Noche gris en la Santa María de Querétaro
MARIANO INFANTE
Querétaro, Querétaro.- La empresa queretana vistió un cartel de lujo con el diestro de Chiva, Enrique Ponce y Diego Silveti, para lidiar astados de La Estancia, que resultaron desiguales en juego y trapío. Una corrida nocturna que comenzó a las 20:30 horas, con un lleno hasta el reloj con ligeras lluvias.
Corrió en primer turno, Enrique Ponce vistiendo un terno corinto y oro para despachar en primer plano a Flor de Jara, de 484 kilogramos, que fue regresado a los chiqueros de la plaza por falta de presencia y siendo sustituido por Debutante con 475 kilogramos de la dehesa de Marrón, al que el valenciano saludó con cadencia con el percal. Para el comienzo de faena llegó un toro desgastado por el sobrado castigo de varas, Ponce estuvo voluntarioso con el burel y sobrepasando las condiciones que este le presentó, en una faena derechista el maestro se mostró con gusto para después dejar una estocada hasta los gavilanes.
Serenado con 467 kilogramos. Otro toro falto de presencia reprobado por el tendido pero no así por el juez de plaza, al que toreo con sabor valenciano y ritmo de la casa, toreando a la poncina y tandas con profundidad rematándolas de pitón a rabo. Malogrando su labor por fallas con la espada con un pinchazo hondo y cinco golpes de descabello.
Pincha Sapos de 487 kilogramos, un toro alto de agujas, el quinto de la noche en saltar al albero que resultó emplazado desde el primer tercio de la lidia, para el tercer tercio el de Chiva poco lució su tauromaquia pues el burel manseaba y probaba la muleta del diestro y no colaboró con él. Lo estoqueó a la brevedad y señaló nueve golpes de descabello.
Un regalo fue el que anunció Enrique Ponce para lidiar en cierra plaza a Novedoso, con 465 kilogramos. Un Marrón que no cumplía con el trapío para la plaza. El coleta toreo meciendo al toro en el capote y quitó por delantales. Con la franela trató de ayudar al astado que acosaba debilidad, que fue de más a menos y que volvía en un palmo de terreno. Lo toreó a media altura consintiendo al burel, para mandarlo al desolladero con un pinchazo y tres golpes con la cruceta.
Diego Silveti, vistiendo en obispo y bien rematado en oro, lidió a Agua de Nieve, con 472 kilogramos, un paliabierto de La Estancia, con una tarda embestida que no dejó lucir el percal de Silveti, un toro que no entró en la muleta y con una arrolladora embestida que hizo sudar la gota gorda al oriundo de Guanajuato, que no se quedó de manos cruzadas y sacó la casta y valor sobrepasando las condiciones del astado. Dejó una estocada entera después de un pinchazo.
Ocote de 483 kilogramos, el segundo de su lote, al que saludó de hinojos y bregó hacia los medios. Con la jerga, el hijo del Rey David, se pegó un arrimón pasando apuros siendo prendido de la taleguilla sin consecuencias graves. Robó muletazos al astado llevándose el reconocimiento del tendido. Lo caló con el acero por lo que perdió los trofeos y retirarse entre palmas.
El sexto de la noche Palo de Rosa con 489 kilogramos, un alunarado al que Silveti recibió con parones y toreo por chicuelinas y acompañó al caballo en chicuelinas andantes, quitó por impávidas gaoneras. Comenzó su trasteo muleteril por estatuarios en los medios y realizó una faena tremendista y que caló hondamente con el tendido que gritaba «torero, torero».
Finalizó su labor con bernardinas demostrando que el valor le pudo al arte. Metió dos estocadas hasta los dedos de poco efecto, pasaportándolo al primer golpe de descabello.
Twitter: MarianoInfante4