Pinta para bueno el año en el campo, pero no hay dinero para sembrar
* Subsidios se han hecho chiquitos; se ocupan 104 litros de Diesel por hectárea
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Jerez de García Salinas, Zac.- Las tierras en la Ermita de los Correa, como en gran parte del municipio, están bien llovidas, pero ahora no hay dinero para sembrar; es una lástima, el año pinta para bueno sin embargo a estas alturas, los campesinos no han podido trabajarlas porque muchos no tienen recursos.
Así se lamentó el campesino Julio Félix Pérez, líder agrario de aquella región colindante con el municipio de Fresnillo, donde el maíz y el frijol son los cultivos tradicionales y quien afirmó que del área de temporal, sólo se ha trabajado el 10 por ciento.
Dijo que no obstante que la gente del campo está esperanzada al Procampo, éste no llega aun y se supone que debe entregárseles en forma oportuna, para que adquieran algunos insumos y preparen la tierra para la siembra, pero se esperaba desde el mes de mayo y no llega nada.
Se suma a ello la carestía en productos como el diesel que supera en este mes los 13 pesos por litro y para llevar a cabo las seis actividades fundamentales en el campo, preparar, emparejar, sembrar, repasar, asegundar y cosechar, se consumen en promedio 104 litros por hectárea, por lo que resulta incosteable, ante los bajos precios de venta.
Afirmó que la ayuda del gobierno es insuficiente y paulatinamente se va haciendo nada, pues mientras los costos de producción suben año con año, el monto de ayuda queda igual. Recordó que en tiempos de Vicente Fox, se otorgaba el 50 por ciento de subsidio al diesel, mientras que el año pasado se redujo a sólo un peso por litro.
En el campo vamos para atrás, pero eso sí, nuestros gobernantes presumen que es la prioridad y aseguran que dan muchos apoyos pero en realidad no es nada, se les olvida que el campesino es quien les da de comer, o no sé si lo que quieran es irnos despareciendo para abrirle el paso a productos transnacionales, dijo el líder agrario, con cierta tristeza en el rostro, aunque con una resignación que da la certeza de que seguirán luchando y confiando en el campo.
LNY/RECV