Olas de violencia en el Valle de Toluca
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Para el armador de las carcasas editoriales, la violencia que se vive desde hace varios meses, y quizá años, en Toluca… Mmmm no, no sólo en Toluca y u Valle, sino en todo el estado de México, tendría que ser algo que no sólo preocupe, sino ocupe a las autoridades estatales o federales, sino por obviedad a las municipales. Y es que ocurren a cualquier hora del día y a la vista de todos. La delincuencia perdió la vergüenza y la clandestinidad, al parecer también nuestras autoridades.
El reto en lo inmediato es generar confianza a la sociedad, y no es tarea fácil, nunca lo será, y es que no existe una bola mágica que nos anticipe dónde se cometerá un delito pero, en las sociedades modernas, una de las acciones preventivas contra el crimen, se concentra en la infraestructura de servicios urbanos, es decir, en calles iluminadas, en control del ambulantaje y el comercio informal, en patrullajes permanentes y operativos frecuentes en colonias identificadas como de alta incidencia delictiva, amén de eficientar las investigaciones del Ministerio Público.
Se trata, en resumen, de apoyar a los guardianes del orden en sus tareas, con el respaldo de áreas administrativas, porque si seguimos dejando que sea la sociedad quien tomé o asuma la seguridad en sus manos, comenzando con mantas y linchamientos, pronto el caos se apoderará de las calles y, recordemos que en la condena social, siempre será más fácil perseguir a un ciudadano que se hace justicia, que a un delincuente que se escuda en la impunidad.
Y quizá por eso el delito crece, porque la justicia es más que la impunidad, pero siempre será más recurrente repetirnos la frase de “Somos más los buenos”, así que a cuidarnos y a nuestras autoridades, prenderse el foco…
Colofón.- Familias políticas en pugna
Mientras degusta de un suculento asado brasileño de espadas, con cortes finamente trazados, humedecidos por el jugo de limones de temporada y naranjas dulces, con rodajas de pan de ajo y queso panela asado, acompañados de chilitos toreados, huacamole, y limonada mineralizada, el hacedor de los recodos anti moralistas entiende que el director general de la Profeco, Ernesto Nemer Álvarez, al destaparse, no sólo cimbra al resto de los contendientes, también a las familias políticas mexiquenses, concentradas en algunas familias, incluida la de los Nemer y los Monroy, familia estos últimos del propio presidente de la República.
Cuentan quienes saben, o no saben pero pregonan, que el mapa conceptual de las opciones electorales del Revolucionario Institucional, está encabezado por nada más y nada menos que el patriarca Arturo Montiel Rojas y debajo de él, del lado derecho la familia de Atlacomulco, de ese grupo inexistente que existe; del lado izquierdo la rebeldía familiar del Valle de México, que concentra sus posiciones desde Ecatepec; y en el centro los parientes de la mitad, entre el Valle de México y el centro del estado, que van desde Huixquilucan hasta Toluca y Metepec.
Los nombres que suenan en el recinto tricolor se encuentran sentados algunos en curules estatales y federales, en ambos gabinetes, federal y estatal, y por supuesto, en posiciones de liderazgo político y dirigencia, pero no s ve nada en los municipios. Allá, en esos, parece que la apuesta se concentra en la reelección… Nombres, nombres, nombres… Ok, primero el amanuense lo deja para su reflexión y la semana entrante le damos apellidos.
Susurros: Fernando Zamora se enojó
Susurran en los pasillos del edificio de Independencia y Bravo, que el adalid Fernando Zamora está enfadado con ciertos personajes de su cuerpo edilicio, sobre todo con los responsables de sus áreas de cultura y de servicios públicos. El primero por confrontarlo con el rector de la UAEM y el segundo por contribuir a la reprobación pública por el trabajo de sus inspectores. El regaño es simple, o resuelven con respeto o se van… Hasta otro Sótano.
Twitter: @raulmanduj
