Políticos: traficantes de sueños

RAÚL MANDUJANO SERRANO

Sé y entiendo que los procesos electorales son la oportunidad para un cambio social. Para cambiar lo malo a través del diseño de políticas públicas eficientes, que mejoren los servicios públicos, el efectivo mantenimiento de obras que garanticen el suministro de agua, de luz en los hogares, el alumbrado en las calles, drenaje, bacheo constante, en fin, pero ¿y entonces… porqué nada cambia, porqué las promesas se han vuelto letra muerta cuando son electos aquellos que nos representarán?.

Ojalá lo imposible no fuera ese billete de lotería que todo ciudadano compra al emitir su voto, y que las promesas electorales fueran viables de cumplirse en los seis años que dura un gobierno, o los tres en municipios y el congreso. Así tendríamos regiones productivas y no sometidas por el crimen organizado que desde hace décadas ataca al país y al que se ha dicho, se combatirá en cada elección.

Así los servicios médicos y de salud serían eficientes por el servicio de calidad que ofrecen, el abasto de medicamentos, con doctores, enfermeras y personal médico de piso y operatorio, administrativo y con recursos, y no por el crecimiento de una infraestructura inútil o ineficiente, como son también todas esas obras de relumbrón político.

Viene el tercer debate, el que curiosamente es el parte aguas para elegir en cascada, no sólo a la presidenta o el presidente de México, sino a los candidatos locales que ni campaña hacen, muchos, y que creen que con pintar una barda ya están cumpliendo y dejan ver únicamente su mediocre actitud política, su holgazanería y su permanente agrado por ser rémoras del sistema que se aprovechan de los recursos públicos, del dinero de la gente, el de usted y el mío.

Apenas escuchaba que los políticos son traficantes de sueños y que en países donde no hay trabajo, la pobreza es el mejor abono del poder, y que no importan los malos gobernantes, porque al fin y al cabo se hizo costumbre sobrevivir sin bienestar, aunque esa sea la marca de la casa.

Oigan, está muy cerca la conclusión de este proceso electoral, de esta lucha de ofensas y denostasiones, y ahora nos toca decidir sobre creer y soñar, o exigir que se cumpla. También las promesas de campaña deberían auditarse y sancionar a quienes no cumplan lo que prometen. Eso también es corrupción, que njo se nos olvide.

Colofón.- Alito: el de “los guevos”

Mientras degusta de su café sin azúcar, acompañado de una orden de queso panela asado acompañado de jitomate, el hacedor de las crónicas sotaneras lee como Alejandro Moreno, alias Alito, líder de los priístas por reelección y sus pantalones, acusa de falta de “guevos” al candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de México, y todo por no querer declinar a favor de la candidata Xóchitl Gálvez, y mire –dice el amanuense-, habría que decirle al PRI, y decírselo con toda la seriedad y el respeto que merecen: ustedes son los que parece que no tienen “g..vos”. Miren que aceptar trabajar con un tipejo como ese, sin clase, ruin, de esos borrachos de cantina que ante su incapacidad de conciliar con la militancia de ese partido, terminan rogando piedad y simulan sacrificio. Porque días antes ya le había rogado a Maynez, Maynez, Maynez que declinara y el renunciaría a la presidencia del PRI y a su candidatura. Chistosito y marrullero, porque bien sabe que eso por Ley no podría hacerse. Si es por el bien de México, que ya se vaya. Ya verán los resultados electorales… Hasta otro Sótano.

X: @raulmanduj