Migrantes, desfachatez inhumana
RAÚL MANDUJANO SERRANO
La verdad no comprendo. Quiero ser empático pero la desvergüenza de algunos me lo impide. Verá usted –refiere el amanuense mientras sorbe de su café sin azúcar-, veo y escuchó por televisión la súplica de padres y madres migrantes, que abogan por sus hijos. Son infantes de entre 3 y 6 años ¿Por qué arriesgan la vida de sus hijos en esta trayectoria mortal por México? Y luego jovencitas embarazadas que quieren que sus bebés nazcan en Estados Unidos para que se les de la nacionalidad de forma natural, o criminales encubiertos y religados entre la muchedumbre para escapar del delito que cometieron. Enervan las imágenes en las que la patrulla fronteriza rescata a niños abandonados en el río o el desierto…
El periodista lamenta la actitud de cientos de familias mexicanas que repudian a los migrantes, pero los comprende. Cómo no hacerlo cuando sales de tu casa y encuentras afuera a tantas personas orinando o cagando en parques, banquetas o en la puerta de los domicilios. Cómo ser empáticos con tanta basura y deshechos que dejan a su paso. Cómo serlo si las reales víctimas son sus propios hijos. Y quizá se piense en la pobreza, la violencia, el hambre y las enfermedades, todo eso de lo que ellos no tienen culpa, pero ¿Por qué no existe un freno a la podredumbre política de dictadores como Nicolás Maduro, Daniel Ortega o Ariel Henry, o la inútil actividad social de Xiomara Castro, Bukele Alejandro Giammattei?
Tal vez muchos lloremos o nos duela su inhumana condición, pero, el mundo debería transitar hacía un orden mundial pacífico, sobre todo en esas naciones productoras de pobres o fabricantes de seres humanos sin otro futuro que no sea invadir un país con el “sueño americano”, la misericordia y las lamentaciones…
La guerra por Dios
No imagino, y nunca podría concebirlo, quizá en alguna película del cine bélico, pero, que repentinamente, a las 6 y minutos de la mañana veas en el cielo cientos de misiles dirigirse contra la ciudad en la que estás, y que exploten… debe ser terrible, apocalíptico. Las imágenes en redes sociales son espeluznantes, porque ésta, a diferencia de las 254 que han sido documentadas por la ONU, después de la Segunda Guerra Mundial, está, de Israel y Palestina, también se disputa en las redes sociales.
Mire, más allá del tema económico y político, se encuentra el religioso. Jerusalén es la ciudad, que ambas partes reclaman como propia, porque es la sede de dos de los sitios sagrados más importantes para el judaísmo y el islam: el Muro de los Lamentos y la mezquita de Al Aqsa, el primero, el muro, es lo que quedó del templo que Jesús profetizó sería derrumbado después de su crucifixión, y es símbolo de la alianza del pueblo judío, mientras que en la mezquita se encuentra “la roca”, el lugar desde el cual Mahoma ascendió al cielo.
Este conflicto inició cuando integrantes del grupo Hamás atacaron Israel con 4 mil misiles, dejando al menos mil 500 víctimas y, ¿qué vemos en redes? bueno, hoy la parte israelí y su propia postura de víctimas de terrorismo, muestran videos en redes sociales del asesinato de una anciana en Facebook, o los audios de combatientes armados amenazando a israelíes con matar a sus seres queridos secuestrados, videos en los que humillan a rehenes, como ejemplos de la propaganda de terror de Hamás, y ahora Palestina muestra la embestida sangrienta de Israel. Esta guerra aún dará mucho de qué hablar, pero Dios n puede ser su pretexto… Hasta otro Sótano.
X @raulmanduj