Nuevo Escenario en el congreso
El congreso zacatecano entró en la presente semana en el período de rendición de cuentas de sus 30 legisladores, quienes a la manera y al estilo pero sobre todo, motivados por sus pretensiones futuras, dan a conocer sus respectivos informes parlamentarios.
El rito es el mismo, solo cambia la forma y los escenarios. En el horizonte de los diputados locales no se observa un toque diferente, algo que los haga distintos o que evidencie una forma diferente de comunicarse con sus representados.
Algunos solo leen su informe en un recinto público o en el congreso, otros estiman que es mejor dar 12 o más informes en distintos rumbos de su distrito y otros más, invitan a figuras de primer nivel de su partido.
El jueves pasado los diputados Benjamín Medrano (PT) y Gerardo Ramírez (PVEM) se enfrascaron en reclamaciones mutuas sobre la productividad parlamentaria y el acarreo en la realización de informes y demás vicios que ha caracterizado a la actividad política. Eso si, las incriminaciones se las hicieron con mucho “aprecio”.
Más allá de lo anecdotario en el presente periodo ordinario de sesiones del segundo año de ejercicio legislativo de la LX legislatura del congreso zacatecano, se realizó un reacomodo en la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política (CRICP) que en los próximos seis meses será presidida por el perredista Luis Gerardo Romo Fonseca, quien cedió la coordinación de su fracción a su compañero de bancada Francisco Javier Carrillo Rincón (PRD).
La Comisión de Patrimonio, Planeación y Finanzas es presidida por Ana María Romo Fonseca (PRI) quien por cierto, recibe esta comisión de manos de su hermano Luis Gerardo.
En algunas coordinaciones parlamentarias también se han realizado algunos cambios. En la priista, por ejemplo, José Marco Antonio Olvera Acevedo cedió el liderazgo Felipe Ramírez, ex alcalde del Teúl de González Ortega, en tanto que en las fracciones parlamentarias de Acción Nacional y del Trabajo no ha habido modificaciones.
Ángel Gerardo Hernández y Saúl Monreal continúan al frente de las fracciones parlamentarias del PAN y del PT respectivamente.
En donde si hubo cambio y bronca como consecuencia, fue en la fracción parlamentaria de Convergencia por la Democracia. Alfredo Barajas Romo no quiso ceder el liderazgo a su compañera de fracción María de la Luz Domínguez Campos, y ello provocó un problema jurídico parlamentario que podría desencadenar otras consecuencias.
No es posible que el congreso haya decidido –mientras se ponen de acuerdo los diputados de Movimiento Ciudadano, antes Convergencia- suspender su representación en los órganos de gobierno y finanzas y del resto de las comisiones.
El congreso, en este caso la CRICP, debe resolver en orden a lo que mandata la voluntad de la dirigencia nacional y estatal de un partido político, y resolver apegado a la jurisprudencia parlamentaria y sentido común de la coyuntura política, lo concerniente a la representatividad de los órganos parlamentarios.
Evadir la voluntad de una dirigencia política se puede interpretar como un intervencionismo parlamentario en las decisiones autónomas de una organización partidista. El congreso, la CRICP, tendrá que resolver en lo inmediato, so pena de incurrir en fallas jurídicas por no estar plenamente representados sus órganos de gobierno.
Condiciones para construir agenda única
Pero lo que en se observa en estos momentos en el congreso estatal, es un ánimo plural de construir una agenda parlamentaria común, que permita darle certeza a la conducción política del estado, más allá del ejercicio de la crítica de algunos de los integrantes de este Poder legislativo.
La construcción de una agenda parlamentaria común le daría certidumbre a la toma de decisiones, pero sobre todo, le proporcionaría rumbo a la conducción política del estado.
Si los diputados logran ponerse de acuerdo y establecen una comunicación directa con el Ejecutivo del estado, que permita darle equilibrio a través del consenso a la conducción estatal, se estaría en condiciones de cerrar positivamente un año de desgaste para los actores políticos, en momentos de alto riesgo para la estabilidad de Zacatecas.
El cambio del discurso de algunos actores críticos en el parlamento zacatecano está dando muestras de voluntad política para conjuntar esfuerzos en la conducción del estado.
En este contexto es importante señalar que las exclusiones partidistas y los rencores personales no tienen cabida. (FIN)