Personal de seguridad de un centro recreativo debe de dar eso…seguridad
BRAYAHAM SOTO GUTIÉRREZ
En referencia al escándalo que aconteció el pasado fin de semana en un bar o CERVECERÍA en la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas, “de moda”, ya que es sabido que en Zacatecas a los bares, antros y centros de diversión se les cambia seguido el nombre, teniendo éxito sólo dos o tres meses y después pasan a estar más despoblados que una biblioteca.
Gracias a la tecnología y rapidez que muestran los medios electrónicos o mejor conocidos como redes sociales, hoy en día es fácil hacer viral un video en cuestión de segundos; tal y como sucedió con la filmación donde personas encargadas de la seguridad de un afamado centro de esparcimiento que se encuentra en la frontera de Zacatecas y Guadalupe, les dieron una SENSACIONAL MADRINA a unos jóvenes que habían ido con el fin de divertirse; y lo único que lograron fue que esa noche fuera inolvidable para ellos, a causa de esos golpes recibidos.
Dentro de las garantías de los seres humanos que tienen dentro de la sociedad, es el DERECHO A LA DIVERSIÓN, es cierto que hay lugares que el Estado debe proporcionarlos y otros que deben de ser de mero CARÁCTER PRIVADO, por su Contenido o por lo que se Ofrece ahí. En estos últimos lo que el Gobierno si debe de regular es el espacio donde se plantea poner un antro o bar, para evitar accidentes debido al amontonamiento de personas, al igual que el procurar tener la debida comunicación con los guardias de seguridad y con quien se encargue del establecimiento, para estar al pendiente de que hay permisos y licencias para la vendimia de las chelas o pomos que ahí se venden.
Como es sabido este acontecimiento del reciente fin de semana marcó a muchos, pero principalmente a los chavos que quedaron inconscientes. Dando origen a diversas perspectivas dentro de la población de la metrópoli, un servidor como Joven muestra la preocupación porque ya no hay certeza de regresar con bien a casa, cuando uno se propone salir a distraerse un poco, para dejar a un lado los problemas o la rutina cotidiana; parece que ya hay más peligro adentro que afuera de un asentamiento recreativo, se corre el riesgo de que los encargados de darnos seguridad nos golpeen.
Como Abogado llega a la conclusión que los ordenamientos legales que nos rigen no han sido suficientes, no se ve ese respaldo del anhelado amparo a los que van al antro, ni a los que trabajan ahí, y mucho menos a los vecinos de los lugares destinados a la diversión nocturna. Por lo pronto ojalá se haga una investigación minuciosa de lo sucedido y levanten cargos contra quien resulte responsable.
Se requiere mayor intervención por parte del Estado para que las noches (principalmente de los fines de semana) en que uno pretenda divertirse, sean tranquilas. Es necesario que se den rondines policiacos y hacerle como en las bodas y quince años que se realizan en los salones ejidales o auditorios municipales, dos policías en la puerta.
Por último, se hace la invitación a los jóvenes que van en plan de cotorreo a que lo hagan con moderación, que si van a consumir alcohol sea de forma responsable. Al personal encargado de brindar la seguridad, que den eso…Seguridad y no hagan uso de la violencia contra los clientes; porque estarían actuando con una notoria desventaja, no están alcoholizados y cuentan con habilidades de defensa personal mayores a las de quienes acuden en calidad de usuarios del servicio. Al contrario, hagan buen uso de sus capacidades y demuestren que ese trabajo es digno, no se enganchen con los clientes, sabemos que es difícil lidiar con borrachos, mejor cuando estén frente a alguien pasado de tragos que esté en un plan incómodo de inmediato mándenlo a la policía (porque se supone que tienen comunicación con el área de seguridad pública).
Para esos chavos y su familia hubiese sido preferible que esa noche durmieran en los separos y no en el hospital. Porque es muy triste para los padres de familia que sus muchachos se van a las fiestas en buenas condiciones y regresen a casa con el maquillaje de Cristo de Iztapalapa después de la crucifixión.
Y para los dueños o gerentes de los centros donde se venden bebidas alcohólicas durante la convivencia se les solicita que estén al pendiente de la capacitación y desempeño de su personal de seguridad, al igual de lo que acontece en el establecimiento y en la zona aledaña del mismo, para que no incurran en responsabilidades que después les pueden ocasionar problemas, como multas o la clausura del inmueble. Procuren que las reuniones que ahí se lleven terminen en Diversión y No Pase La Tragedia (Como diría Willy González).