PRD confirma su compromiso con las mujeres
Pese a los compromisos que en palabra, tratados y leyes se han establecido hacia las mujeres, los hechos nos demuestran que todavía son una parte de la población que sigue olvidada, sufriendo discriminación, falta de atención y a la que se le encauzan bajos presupuestos para su atención por parte de los tres niveles de gobierno.
Es decir, las mexicanas en pleno siglo XXI son tratadas como ciudadanas de segunda y pese a los avances que se han registrado en la lucha por lograr la equidad y su igualdad frente a los varones, hasta el momento el camino que nos queda por recorrer aún es largo y, por lo que vemos, sinuoso.
Nuestro comentario de hoy lo hacemos en el marco del recién conmemorado Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que tuvo lugar el pasado viernes 25 de noviembre, fecha en la que quienes integramos el Partido de la Revolución Democrática queremos reiterar nuestro compromiso con las mexicanas, el respeto a sus derechos y nuestro trabajo en su favor y por su progreso.
El esfuerzo que los gobiernos, partidos políticos y población tenemos que hacer por garantizar a mujeres y niñas una vida libre de violencia, el respeto a sus derechos humanos, la atención a sus necesidades y la construcción de la ciudadanía, todavía es mucho, por lo que debemos intensificar nuestras acciones y propuestas.
Claro que no todo es negativo en esta lucha por llegar a la equidad entre hombres y mujeres en México, pues los gobiernos emanados de los partidos de izquierda, y específicamente del Sol Azteca, han trabajado y aplicado políticas públicas en su favor, como ejemplo están los casos del Distrito Federal y Zacatecas, que bajo la batuta del PRD promovieron acciones específicas para atender a las mujeres.
En el caso del DF podemos mencionar avances como la interrupción legal del embarazo, legislación que ha beneficiado mayormente a mujeres jóvenes, entre ellas miles de adolescentes, que ven cristalizado su derecho a decidir sobre su cuerpo y por lo tanto establecer y hacer realidad su proyecto de vida.
En Zacatecas podemos hacer referencia al Modelo de Equidad de Género aplicado por la ex gobernadora Amalia García Medina, que obligó a todas las instancias de la administración pública estatal a certificarse y con ello a elaborar presupuestos con perspectiva de género y transversales, que derivaron en la entrega de créditos a mujeres y apoyos económicos a madres solteras, jefas de familia y adolescentes o la aplicación gratuita de la vacuna del papiloma humano a las niñas de escasos recursos económicos.
Sólo hago referencia a unos cuantos ejemplos de las decenas de acciones que nuestros gobiernos perredistas han aplicado en favor de las mujeres y que contrastan con la falta de estrategias implementadas por administraciones de otros partidos políticos, como es el Estado de México, cuya recién concluida administración de Enrique Peña Nieto lejos de atenderlas dejó crecer problemas como el feminicidio y por lo que ahora esta entidad ocupa el primer lugar.
No obstante, si hablamos de la situación general de México como país los resultados en general son negativos y tenemos que reconocerlos, porque ahí están los hechos que, aunque quisiéramos, no se pueden negar o ¿Cómo podríamos desaparecer las cifras que indican que 67 de cada 100 mujeres mayores de 15 años sufrieron algún tipo de violencia comunitaria, familiar, patrimonial, escolar, patrimonial y de pareja, según datos del INEGI?
Tampoco podemos ocultar los aberrantes hechos denunciados ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos que indican que seis de cada 10 mujeres mayores de 15 años sufrieron agresiones o el incremento en número de desapariciones, que pasó de 17, en el año 2010 a 102, en este 2011.
El Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio muestra que de enero de 2010 a junio de este año se registraron mil 235 asesinatos de mujeres en ocho estados.
El primer lugar en muertes de mexicanas lo ocupa el Estado de México, seguido de Tamaulipas, Sinaloa, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca y Sonora. Ciudad Juárez es un caso emblemático, derivado de las cientos de desaparecidas y asesinadas, sin que hasta el momento se hayan esclarecido los casos y menos se les haya hecho justicia.
Desde 2010 a la fecha en esta nación fueron asesinadas seis defensoras de derechos humanos: Marisela Escobedo, Susana Chávez, Malena Reyes, Luisa Ornelas, Josefina Reyes -todas en Chihuahua- y Beatriz Cariño –Oaxaca-.
Los mencionados son datos que tenemos que reflexionar profundamente para poder priorizar acciones y hacer que las mujeres formen parte de la agenda de los gobiernos y los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Muchos años de trabajo y denuncia nos ha costado hacer visible la problemática de las mujeres, esas situaciones que se derivan de la cultura machista que prevalece en México y que las han llevado a ganar menos salarios que los varones, a morir por enfermedades curables, a no acceder a créditos para proyectos productivos o a ser expulsadas de las escuelas, con el consecuente alto costo que como nación debemos pagar por la inequidad que no hemos podido erradicar.
La ciudadanía de las mujeres en nuestro tiempo también es una falacia, pues pese a la obligatoriedad del 70-30, ellas son excluidas de las listas de candidaturas de la mayoría de los partidos políticos, por eso son pocas las que gobiernan o están en cargos de representación popular, pese a que son casi el 52 por ciento de la población y por tanto del padrón electoral.
Frente a esta realidad lacerante, que no podemos ni debemos oculta, sino al contrario visibilizar y reconocer para atenderla, es que el PRD reitera su compromiso con las mexicanas para que desde el ámbito de nuestra competencia, como partido, como gobierno y como representantes populares, promovamos proyectos, programas y políticas públicas que nos lleven a una equidad real que en verdad se refleje en una democracia.
*Representante del PRD ante el IFE.
