Pese a no terminar la preparatoria jóvenes pueden trabajar: SEP
México, DF.- Para la Secretaría de Educación Pública (SEP) los más de 19 millones 275 mil jóvenes de 15 a 29 años de edad que están en condición de rezago educativo —porque son analfabetas, no concluyeron la primaria o la secundaria— y los que no realizaron estudios de bachillerato, tienen posibilidades de desarrollo en empleos regulares, el comercio informal, en los oficios o en opciones educativas abiertas o a distancia.
La expectativa que tiene la secretaría para quienes forman parte del bono demográfico de México, y tienen una escolaridad por debajo del bachillerato, “no es una mirada pesimista respecto de su porvenir, se reconoce con realismo que tienen disminuida su expectativa de ingreso, pero no están marginados de la economía y de la vida”, aseguró Miguel Ángel Martínez, subsecretario de Educación Media Superior.
Luego de que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) diera a conocer el primer informe diagnóstico de la situación del bachillerato en México, el funcionario aseguró que el bono demográfico del que forman parte, y que representa más de 19 millones 275 mil jóvenes, no se ha perdido, es posible recuperarlo, pero lo que “pretendemos es transformarlo”.
“Hay gran cantidad de personas que no completaron su educación media superior y que están en empleos regulares; hay personas que están dedicadas al comercio informal. Hay personas que combinan actividades laborales con actividades de regularización de sus estudios, a través del Instituto Nacional de Educación para los Adultos, si se refiere a la educación básica o a través de la preparatoria abierta o a distancia”.
Aseguró que de 2008 —año del que el INEE toma datos para su análisis— a 2011, la SEP ha realizado acciones para ofrecer becas, atender sus necesidades de desarrollo social y de la salud de los jóvenes que asisten al bachillerato, a partir de Construye T, o desarrollando una estrategia para reducir la deserción escolar. “No digo que sea un cambio brutal, pero esos indicadores se han movido un poco”.
Al recibir a un grupo de reporteros en su oficina, el funcionario consideró que el informe del INEE hace una “caracterización completa” del subsistema que es útil, aprovechable y ofrece una “línea de base para medir” cómo se encontró el subsistema en 2009.
“Todas las cifras publicadas (por el INEE) son válidas y ciertas”, afirmó el subsecretario. Sin embargo, agregó que desde esa fecha la SEP impulsó una reforma a ese sistema.
Uno de los cambios suscitados, desde entonces, es el indicador de deserción escolar, el cual se redujo primero a poco más de 15% en 2010, y luego a 14.5% en 2011.
Lo que hace que en términos de una generación de alumnos del bachillerato desertaran 45.5% y no 48%, como estimó el instituto de evaluación.
“El secretario de Educación, Alonso Lujambio, ha señalado la necesidad de acelerar los cambios. En el caso de la deserción, nos parecía malo 16%, y nos sigue pareciendo que 14.5% sigue siendo un drama silencioso que ocurre en las aulas, porque reduce las posibilidades de una vida y desarrollo adecuado de los jóvenes”.
Reconoció que la educación profesional técnica que ofrece el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) es la que presenta el mayor índice de abandono escolar por parte de los jóvenes, pero atribuyó al “cambio de los planes de estudio y a que dejó de ser un bachillerato con una opción terminal”, la razón de que una cuarta parte de los alumnos deserte de las aulas.
El subsecretario comentó que para los 11 millones de jóvenes que concluyeron la secundaria y no continuaron sus estudios de bachillerato, la Secretaría de Educación Pública ha desarrollado el sistema de Preparatoria Abierta, que hoy tiene 400 mil estudiantes activos.
El Universal
