Nadie nace violento, se hace violento: Alicia Villaneda
Guadalupe, Zac.- El Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer ofreció al personal al servicio del órgano electoral, hombres y mujeres, una conferencia con el tema Ideología y Poder: Hostigamiento y acoso sexual, a cargo de la directora ejecutiva de Paridad entre los Géneros, Alicia Villaneda González.
La presentación de la conferencia estuvo a cargo de la consejera presidenta del IEEZ, Leticia Catalina Soto Acosta, y también estuvo presente la presidenta de la Comisión de Paridad entre los Géneros, la consejera electoral Sonia Delgado Santamaría.
Villaneda González inició su exposición con una tesis Para entender la subordinación histórica de la mujer, tenemos que entender qué es la ideología. Explicó que la ideología es el universo de creencias, concepciones, pre-juicios, ideas que se dan por hecho y no se cuestionan. La ideología es propia de una época o de una sociedad determinada. Se torna en discursos privilegiados, validados socialmente, mediante los cuales las personas dan por hecho –y por ende, legitiman– ciertas ideas, prácticas y conductas de su experiencia de vida. El patriarcado es un sistema ideológico.
Mencionó además que la institucionalización del poder, en este caso el del sistema patriarcal, se logra construyendo discursos que legitiman algunas ideas y prácticas, y rechazan y reprueban otras.
Sostuvo además que la violencia siempre conlleva poder, y el poder es una construcción cultural, histórica. Nadie nace violento, se hace violento. La violencia es el despliegue del poder; más precisamente, es un abuso del poder.
Dijo además, que el patriarcado forma parte de nuestra ideología (sexista). La cual siguen imponiendo quienes ostentan poder. El machismo es la expresión más evidente del patriarcado, y lo sostienen tanto hombres como mujeres, forma parte de una ideología, la que poco a poco se va deconstruyendo.
La directora ejecutiva de Paridad entre los Géneros del IEEZ señaló también que culturalmente y desde los discursos privilegiados, a lo femenino se le ha asignado menor valor que a lo masculino; generando relaciones de poder desiguales entre mujeres y hombres. La devaloración hacia lo femenino la ejercemos las mujeres y los hombres, a excepción de quienes se adhieren al feminismo.
Explicó además que la Violencia contra las mujeres, se enmarca en la tendencia histórica de controlar la vida de las mujeres, sobre todo, a través del control de sus cuerpos. Para ello se reafirman los estereotipos que la ubican como un objeto sexual.
De igual manera se refirió a la violencia hacia los hombres, y dijo que los hombres también han sido desvalorados y marginados cuando no reúnen los valores del universo simbólico de representaciones sexistas que se cree debe tener todo hombre. “La violencia contra los hombres la ejercemos los hombres y las mujeres por igual”.
Precisó que la violencia contra las mujeres se llama Violencia de Género. La violencia contra las mujeres es la que se ejerce contra ellas –precisa y particularmente por ser mujeres–.Tiene como fin subordinarlas, sujetarlas, dominarlas; y al fin, anular la igualdad de oportunidades sociales, minimizando o anulando sus derechos humanos fundamentales.
Una de las formas de violencia más común contra la mujer es el uso de la fuerza física. Sin embargo, existen otros tipos de violencia que se encuentran en el plano emocional o subjetivo y que forman parte de la ideología patriarcal; las que a veces no se reconocen como violencia, sino como “amor”, como “protección”: “Lo hago porque te quiero…”, “Algo habrá hecho para merecerlo…”.
Villaneda González advirtió que la violencia contra las mujeres recurrentemente toma la cara del Acoso y/o del Hostigamiento sexual. La mayoría de las víctimas de acoso sexual son mujeres; si bien los hombres pueden también padecer acoso sexual. El caso se torna más tenso cuando quien ejerce el acoso es un superior jerárquico.
Asimismo, dijo que el acoso sexual es considerado una forma de violencia de género, y está relacionado tanto con la violencia sexual como con la violencia laboral. El acoso sexual atenta contra la integridad, la dignidad personal y profesional de la trabajadora afectada, lo que supone un riesgo personal y laboral con importantes consecuencias físicas, psicológicas y sociales. Lo importante a resaltar del acoso sexual es que casi siempre la víctima no hace la denuncia formal, por el temor al reproche social.
Concluyó con una invitación al auditorio: hagamos de nuestra vida una experiencia tal que nos enriquezca, que nos haga trabajar y vivir en espacios libres de violencia, libre de agresiones. ¡Seamos nosotras promotoras de una Vida Libre de Violencia y de Discriminación!
