PRI, un cartel del crimen organizado mas
SAÚL MONREAL ÁVILA
¿En que país del mundo es posible que 21 exgobernadores hayan incurrido en abusos de poder; que cuatro de ellos – como Tomás Yarrington, Andrés Granier, Mario Villanueva y Jesús Reyna– están en la cárcel, ¿y dos más –Humberto Moreira y Rodrigo Medina– ya hayan estado? Que empezando por el presidente de la nación por lo menos 30 militantes del PRI han sido señalados o están siendo investigados por presuntas relaciones con el crimen organizado o actos de corrupción. Y que, de manera abierta, ante la sociedad, ¿la justicia ni el aparato policial sea incapaz de hacer algo al respecto? Es correcto, claro que si, solo en México.
Y es que hablar de corrupción en nuestro país ya es casi ocioso, una cantaleta, estamos aguantando a la generación más corrupta de gobernadores en la historia, la mayoría de ellos del PRI, que desde Los Pinos gozan de impunidad para hacer y deshacer, El régimen priista se ha visto evidenciado por la justicia de otros países en donde si hacen el trabajo que en la administración de Enrique Peña Nieto no se realiza. En Italia, Tomás Yarrington Ruvalcaba, ex Gobernador de Tamaulipas, detenido por los «Carabinieri» antinarcóticos, con la colaboración de Interpol, la aprehensión, en Estados Unidos, del ex Fiscal de Nayarit Édgar Veytia Cambero y el arresto del mismo Humberto Moreira Valdés, ex Gobernador de Coahuila, en España en enero del año pasado.
El reciente caso de la constructora brasileña Odebrecht, a causa del cual ya hay funcionarios detenidos en Perú, ponen en situación de vulgar simulación las acciones del Gobierno federal en contra de ex gobernadores acusados de enriquecimiento ilícito, corrupción, nexos con el narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos, que escalan al nivel del presidente de la republica y de gobernadores, es evidente la construcción de una red de impunidad que viene desde Los Pinos deteriorando a las instituciones, y hay patrones de operación claros, solo las instancias de justicia mexicanas no las ven, son las mismas empresas fantasma que usó César Duarte Jáquez ex Gobernador de Chihuahua o Javier Duarte de Ochoa en Veracruz, e incluso el corrupto Miguel Alonso Reyes en Zacatecas.
El mismo líder del PRI, Enrique Ochoa Reza, que ha enarbolado el estandarte la lucha contra la corrupción, se le investiga por su próspero parque de taxis de 110 permisos, con una flotilla de 83 vehículos que dan servicio en las ciudades de México, Puebla y Monterrey. El líder del PRI también es señalado por una fortuna en arte: se dice que en 2006 le pagó 5.6 millones de dólares a Christie’s, la casa de subastas, por una obra de Frida Kahlo, y que tiene pinturas de Shinzaburo Takeda y de Israel Nazario, entre muchas otras, todo ello, seguramente producto de sus años de honesto y arduo trabajo como funcionario.
Ese es el mismo líder del PRI que pidió sanción ejemplar para el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa cuando fue expulsado de este partido el 25 de octubre pasado, y que en su momento manifestó en un boletín de prensa su: “Compromiso con el estado de derecho, la transparencia y la rendición de cuentas, y reafirma el combate frontal a la corrupción y la impunidad, señalando que: «Las acciones del gobierno de la República, del presidente Enrique Peña Nieto, acreditan que México está cambiando», esto solo lo podemos llamar por el nombre que merece, un partido cínico y sinvergüenza, dirigido por cínicos y sinvergüenzas, y aun no se nos olvida el caso del primer priista del país y su Casa Blanca, residencia ubicada en Sierra Gorda número 150 de Lomas de Chapultepec, que no estaba registrada a nombre de Enrique Peña Nieto, ni de Angélica Rivera ni a los de sus hijos, contando con un valor aproximado de 86 millones de pesos en ese momento, unos 7 millones de dólares, a este nivel llega la corrupción en México.
Y solo con la excepción de Mario Villanueva Madrid, ninguno de estos exgobernadores han sido detenidos por de las policías de nuestro México, sino de los países donde se han refugiado huyendo de sus fechorías como depositarios de la confianza de la ciudadania a quienes han traicionado, en el caso del PRI, incluso casos donde han resultado premiados, a pesar de estar sujetos a procesos legales, como Miguel Alonso Reyes, quien fue nombrado director de Fonatur, acusado de gastar un millón de pesos diarios para promover su imagen en diversos medios de comunicación cuando fue Gobernador de Zacatecas, y a quien se le interpuso el 20 de diciembre de 2016 una denuncia ante la PGR por el posible desvío de más de mil millones de pesos durante su mandato de los programas sociales de la entidad; acusación a la que se sumó otra mas, interpuesta el 6 de diciembre pasado por el desvío de 307.4 millones de pesos, presuntamente pagados a 24 empresas fantasma para la construcción de caminos rurales en 58 municipios de Zacatecas.
Alonso Reyes dejó una deuda a marzo de 2016 de 8 mil 73 millones de pesos, es decir 7 mil 391 millones de incremento respecto a la deuda que recibió de su predecesora Amalia García Medina, quien para 2010 registró de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, 682 millones de pesos.
Es claro que el régimen Priista de peña Nieto sabia e intentaba proteger a estos exgobernadores y funcionarios detenidos por las corporaciones de esos países, El Gobierno mexicano presumió el domingo antepasado que la localización del ex Gobernador fue posible gracias a su participación con Italia, pero los italianos nunca mencionaron a México y, de acuerdo con el portal Breitbart Texas – un medio con fuertes nexos con el Gobierno de Donald Trump–fuentes de Seguridad Nacional del Gobierno estadounidense afirman que la administración de Peña Nieto no estuvo involucrada en la detención, sino agentes del país anglosajón.
El caso de Tomás Yarrington es uno de los más vergonzosos, pues las autoridades extranjeras de Estados Unidos e Italia actuaron en contra del ex Gobernador, mientras que en México todo indica que se le trató de proteger y no de aprehender al ex funcionario, este era buscado por la agencia de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos, (DEA) desde 2012 por extorsión, narcotráfico y lavado de dinero. En México se le empezó a buscar hasta noviembre de 2016, cuando el Gobierno federal ofreció una recompensa de 15 millones de pesos por información sobre su paradero. sin embargo, hasta octubre del año pasado contaba con escoltas asignados por el Gobierno de la entidad, entonces encabezado por el priista Egidio Torre Cantú, y se acusa que podía pasear en Italia como en su casa, de hecho, lo capturan por Estados Unidos. Fue notorio que el Gobierno Mexicano no se haya activado ni siquiera a extraditarlo, pareciera que trataba de protegerlo. El mismo caso de Duarte de Veracruz, del Duarte de Chihuahua y de todos estos nuevos talentos en el PRI según Peña Nieto,
A causa de todo esto, el PRI, y el descrédito causado por estos casos ha tenido un impacto negativo, pues en las elecciones de 2016 perdió siete de 12 gubernaturas. La sociedad mexicana, aunque poco a poco, está empezando a tomar conciencia, no pueden estos personajes, amparados tras las siglas de lo que pareciera a estas alturas ser un cartel del crimen organizado, seguir robando impunemente el patrimonio de todos los zacatecanos, y ya está llegando a su limite la paciencia del pueblo mexicano.