Mueren 52 internos en penal de Topo Chico; se enfrentan bandas criminales
Zacatecas, Zac.- El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, informó que 52 hombres murieron y otras 12 personas resultaron heridas, cinco de ellas de gravedad, tras un enfrentamiento entre dos grupos criminales al interior del penal de Topo Chico, en Monterrey.
El mandatario, conocido como “El Bronco”, dijo en conferencia que los hechos ocurrieron en las áreas C2 y C3, y descartó que hubiera mujeres y niños entre las víctimas. Dijo que el choque fue protagonizado por dos bandas criminales, una liderada por Jorge Iván Hernández Cantú, El Comandante Credo, y la otra por Juan Pedro Salvador Zaldívar, identificado como El Z 27.
El gobernador informó que el enfrentamiento comenzó la noche del miércoles y durante la riña prendieron fuego a una bodega de la prisión donde se guardan víveres. Aseguró que las autoridades controlaron la situación la madrugada del jueves y que ningún reo se fugó.
Rodríguez Calderón detalló que ante la gravedad del caso se “amerita un manejo responsable de las cifras” y por respeto a las familias, dijo, las autoridades estarán a la espera del reporte pericial para dar a conocer la identidad de los fallecidos.
“Estamos viviendo una tragedia”, dijo. “Los hechos en el penal de Topo Chico son dolorosos y lamentables”, afirmó.
El Gobierno de Nuevo León informó que solicitará a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) para que esté presente durante las investigaciones para deslindar responsabilidades.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha reportado que varias prisiones en el país están bajo control de los reos. Así lo informó en 2013 cuando señaló que a partir de visitas y entrevistas encontró que de 101 prisiones, en 65 los reos ejercían un “autogobierno”.
En febrero de 2012, en la cárcel de la localidad de Apodaca, también en el estado de Nuevo León, 44 reos murieron en una riña. Las autoridades responsabilizaron a miembros del cartel de Los Zetas recluidos ahí.
Testigos dijeron a la prensa que tras el incendio se escucharon explosiones y detonaciones. Informaron además que en el exterior del recinto se escuchaban explosiones y gritos de los internos, mientras las fuerzas de seguridad rodeaban el recinto y cortaban los accesos para evitar una fuga masiva de reclusos.
Familiares se apostaron desde las primeras horas de este jueves afuera del penal en espera de información y algunos arrojaron piedras y palos hacia el interior gritando y sacudieron los barrotes para intentar entrar en medio de la desesperación. Mientras “El Bronco” daba información sobre los sucedido, las familias se enfrentaron a la Policía en los accesos a la cárcel, según constató Efe.
Aunque efectivos de la Policía, el Ejército y la Marina cerraron las calles aledañas, pero no pudieron evitar que los familiares, desesperados por la falta de información, abrieran por la fuerza uno de los portones y estuvieran a punto de entrar a las instalaciones penitenciarias.
“Queremos información, nada más. Que no nos echen mentiras, que nos hablen con la verdad”, dijo a la televisión una mujer, familiar de un preso. “Necesitamos que pongan la lista ahí de los fallecidos, de los heridos”, agregó.
Algunos de los parientes de los reclusos arrojaron piedras y obligaron a las fuerzas de seguridad a frenar su intento de entrar a la cárcel.
“Nada más queremos que nos den información de nuestros presos porque estamos desde las doce de la noche pedimos hablar con el alcalde o alguien que nos de información porque no es justo, dicen que hay bastantes muertos, que hay heridos y nada más queremos información. Estamos haciendo todo esto para ver quién sale, porque nadie nos quiere dar la cara”, señalaron los familiares en entrevista para medios locales.
“Vimos el humo, la quemazón, oímos los balazos los gritos, todo. Estamos todos desde las doce de la noche y nadie nos quiere dar información, que venga ‘El Bronco’ y nos de la cara, el alcalde o quien sea”, dijeron.
El motín se inició de madrugada en el penal, el más antiguo del estado de Nuevo León, y tres horas después las autoridades trataban de controlarlo con un fuerte despliegue policial, que incluyó miembros del Ejército, de la Fuerza Civil y de la Policía de Monterrey.
LNY/SinEmbargo/EFE/AP/dpa