No se vale confrontar a la gente

Héctor Alvarado GómezHÉCTOR A. ALVARADO GÓMEZ

La protesta que realizaron la semana pasada, los profesores del Movimiento Democrático del Magisterio Zacatecano (MDMZ), en contra de la Reforma Educativa, puso en evidencia al Gobierno del Estado, no sólo por su incapacidad de diálogo y persuasión con los docentes para que liberaran las instalaciones de escuelas, Presidencias Municipales, la Secretaría de Educación, y todo el complejo de Ciudad Administrativa que mantuvieron tomadas, paralizando a la administración estatal durante una semana, sino porque los  obligó a mostrar su peor cara, esa que intentó generar odio en contra de los maestros y confrontación social entre el MDMZ y los trabajadores de la Secretaría de Infraestructura.

El discurso de odio en contra de los maestros lo inició el secretario de Educación, Marco Vinicio Flores, quien prefirió salir a los medios de comunicación a decir que los maestros no querían a Zacatecas, eran enemigos del estado, afectaban a la gente sin razón, y que atrás de ellos estaba el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que en Zacatecas encabeza Luis «El Oso» Medina.

A ello se agrega el boletín emitido por la Coordinación de Comunicación Social, donde dice que el gobierno está paralizado por la protesta de los maestros, argumentando que «se ha impedido se procese el pago a 30 mil docentes, nueve mil burócratas y a la totalidad de proveedores de la administración estatal». Como si el dinero lo tuvieran en los cajones del escritorio, no hubiera sucursales bancarias o banca electrónica.

También menciona el boletín que derivado del bloqueo en Ciudad Administrativa, 450 empleados de raya de la Secretaría de Infraestructura, que cobran por semana, no habían recibido su salario. Situación que contrastó totalmente con las declaraciones de los propios trabajadores de SINFRA, que afirmaron ante las cámaras de los medios de comunicación, «que llevaban tres semanas sin que les pagarán», lo que deja al descubierto que no era culpa de los maestros, sino del propio gobierno.

Alejados -.extrañamente–, de su adicción a reprimir con policías cualquier bloqueo que no les guste, los funcionarios pasaron del discurso de odio a intentar que la sociedad confrontara a los maestros, sin medir el riesgo de que hubiera violencia entre trabajadores de la educación y empleados de la administración estatal.

El miércoles 23 de octubre enviaron a unos cien trabajadores de SINFRA, a “protestar” contra el grupo de aproximadamente 400 docentes plantados en Ciudad Administrativa, y les exigieran que liberaran las instalaciones, lo que generó una discusión entre educadores y obreros donde afortunadamente no se generó violencia gracias a que privó la prudencia, a pesar de lo ríspido del diálogo.

Sin embargo, el discurso de odio generado por los funcionarios públicos continuó y el intento por confrontar a la gente con los maestros no se detuvo.

Al día siguiente, jueves 24 de octubre, se presentaron en Ciudad Administrativa, unos 350 trabajadores de la construcción para reclamar a los maestros por bloquear el complejo gubernamental, todos ellos iban encabezados por el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Salvador González García, pero se llevaron la sorpresa de que los maestros ya no estaban, habían abandonado las instalaciones del gobierno desde las primeras horas de ese día, para realizar una marcha por el Centro Histórico de la capital y, según algunas versiones, porque habían recibido el ofrecimiento del secretario de la Función Pública, Guillermo Huizar Carranza, de instalar dos mesas de diálogo donde se atenderían sus demandas.

¿Se imagina que hubiera ocurrido si el grupo de trabajadores de la construcción, azuzados por el presidente de la CMIC, se hubieran topado con los maestros? ¿Hubiera prevalecido la prudencia y el diálogo por encima de los reclamos? ¿Era necesario provocar desde el gobierno que la sociedad se confrontara?

Con el sorpresivo abandono de Ciudad Administrativa, los maestros demostraron ser más astutos que los funcionarios del gobierno, donde hubo algunos como el secretario general de gobierno, Francisco Escobedo, que a las 15:00 horas no sabía con precisión si en realidad los docentes habían levantado el plantón, ni que fue el secretario de la Función Pública el que los había convencido; y mientras él declaraba en el noticiero del periodista Juan Gómez, que los docente levantaron el plantón por el diálogo y los acuerdos con el gobierno, ellos le bloqueaban el bulevar Adolfo López Mateos.

Al fin terminó la semana de protestas del MDMZ, se llevó a cabo una mesa de diálogo y se firmó una minuta de acuerdos que tanto el gobierno como los maestros están obligados a dar a conocer, en aras de la transparencia ante los ciudadanos que sufrimos su confrontación.

Pero más allá de ello, vimos a unos maestros que lograron poner en evidencia a un gobierno que se mostró incapaz de conducir el reclamo de los docentes contra la Reforma Educativa, y que optó por el discurso de odio y confrontar a grupos de trabajadores para intentar resolver esta situación, y eso no se vale.

Twitter: @hectoralvaradox

Correo: [email protected]

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