Mujeres protagonizando el cambio. Triunfo de Morena permite paridad histórica
DAVID MONREAL ÁVILA
Después de las elecciones del pasado primero de julio, México dio un enorme salto hacia la consolidación de su democracia, tanto por ser la primera vez que un verdadero candidato de oposición consigue la victoria en la votación presidencial, como por los avances hacia la paridad de género en la representatividad legislativa.
El congreso de la unión contará con 48% de escaños ocupados por mujeres en la cámara de diputados,y con el 49% en el senado de la república, con lo que se convertirá en el más equitativo de la historia de México, y nos ubicará como uno de los 5 primeros del mundo en términos de representación parlamentaria de mujeres.
Es el mismo caso del nuevo Congreso de la CDMX, donde también habrá paridad de género, con 33 mujeres y 33 hombres ocupando las curules.
De hecho, en 24 cámaras estatales habrá al menos 40% de legisladoras; del total, en nueve entidades incluso habrá más mujeres que hombres legislando (Chiapas, que tendrá 22 legisladoras contra 18 varones; Querétaro, donde habrá 13 legisladoras por 12 diputados; Tlaxcala, con 15 mujeres y 10 hombres; Zacatecas, con 16 contra 14; y Morelos, con 14 diputadas contra seis).
A pesar de que en 7 congresos locales continúa habiendo mayoría masculina (Baja California, Colima, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Nayarit y San Luis Potosí), estos avances nos colocan en el camino correcto hacia una representatividad con espíritu democrático, lejos de la simulación de antaño y hacia la posibilidad de contar con legisladores que representen también a grupos minoritarios, como a personas con capacidades diferentes o miembros de comunidades indígenas.
Cabe destacar que este fenómeno social tiene su origen en la lucha feminista que desde hace varias décadas las mujeres han protagonizado en la conquista de sus derechos políticos y sociales, sobre todo en lo que llamamos la cuarta gran transformación de México, donde juegan un papel fundamental.
Desde 1953, cuando las mujeres consiguieron el derecho a sufragar, la presencia femenina en la vida pública de México se ha intensificado constantemente, al grado de llegar a ocupar puestos claves, pero con evidente desigualdad numérica. Es el caso de las gubernaturas, que sólo 7 mujeres han ocupado a lo largo de nuestra historia.
La agenda feminista tiene muchos objetivos en cuanto a no discriminación, derechos humanos, garantías individuales y sociales, pero quizá el más demandado sea la seguridad de aquellas mujeres que militan en organizaciones de éste carácter, y de todas aquellas que sufren la violencia sistemática ejercida por particulares y funcionarios públicos.
En Zacatecas, la violencia política por razones de género ya es un tipo penal, lo que refleja una preocupación local por estas conductas, y al mismo tiempo retrata la realidad nacional en este rubro.
Sin duda en los próximos años estaremos viendo mucha más actividad de las mujeres en nuestra vida pública, como es el caso de Rocío Nahle, quien será la primera secretaria de estado que tenga Zacatecas. Quién sabe, quizá el próximo sexenio sea una mujer quien gobierne México.