«Pluris» vitales para que haya equidad de ideologías: Murayama
Zacatecas, Zac.- Como parte de los festejos del 14 aniversario del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), el tema de Los Sistemas de Representación Proporcional, fue presentado por el doctor en Economía dela UniversidadNacionalAutónoma de México (UNAM), Ciro Murayama Rendón.
El consejero electoral del IEEZ, Luis Gilberto Padilla Bernal, dio una introducción del tema, destacó que fue en 1977, en donde la reforma política eleva a rango constitucional a los partidos políticos, así como también la figura de diputados de representación proporcional.
Ciro Murayama se preguntó por el sentido del sistema de representación enla Democraciay mencionó que «no toda democracia es representativa.» El proceso de representación legitima y delega la toma de decisiones de los ciudadanos a los legisladores y órganos colegiados.
«Una Democracia constitucional, aporta el concepto constitucional, que hay un conjunto de derechos de todos los ciudadanos, establecidos en esa norma, que protege los derechos de los individuos, incluso en contra de la voluntad de la mayoría, y ahí hay límites incluso a las mayorías.» Es así como la jurisdicción limita los derechos de una mayoría, que supuestamente habría de ser representada en una Democracia.
El tema de la representación no es sólo un problema técnico, sino un problema político, de los derechos que se promueven y los derechos que pretenden salvaguardarse. Las minorías, mismas que limitan a las mayorías, han de encontrarse en momentos políticos, donde los proyectos distintos se confrontan, es así que «las mayorías no pueden tomar decisiones que vulneren los derechos fundamentales».
Al hacer una cronología de representación, contenida a lo largo de las constituciones del país, hasta las reformas electorales de los años noventa del siglo pasado, con la cláusula de gobernabilidad, y la previa creación del IFE, explica que hay una historia de democratización de los sistemas políticos alrededor de la figura de los legisladores en México.
En 1977, precisó Ciro Murayama, con la llegada de los diputados de representación proporcional, se abre un espacio en el congreso, para que paulatinamente, se reflejara la diversidad política y cultural de todo el país. «No se trata de hacerle una concesión a las corrientes minoritarias, sino que la pluralidad política se exprese.»
Es por ello que la definición de fondo es política, no técnica. Obedece al principio político de representación de la pluralidad política en el país. Más que el simple hecho de converger en convenciones aritméticas, donde cada partido tenga una representación conforme la participación, lo que se debate en realidad es el espectro político con que la pluralidad política ha de manifestarse en una sociedad.
Contrario a las fórmulas electorales tecnificadas que aplican los institutos electorales, y de las nuevas tendencias de estrategia política de los partidos, y la ley. Ahondó en que, lo que se ha perdido de fondo es la real incidencia del factor político, esto es el ¿cómo la sociedad participa? por el simple hecho de asumir que la participación ha de dar una lista de lógica matemática donde todos los sectores de la población han de ser representados, sin preguntarse cómo las fuerzas políticas se mueven, y bajo qué premisas.
Es así que los gobernantes no encuentran la posibilidad de gobernar a partir de mayorías en el congreso, ya que el mandato popular logrado a través de la historia, le impide a los gobernantes tener todo el control del congreso, premisa que hoy en día, un grupo político identificado con un partido y un ex gobernador en campaña, pretenden traer del pasado. Esto es «atentar en contra del principio de representación en la democracia.»
Aún así, nos enfrentamos a un problema de gobernabilidad, que no necesariamente significa que la «parálisis de gobernabilidad, sea un problema de mayorías.» Lo que se ha perdido, precisamente » es algo que siempre ha estado ahí, el arte de la política y de construir acuerdos.»
Si lo que queremos preservar es la pluralidad, y lo vemos como un activo y no como un pasivo, también podríamos empezar a ver hacia otros lados, como en Estados Unidos, donde la pluralidad se expresa en auténticas coaliciones legislativas, alrededor de programas de gobiernos parlamentarios en favor de la sociedad.
En el momento de su intervención, Rafael Garduño García, director de Capacitación del Instituto Electoral del Estado de México, recordó que previo a la cláusula de gobernabilidad, lo que teníamos era un partido hegemónico, el cual monopolizaba todo el sistema político mexicano.
Subrayó que el crecimiento de las fuerzas políticas, representadas en las cámaras, no fue hasta la década de los años 80´s del siglo pasado, gracias a la reforma político electoral de 1977.
Este ha sido uno de los factores de incidencia, por el cual se entiende que las grandes reformas del país no han sido posibles. Y «no han sido posibles, gracias a que la población le ha quitado el privilegio a los partidos de monopolizar la acción del Congreso dela Unión, y con ello prevalecer sobre la creación y ejecución de leyes.
A partir de ese entonces, no ha existido una sobrerrepresentación, y evitar que los partidos tengan mayorías calificadas, para imponer programas de gobierno de un sólo sentido, o sea, que dejen fuera las expresiones opositoras como lo fue recurrente en el siglo XX en el país.
Mencionó que «la voluntad del pueblo, según el artículo 39, puede en cualquier momento aglutinar el sentido de su voto, sin embargo, en la forma de asignación de diputados de representación proporcional» el esquema aritmético redistribuye la voluntad popular en favor de las distintas corrientes políticas del país.
Este es un factor que rompe la representación proporcional, ya que la eficacia del voto habla de una concentración del voto en un sólo sentido, sin embargo, la constitución evita una sobrerrepresentación en las cámaras. La distribución de candidatos, vive en el sentido de la cantidad de población en un estado, que en la votación emitida directamente. Es así que la votación, pasa por el filtro condicionante por el principio de representación proporcional.