Normalistas exigen diálogo y presupuesto tras tomar casetas en Zacatecas

Loreto, Zac.- Los estudiantes de la Normal Rural «General Matías Ramos Santos» escalaron su protesta este lunes con el bloqueo de las casetas de peaje en Vetagrande y Calera, luego de que la Secretaría de Educación del estado (Seduzac) incumpliera compromisos clave para el funcionamiento de su internado. El paro indefinido, respaldado por la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), busca presionar a las autoridades a atender cinco demandas urgentes.

Uno de los reclamos centrales es la entrega formal del «techo presupuestal» actualizado, un documento que detalla los recursos asignados a la institución. Los normalistas aseguran que, sin esta información, no pueden garantizar la operatividad del internado, donde residen decenas de alumnos de escasos recursos. Exigen transparencia en el manejo de fondos, especialmente tras retrasos en pagos de becas y mantenimiento de instalaciones.

Los estudiantes reclaman una audiencia «resolutiva» con la secretaria de Educación, Gabriela Pinedo Morales, para revisar los compromisos firmados el 8 de enero, que incluyen mejoras en infraestructura, seguridad alimentaria y acceso a materiales educativos. Según los manifestantes, las promesas han quedado en papel sin acciones concretas. «No hay voluntad política; nos obligan a radicalizar las protestas», declaró un vocero de la FECSM.

El pliego petitorio también demanda el respeto a su organización interna, tras denunciar intentos de dividir al movimiento. Además, exigen que cese la estigmatización contra las Normales Rurales, históricamente señaladas por su activismo. «No aceptaremos más operativos policiales ni intimidación. Somos estudiantes, no delincuentes», advirtieron.

Contexto: Un modelo educativo bajo asedio

Las 15 Normales Rurales del país, fundadas en 1922 para formar maestros rurales con conciencia social, enfrentan recortes y abandono sistemático. La de San Marcos, con 94 años de historia, es una de las últimas en resistir en el norte de México. Sus alumnos, muchos hijos de jornaleros, ven la escuela como su única oportunidad de profesionalización.

Mientras la Seduzac guarda silencio, los normalistas advierten que extenderán las movilizaciones. «No nos queda más que la calle. Nuestras demandas no son privilegios, son derechos», insistieron. La toma de casetas, una medida recurrente en sus protestas, busca visibilizar su lucha en un estado donde el 42% de las escuelas presenta carencias básicas, según datos oficiales.

LNY/Redacción