Presunción de Inocencia y mi derecho a réplica
PEDRO JASSO CARRILLO
Como abogado y profesional de litigios (pleitos), es preciso comentar que para que haya una acusación, deben existir pruebas contundentes para demostrar lo que se dice y lo que se asegura.
El Artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, precisó lo siguiente: “Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa”.
Tomando en cuenta el anterior dispositivo, y atendiendo a que el pasado domingo salió a luz una llamada donde se menciona mi apelativo, entre otras cosas, supuestamente en carácter de operador del PRI, y vinculando directamente a mí persona; surgiendo algunas páginas de Facebook; diciendo de que el susodicho operante, es un servidor, me pereció tan absurdo como el triunfo de Tello.
Para abundar en la Presunción de Inocencia, podemos mencionar que no es un simple principio de interpretación, ni una regla probatoria, sino un derecho con significado práctico a lo largo de todo proceso o procedimiento que garantiza una protección especial a las personas acusadas de algún delito o circunstancia. Por tanto, como derecho de la persona imputada, el respeto y ejercicio efectivos de la presunción de inocencia van más allá de la verdad y de la justicia, principios que están consagrados en nuestra Carta Magna.
Retomando lo de la famosa llamada, señalo rotundamente que no estoy del lado del PRI, de hecho no conozco a Judith Guerrero, ni soy aliado del gobierno, y a las pruebas me remito, para ello, hace algunas semana refrendé mi compromiso con el partido de Morena, con la construcción de un proyecto que va hacia el 2018 como líder plenipotenciario el Lic. Andrés Manuel López Obrador, partido político que busca las causas verdaderamente sociales que necesita urgentemente nuestro México
Cabe resaltar, que estuve de cerca en la campaña del Lic. David Monreal Ávila, en la pasada elección junio, fui candidato a Regidor por Guadalupe y líder juvenil, a causa de esa situación, un mes después de la elección, perdí mi trabajo en la Auditoria Superior del Estado de Zacatecas (Ente Fiscalizador autónomo, dependencia sin tintes políticos), posteriormente me expulsaron del PRI de manera arbitraria, me vinculen injustamente, por el dicho de un persona que ni conozco.
En este contexto, es sumamente injusto que me liguen a estas prácticas que hacen daño a los ciudadanos, por la dependencia que se crea al otorgar estos apoyos alimenticios. Por lo que no estoy de acuerdo con esas acciones.
Hablando del refrendo que realice con el partido Morena, y que refrendo en este texto, puedo mencionar que aunque no fui agraciado con algún puesto o chambita dentro de la jurisdicción del partido de López Obrador, sigo en pie y de lado de los Morenos, por eso, decidí aclarar esta situación porque sin duda perjudica mis intenciones de ayudar; sin ningún interés económico a los que me rodean y que en un momento han creído en mi persona.
Sin más, y con la frente en alto, declaro que soy partidario de Morena y de sus principios rectores y que se alguien me acusa deberá demostrarlo y si se llega a la ofensa, estaré ejerciendo los derechos consagrados en nuestra legislación, con toda convicción para defender mis derechos y prerrogativas.
Por lo anterior, hago valer mi derecho de réplica sobre las acusaciones en redes sociales y otros; con los argumentos y explicaciones que expongo en los párrafos que anteceden de esta opinión.
Posdata: este acontecimiento me hace recordar una frase: “Cuando lo perros ladran, Sancho, es señal que cabalgamos”.