Política y religión en Zacatecas: ¿La revancha de Dios?
* Conservadores, ateos, liberales y masones conviven bajo un mismo techo; líderes religiosos y políticos celebran el 150 aniversario de la Diócesis de Zacatecas; el valor de la historia y la importancia del Estado laico
MANUEL IBARRA SANTOS
Hace unos días se celebró con un jubileo el 150 aniversario de la fundación de la Diócesis de Zacatecas, en un acto singular en el que convivieron, en una expresión de recíproca legitimación, los poderes político y religioso, en un momento histórico en que el Estado laico mexicano inició -en la percepción de algunos- una etapa de franco debilitamiento y, para otros, entró a una fase sui géneris de metamorfosis que ha hecho posible el relacionamiento en un mismo plano, de lo público y lo clerical, como nunca antes se había visto, desde hace muchos años. O quizá, será “La Revancha de Dios”, como le ha llamado el sociólogo francés Gilles kepel, a la obra del mismo nombre, para interpretar el fenómeno de la re/cristianización del planeta.
El 150 aniversario de la fundación de la Diócesis de Zacatecas es también ocasión propicia para analizar, revisar y reflexionar el papel que las iglesias – en plural- han desempeñado para construir una mejor sociedad.
Y es que en una sociedad moderna y democráticamente planificada (como le denominó Karl Mannheim) las iglesias tienen un rol ético y espiritual que cumplir, pero también un papel socialmente que desempeñar, que ayude a dignificar la vida de los pueblos y no a envilecerlos.
Quién puede cuestionar que en un acto público se reúnan bajo un mismo techo, líderes políticos y líderes religiosos, sí estos actúan para servir al pueblo con honestidad, y no para engañarlo.
La crisis y transformación de la Iglesia:
La iglesia católica, mayoritaria en nuestra sociedad, que ha ejercido una función cultural determinante para la construcción de identidades colectivas, experimenta en la actualidad, una doble paradoja: por una parte, vive amarrada a la reincidencia de una serie de cíclicos escándalos, como el de los abusivos e inmorales actos de pederastia, cometidos por algunos de sus representantes, que la han colocado en situación de profunda crisis.
Por otro lado, la misma iglesia registra un período de reposicionamiento hegemónico, que se ha gestado desde hace más de tres décadas atrás y que, por cierto, los especialistas le llaman la etapa de “La Revancha de Dios”, luego de más de un siglo de lucha en contra de las tendencias del laicismo, que hoy está drásticamente reducido. O bien, después de más de 130 años de que se acuñó la frase “Dios ha Muerto”, por Federico Nietzsche, tema que integró en sus obras La Gaya Ciencia (1882) y Así Habló Zaratustra (1883).
El reposicionamiento estratégico de la iglesia católica como fuerza planetaria decisiva para entender los procesos económicos de globalización, puede interpretarse a partir de dos fenómenos: Primero, la disolución del comunismo en 1989 que alcanza su punto sin retorno con el derrumbe del muro de Berlín, lo que significó el desmoronamiento de una fuente crítica en contra de la religión, la que condujo a calificarla, incluso, como “el opio del pueblo”, como lo afirmara Carlos Marx, en 1844.
El segundo elemento que ha contribuido en el planeta a reafirmar la fuerza de la religión católica, tiene que ver con el trabajo pastoral que en el mundo realizó Juan Pablo II, durante más de dos décadas, que taladró los principios del laicismo, hasta debilitarlos fuertemente. El Concilio Vaticano Segundo, promovido por el Papa Juan XXIII, que propuso la revisión de los postulados y estructura de la iglesia, puede ser considerado, sin duda, un tercer factor.
El valor de la historia y la Diócesis de Zacatecas:
Sí, se ha celebrado el 150 aniversario de la fundación de la Diócesis de Zacatecas, en un acto en el que convivieron lo mismo conservadores, ateos, liberales auténticos y masones irredentos, todos bajo un mismo manto, el de la fe, pero también bajo la careta de la simulación y el pragmatismo.
En esta fecha emblemática, lo que no hay que perder de vista es el sentido y el valor de la historia. Hace 150 años se funda el Obispado de Zacatecas, a unos cuantos años de la restauración de la República de Juárez, cuando triunfan las Leyes de Reforma.
El nacimiento de la Diócesis de Zacatecas coincide con un acontecimiento fatal de la historia nacional, que tiene que ver con el advenimiento del Estado Monárquico mexicano, en 1864, y la llegada al país del archiduque Maximiliano de Habsburgo, invitado por la liga de los conservadores, luego de su derrota frente a las Leyes de Reforma.
Ante este acontecimiento, no se puede más que evocar la trascendencia de los principios históricos del laicismo y de la separación Estado/Iglesia, como lo define y establece el Artículo 130 de la Constitución General de la República. Que se imponga finalmente el imperio de la legalidad y de la Ley, porque es lo que nos conviene a todos.
