Pobreza extrema en México

GILDA MONTAÑO

En 2022, el 36.3% de la población se encontró en situación de pobreza (46.8 millones de personas), la menor tasa en el periodo 2016-2022. La pobreza extrema se situó en 7.1% de la población (9.1 millones de personas), cifra menor que en 2020, cuando fue de 8.5% y nos encontrábamos en la crisis de Covid-19. No obstante, este porcentaje es superior al de la medición de 2018 de 7.0% de la población. La población vulnerable por carencias sociales se registró en 29.4% de la población. Destaca el incremento de la población sin acceso a servicios de salud, que aumentó de 15.6% de la población (18.8 millones) en 2016 a 39.1% (50.4 millones) en 2022, (31.6 millones de personas más sin acceso a servicios de salud). Las entidades con mayor porcentaje. son: Chiapas (67.4%), Guerrero (60.4%) y Oaxaca (58.4%).

«La pobreza es un grave problema de derechos humanos. Cuando hablamos de pobreza hablamos de falta de agua, de falta de acceso a servicios de salud y educación, de ausencia de una vivienda digna, de hambre. Por eso la lucha contra la pobreza debe poner los derechos humanos en el centro y adoptar un enfoque de derechos que permita garantizar una vida digna a todas las personas en México». señaló Daniel Zapico, representante en México de Amnistía Internacional, hace 10 años ya.

Además de las 53.3 millones de personas en pobreza, existen 33.6 millones en extrema fragilidad de caer en esa condición, sostiene el representante de Amnistía Internacional, quien señaló que la magnitud de la pobreza en México «podría ser aún más escalofriante» de lo que indican las cifras dadas a conocer el lunes por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de desarrollo Social (Coneval), según las cuales 53.3 millones de personas se encuentran viviendo en situación de pobreza. (¿De verdad ahora serán 47%?)

El organismo de derechos humanos señaló a través de un comunicado que la mayor parte la población en México, al menos 86.9 millones de personas, sufren al menos una carencia social, lo cual significa que además de las 53.3 millones de personas pobres, existen 33.6 millones en una situación de extrema fragilidad ante el riesgo de caer en la pobreza. Ante tal escenario, AI consideró que la pobreza en México se ha alimentado de la falta de voluntad de las autoridades, que al tiempo que se han comprometido a poner fin a la pobreza se han quedado cortas al momento de implementar políticas efectivas para combatirla.

En este sentido, aunque consideró positivo que se asuman compromisos para combatir el hambre, por ejemplo, advirtió que no han establecido objetivos claros y medibles, plazos y acciones específicas. Ante las escandalosas cifras de pobreza, AI hace un urgente llamado al presidente Enrique Peña Nieto para que sin mayor dilación se firmen instrumentos como el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y al Senado para que lo ratifique sin dilación tras esa firma.

Por otro lado, Henio Millán, profesor investigador del Colegio Mexiquense, destacó, que los programas sociales deben de ir encaminados a bajar los índices de vulnerabilidad social en lugar de romper la brecha generacional de la pobreza.

Detalló que para cambiar la tendencia que se ha venido dando en cuanto al crecimiento de pobres en el país, y que por ende arrastra a la entidad, es necesario dar un giro a la aplicación de los programas sociales, ya que su fracaso radica en que no se le ha puesto la debida atención a las personas que son vulnerables a ser pobres, toda vez que actualmente las políticas de combate a la pobreza por parte del gobierno federal se enfocan a la pobreza extrema.

Dijo que el número de personas en vulnerabilidad de caer en pobreza por una crisis económica es mucho mayor, lo cual ha denotado que en las tres crisis que ha tenido el país desde 1995 hasta el 2010 se haya incrementado la cantidad de personas que viven en pésimas condiciones. Millán remarcó que la crisis de 1995 trajo consigo 15 millones de pobres más, pues en ese entonces el 82 por ciento de la población estaba vulnerable, la de 2001 arrojó 5 cinco millones, pues sólo el 31 por ciento estaba en dicha condición, y la de 2008 trajo 3 millones, porque la caída del PIB solo fue de un punto porcentual, donde claramente el factor determinante fue la vulnerabilidad de la población, es decir aquella que no gana más de dos salarios mínimos. 

Explicó que la vulnerabilidad es el riesgo que tiene la población de incurrir en la pobreza cuando no lo era, debido a que experimentó un decremento de bienestar por sus ingresos, provocado por un evento social como una crisis económica donde no tiene las facilidades o la capacidad de respuesta para salir adelante. Manifestó que dicha vulnerabilidad crece por la falta de oportunidades de empleo, ya que a pesar de que las personas se preparen académicamente no es posible encontrar un empleo y por ende no pueden aspirar a mejores condiciones de vida, concluyó.

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