Monreal y la licencia de Velasco

GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ

Los acuerdos se cumplen, y el día de ayer la Cuarta Transformación (la de la realpolitik) hizo valer los consensos con los que alcanzó la Presidencia de la República.

Todo parecía indicar que el gobernador/legislador chiapaneco Manuel Velasco Coello, del Verde Ecologista, recibiría la venia para ausentarse de sus tareas en el Senado. De esta manera retomaría el poder en su entidad después de modificar la constitución para sostener tan atípico ejercicio.

Pero, por un momento la Cuarta Transformación (la otra, la virtuosa) hizo valer su mandato moral. Entre el desorden y la división de opiniones de los senadores de la Regeneración Nacional, y un presidente de la Mesa Directiva desprevenido, la voluntad popular pareció cobrar vida.

Fue así que, una parte de la bancada de Morena -no muy convencida de seguir la línea marcada desde lla Colonia Roma- y la fracción del PAN, dejaban sin efecto, en primera votación, el salto del chiapaneco de regreso al gobierno. Bernardo Bátiz Guadarrama, no comprendía lo que acababa de suceder.

La noticia corrío como pólvora y de inmediato las redes sociales estallaron en júbilo. El ánimo de justicia se sació. Líderes de opinión, especialistas, académicos, periodistas, influencers y los mensajeros cotidianos escucharon la negativa con extrañamiento, sin embargo, nadie disimulaba la satisfacción de haber detenido una atrocidad.

Los seguidores del gran líder Andrés Manuel López Obrador, aseguraban incluso que aquello era muestra del control férreo que impondría el presidente electo a los gobernadores de los estados, y que en “la hora cero” de la nueva república, asomaban, despuntantes, los primeros rayos de sol.

En la misma sesión, las bancadas del Senado aprobaron una petición de licencia semejante que presentó el legislador/edil del municipio de Durango, José Ramón Enríquez Herrera.

A diferencia del chiapaneco, al de Movimiento Ciudadano sólo se le cuestionó el no haber argumentado en su petición las razones del por qué pretendía separarse del cargo. No obstante, para todos era conocido que regresaba a gobernar el municipio hasta septiembre de 2019. Su solicitud fue aprobada.

Velasco Coello, con el rostro a punto de descomponerse en ira y confusión, salió del pleno. En su trayecto, únicamente atinó a defender, a la pregunta de los medios de comunicación: “[seré] muy respetuoso de lo que definan los senadores”.

Minutos después, un tuit del perredista Fernando Belaunzarán Méndez, dio luz sobre los consensos irrenunciables que buscaban regresar el orden a la Cámara Alta:

“El @senadomexicano tuvo un minuto de independencia al negar la licencia al desvergonzado Rey Chiquito de @mvelasco, pero alguien les avisó que es amigo de @lopezobrador_ y repondrán procedimiento para otorgársela ¡Qué vergüenza!”.

Después un trino del columnista del diario Excélsior, Francisco Garfias: “El Senado votó en contra de la licencia a Manuel Velasco para que regrese a Chiapas a terminar periodo. Pero que (sic) creen. Van a reponer el proceso. Qué pasó? ¿Quién sabe??”.

No tardaría el coordinador de la fracción priista, Miguel Ángel Osorio Chong, en detener la especulación: “El derecho que tenemos los senadores, los legisladores de poder pedir licencia. Eso está establecido en la Constitución. Yo creo que tenemos que autorizarle esta licencia al senador Manuel Velasco.”

Para entonces, Velasco Coello ya se encontraba operando la nueva votación que aterrizaría Ricardo Monreal Ávila, en fidelidad al pacto de acompañamiento que firmó con López Obrador en la reciente elección.

Alfredo Figueroa Fernández, ex consejero del extinto IFE  y asesor del “candidato sin partido” Emilio Álvarez Icaza Longoria, lo pondría en los siguientes términos tuiteros: “Se votó la negativa de licencia a @VelascoM_ para volver a Chiapas, pero surge ahora la intentona de revertir la votación del Senado. La inminente violación a la Constitución tiene vocero: @RicardoMonrealA. También tiene autor intelectual, uno que doblegará desde hoy al Senado.”

Aliados de viejas batallas, las redes sociales les recordaron a Ricardo y a Manuel aquél episodio de julio de 2015 en que tres ex colaboradoras del entonces delegado de la Cuauhtémoc, fueron detenidas en el aeropuerto de Tapachula, Chiapas, con maletas atestadas de billetes, que sumaban el millón de pesos.

Una llamada telefónica que dio a conocer el perredista Jesús Ortega Martínez durante la campaña presidencial del 2018, clarificaría el vínculo entre el delegado y el legislador/gobernador chiapaneco, y cómo acordaron junto con “el amigo” de la PGR, la liberación de las jóvenes –entre ellas una fresnillense- que lo acompañaban en el aeropuerto.

Dos años después, en agosto de 2017, Velasco Coello participó como invitado distinguido de Ricardo en la boda de su hija María Monreal Pérez. El mismo evento al que asistió también Dante Delgado Ranauro, que ahora respaldaría el voto por Manuel Velasco en pago al voto ofrecido por el presidente municipal de Durango.

Por acuerdo de la Junta de Coordinación Política, los nuevos senadores, en su primer día de sesiones, votarían un mismo asunto en dos ocasiones. Algo inédito, y que marcó una “hora cero” distinta a la que inauguró Porfirio Muñóz Ledo un día antes.

La segunda votación, la definitiva, destrabaría la polémica. Jesús Sesma Suárez supliría por tres años a Velasco Coello como legislador, y el “Güero” regresaría a gobernar la entidad en el mismo lapso de tiempo.

El acuerdo sobrevivió, y Morena pudo refrendar un compromiso de mayor trascendencia (y móvil de la operación de Monreal): el apoyo incondicional de los Verdes para el proyecto de López Obrador en el Congreso de la Unión.

Después de la afirmativa Manuel saludaría personalmente a Ricardo en la curul del negociador estelar de Andrés Manuel. Así se honrarán los pactos en la Cuarta Transformación.

Twitter: @GabrielConV

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