Militarizando al país
RAÚL MANDUJANO SERRANO
Cuando hablamos de seguridad –piensa el hacedor de los evangelios profanos- debemos entender el momento en el que nos encontramos. Es muy simple, la seguridad no ha sido nunca un factor de presunción de los gobiernos, más aún, se trata del quiste más sensible de los proyectos de gobierno, así que cuestionar la creación de una guardia nacional no es tan acertado, más aún cuando vivimos en un estado fallido, pero tampoco es que esta medida esté bien. Analicemos, dice el amanuense.
La política de los dimes y diretes hoy confunde. Resulta que el presidente electo destacó en campaña que el ejército en las calles no era la respuesta, más aún, refirió que la guerra emprendida en 2006 en contra del crimen organizado no facultaba la intervención militar en el país, y muestra de ello sería lo sucedido en Tlatlaya en el 2014, cuando integrantes del ejército y la policía federal incursionaron en la comunidad de la Cuadrilla, para ejecutar a 22 ciudadanos aparentemente relacionados con el narco, y dijeron que fue un enfrentamiento. Nada más equivocado, fue una ejecución.
A eso teme la gente, a que se le permita al ejército tomar decisiones en contra del delito. Dicen que es tanto como pedirle a los delincuentes que no delincan, no lo sabe el periodista, pero el ejército disfrazado de policía no es otra cosa que el ejército disfrazado de policía, vamos, como en muchos países donde hay guerras, la guardia nacional fue resultado de un proceso de intervención encaminado a abatir las células guerrilleras y criminales, como en Croacia, Bolivia, España, Ecuador, pero en México no, lo que se tiene es un vacío de gobierno en materia de combate al crimen, a la delincuencia, a la corrupción, a la falta de capacitación policial, a sus bajos salarios, al menosprecio cultural contra el policía.
Con la iniciativa para modificar el 13, 16, 21, 31, 32, 36, 55, 73, 76, 78, 82, 89 y 123 constitucionales, estamos militarizando al país. AMLO dijo que el ejército regresaría a los cuarteles, pero no dijo que a cambiarse de uniforme. Esas contradicciones preocupan y ocupan. Lo cierto es que debemos confiar, es su propuesta, sólo que ojalá nunca digamos “te lo dije”, o que nos lleguemos a arrepentir de lo que estamos promoviendo.
Colofón.- Y del combate a la corrupción apá?
Mientras degusta de una rebanada de pastel tres leches acompañado de una taza de chocolate caliente en el desayuno, previo a dirigirse a su clase de ética profesional, el trovador de las estrofas insolentes piensa en el gran respiro que han dado cientos que ya se veía estarían haciendo sus maletas para darse a la fuga después de haber desfalcado al país. No ocurrirá, ya están desempacando.
Y es que nuevamente el hombre noticia de los medios, el presidente electo de México recordó que las cárceles son insuficientes para albergar a tanto corrupto que destrozó los presupuestos gubernamentales, así que les dará amnistía, perdón, borrón y cuenta nueva. Sería, cree el hacedor sotanero, que es el mejor remedio para conciliar con el ex partido del gobierno.
Pero no es así, los mexicanos no estamos dispuestos a solapar a quien tanto daño ha ocasionado. Desde la sede nacional del propio PRI, que se suponía aplaudiría esto se rechazó y se exige se castigue, si es que se tienen pruebas. Nada más extraño es que se acuse y no se compruebe. Veremos que pasa.
Susurros.- Cambios en el SNTE
Susurran en las oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que tras la liberación de doña Elba Esther, su inmaculada líder, se vienen una serie de cambios trascendentales en la estructura de su dirigencia, que podrían iniciar con la renuncia del hoy todavía líder Juan Díaz de la Torre…
Twitter: @raulmandujano