiere el desarrollo de cadenas de valor y proveeduría, ya que es una de las maneras más eficientes de impulsar la integración y el crecimiento nacional del sector productivo, así como garantizar un desarrollo socioeconómico de base amplia. Dicha vinculación productiva permite que un mayor número de personas tome parte en las actividades económicasy gocen de sus beneficios, lo que a su vez genera un clima favorable para nuevos emprendedores e inversionistas. Sin embargo, en muchas ocasiones las grandes empresas recurren a proveedores externos por diferentes razones, ya sea porque los proveedores nacionales y locales no cuentan con suficiente capacidad de producción, o no cubren ciertos requerimientos legales o de certificación de calidad; porque en el mercado local no se consiguen ciertos insumos especializados; debido a márgenes operativos o de rentabilidad; o simplemente por una escasa vinculación con las mipymes locales.
Por eso, para crear nuevas cadenas de valor y proveeduría se requiere de la colaboración de los organismos públicos con todas las partes involucradas, grandes y medianas empresas y sobre todo con las mipymes, que son una prioridad en el gobierno, ya que conforman la base de la economía nacional. Es importantes consolidar una serie de medidas enfocadas en impulsar el desarrollo de las mipymes para que puedan integrarse exitosamente en cadenas de valor y proveeduría, por ejemplo: programas de certificación en estándares de calidad; capacitación en el uso de nuevas tecnologías, transformación digital e industria 4.0; asesoría sobre requisitos legales e industriales para ser proveedores; financiamiento público y privado para mejorar su infraestructura y capacidad productiva; programas de vinculación con cámaras empresariales y con otras empresas nacionales y extranjeras; integración de mipymes en clústersindustri
En cuanto a las grandes empresas, es importante seguir impulsando políticas públicas que favorezcan el contenido nacional y local, como la transparencia en los requisitos para ser proveedor; el respaldo y reconocimiento del gobierno a las empresas que favorecen la integración local y nacional; y sobre todo la creación de programas de desarrollo de proveedores en conjunto con las empresas medianas y grandes. Además, es importante recalcar que las grandes empresas también se benefician de contar con proveedores locales, debido a una mayor rapidez y menores costo de transporte y almacenaje; menor impacto ambiental; menores gastos en impuestos y aduanas; mayor fortaleza ante variaciones externas; un mejor control, trazabilidad y logística en su producción y cadena de suministros; posibilidad de trato directo con los proveedores y mayor rapidez en la solución de problemas; cumplimiento de las reglas de origen de tratados comerciales, lo cual facilita la exportación de productos, y ventajas en las licitaciones nacionales.
El desarrollo de proveedores y nuevas cadenas de valor es una estrategia que nos permitirá generar una sinergia productiva entre mipymes y grandes empresas, una colaboración que favorezca a todo el sector productivo, a la economía del país y a la sociedad en general, para enfrentar con éxito los retos económicos de los próximos años.