No hay avances sin igualdad: Aragón
El respeto a los derechos de la diversidad sexual ha sido una de las premisas fundamentales por las que los miembros de Foro Nuevo Sol siempre hemos luchado, pues entendemos que sin igualdad en todos los ámbitos sociales no podremos lograr avances que coloquen a nuestro país como la nación de vanguardia a la que aspiramos, así lo manifestó su coordinadora nacional, Hortensia Aragón Castillo.
Celebramos que el gobierno que encabeza Marcelo Ebrard haya sabido reconocer la importancia que tienen para el desarrollo social, económico y cultural de la capital del país las contribuciones que han hecho aquellas mujeres y aquellos hombres que manifiestan preferencias sexuales diferentes.
No obstante, es decepcionante admitir que a nivel general persisten los tabúes que nos mantienen a la retaguardia de las naciones líderes, cuya bonanza y progreso va aparejada con el reconocimiento a la pluralidad de opiniones y pensamientos.
A diferencia de lo que se ha hecho en la ciudad de México, en donde en 14 años de gobierno el PRD ha reconocido con leyes el derecho de los grupos con preferencias sexuales distintas a la seguridad social, al matrimonio, a la adopción de hijos para conformar una familia, en otras entidades persisten opiniones retrógradas como las que hizo Salvador Martínez Ortiz, diputado local panista en el Congreso de Querétaro, presidente de la Comisión de la Familia de dicho órgano legislativo.
Como una muestra de su pequeñez como político y su estrechez mental, el personaje en cuestión declaró que los homosexuales no pueden ser impulsados por partidos políticos como candidatos para algún cargo público “porque se atenta contra los valores de la familia” y “contra el derecho natural de convivencia”, afirmaciones que merecen todo nuestro repudio y que deberían de llenar de vergüenza a quienes piensan igual que él.
Desafortunadamente, tan lamentables opiniones no son exclusivas de un partido o de un grupo social, pues según datos que arroja la más reciente Encuesta Nacional de Discriminación 2010, casi la mitad de los mexicanos (43.7 por ciento) admite que no estaría dispuesto a permitir que en su casa vivieran personas homosexuales.
De persistir actitudes tan reprobables, el evento en el que el gobierno federal elevó a rango constitucional el reconocimiento de los derechos humanos de todos los mexicanos, quedará como un mero acto demagógico que dolorosamente se podría traducir en delitos de corte homofóbico que estamos a tiempo de evitar.
Más que una celebración, la Marcha del Orgullo Gay debe ser considerada como un acto por medio del cual los homosexuales, lesbianas, transgénero y travestis del país exigen a los políticos de los tres niveles de gobierno del país que aquilaten los aportes que por décadas han hecho al país y que a la brevedad concreten iniciativas que garanticen realmente sus derechos, sobre todo el de ejercer su sexualidad con libertad.
Los miembros de la comunidad gay no pueden esperar a que la izquierda que representa el PRD llegue a la presidencia de la República para que se reconozca que tienen los mismos derechos y obligaciones que el resto de los mexicanos que trabajan y contribuyen con sus impuestos al progreso de la nación.
