México y los migrantes de primera y segunda

MARIA DEL SOCORRO CASTAÑEDA DÍAZ

Antes de cualquier otra afirmación, debo ratificar una vez más que migrar no es un delito, sino un derecho y que las personas que deciden dejar su lugar de residencia en la mayoría de los casos lo hacen obligadas por circunstancias externas que son, además, extremas. No se trata, por supuesto, de victimizar a quienes inician un proyecto migratorio, pero es muy importante evitar caer en imprecisiones, sobre todo cuando estamos viviendo un momento delicado, en que, por desgracia, en más de un lugar de la geografía mundial hay una fuerte tendencia a criminalizar a las personas migrantes.

Y el gran problema es que nos cuesta trabajo comprender, desde un punto de vista más humano y solidario, que no debería haber diferencias entre migrantes y, sin embargo, justo en nuestra realidad inmediata estamos viviendo cotidianamente las absurdas diferencias que el propio sistema económico establece.

Porque con todo respeto, hablando así, sin tapujos, habría que reconocer que hasta en nuestro país, que no está lo que se dice nadando en oro, que tampoco es precisamente un ejemplo de civismo y de educación, que tiene severas diferencias sociales y económicas, y tal vez justamente por estas tres razones, nos estamos dando el lujo de distinguir entre las personas migrantes y tratarlas en modo diferente, dependiendo del lugar de proveniencia, de la capacidad adquisitiva y hasta de la apariencia física.

Sin pretender ser dura ni mucho menos juzgar a mis compatriotas, debo decir que en el día con día es fácil advertir cómo no se da el mismo trato a una persona migrante que, por ejemplo, pide apoyo económico en algún crucero aledaño a los lugares donde pasa el tren de carga conocido como La Bestia, que a una persona estadunidense o europea que decide pasar el resto de su vida gastando su pensión en lugares como San Miguel de Allende o la Ciudad de México[1].

Evidentemente, hay dos medidas distintas para un mismo hecho: ambos son casos de migración, aunque por desgracia, las personas que desesperadas buscan un modo de vida mejor, incluso sin contar con los documentos para acreditar su estancia en México, son más que quienes deciden voluntariamente venir a gastar el fruto de su trabajo de toda la vida.

Y los tiempos, por desgracia, no ayudan. Y los medios de comunicación, incluido Internet, mucho menos. Estamos viviendo un momento por demás crítico en que, por supuesto, mucho tiene que ver la presión política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que en su carrera rumbo a la reelección abandera con más fuerza que nunca sus convicciones acerca de la presencia de migrantes indocumentados en Estados Unidos, país cuya grandeza propone mantener, y que, está convencido “sería un desastre sin los muros y barreras” que lo protegen de las caravanas de migrantes[2].

Así las cosas, allá, mientras que aquí, la maravillosa, brillante y competente, pero sobre todo, diplomática y soberana Cuarta Transformación, le ayuda a Trump a seguir adelante con su campaña y se dedica a crear un muro humano llamado Guardia Nacional, que impide, según los reportes de algunos medios, que las personas provenientes en su mayoría de Centroamérica puedan cruzar la frontera sur mexicana y continuar su camino hacia Estados Unidos[3].

Para seguir haciendo la voluntad de los vecinos del norte, so pena de sanciones económicas, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que será necesario que los mexicanos presentemos una identificación oficial para poder adquirir un boleto de autobús, sobre todo en viajes largos porque, dice, un alto porcentaje de los pasajeros se traslada sin ser del país y sin identificarse[4]. Es una verdadera vergüenza que el señor presidente, que se dice tan respetuoso de la ley, esté, con esta medida que le ayuda a quedar bien con los vecinos, ignorando el artículo 11 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dice, a la letra: “Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes”[5].

Se trata de una “contingencia migratoria” que está poniendo de cabeza a medio México, sobre todo porque, a decir verdad, cada vez es más frecuente encontrar un abierto rechazo hacia las personas migrantes (como ya dije, dependiendo de su lugar de origen) cuya presencia comienza a ser percibida cada vez de peor manera, porque por desgracia, se están presentando cada vez más casos de robos o asaltos cometidos por extranjeros indocumentados que, en su desesperado intento por continuar su prácticamente imposible viaje hacia el norte del país, están, ahora sí, al margen de la legalidad.

La presencia de personas migrantes en muchos puntos de la República y los delitos en los que están incurriendo son un reto importante para las autoridades, sobre todo locales, que más que nunca deben establecer acciones serias de prevención para proteger a la ciudadanía, que por su parte, sin embargo, debería abrir un poco más su mente hacia lo diferente y considerar que la migración puede traer más beneficios que situaciones negativas, sobre todo ahora que la tan llevada y traída globalización nos obliga a ver el mundo de otra manera.

La migración tiene aspectos positivos desde el punto de vista económico, porque, por ejemplo, “Un informe del Banco Mundial de 2005 encontró que si los 30 países de la OCDE permitieran un crecimiento del 3% en el tamaño de su fuerza laboral a través de reducir las restricciones a la inmigración, los beneficios para los ciudadanos de los países pobres serían de unos US$ 300.000 millones (US$ 230.000 millones más que la ayuda internacional que estos países destinan a los países pobres)[6].

Pero, además, permitir que personas de otros lares vengan a México y se queden a trabajar, puede ser una manera de enriquecernos cultural y socialmente, sobre todo porque cada pueblo tiene algo importante que aportar y porque buena falta nos hace dejar de pensar que lo que pasa en el resto del planeta poco o nada nos incumbe. A lo mejor entonces nuestra mente se abre y, por fin, empezamos a ver a las personas como eso, como seres humanos, sin importar etnia, credo, preferencia sexual y todos esos límites mentales que por alguna extraña razón hemos cultivado a través de nuestra historia.

Por último, hay que decir que la 4T no ha ayudado mucho con sus estrategias y mucho menos con el modo de difundirlas. Durante la visita a México del presidente de El Salvador, el joven Nayib Bukele, AMLO anunció que dará 30 millones de dólares de los 100 millones disponibles a los salvadoreños, con el fin de reducir el flujo migratorio, obviamente en atención a las exigencias de Estados Unidos[7]. Pésimo el modo de revelarlo, sobre todo porque, por una parte, no se sabe de dónde provienen los recursos y por otra, de acuerdo con el plan presentado al gobierno estadunidense, debían haber sido otorgados por éste.

Pésima también la idea hacer válido el refrán que reza: “candil de la calle, oscuridad de tu casa” cuando en México, con el argumento de un combate frontal a la corrupción, se ha iniciado un programa de austeridad republicana que ha traído despidos de burócratas y recortes presupuestales en áreas tan sensibles como el sector salud, por lo que 100 millones de dólares no nos sobran, y más bien nos faltan.

Así, ni cómo exponer argumentos a favor de la situación migratoria. No hay manera de decir que todos tenemos derecho a una vida digna, cuando el gobierno que tendría la obligación de ayudar a que los mexicanos tuvieran acceso a una mejor situación, toma decisiones tan cuestionables, que se basan, ni más ni menos, que en el criterio de una sola voluntariosa, equivocada y necia persona.

[1] Disponible en http://propiedades.com/blog/arquitecura-y-urbanismo/en-que-lugares-de-mexico-viven-los-extranjeros-retirados

[2] Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/video/trump-arranque-campana-reeleccion-orlando-florida-elecciones-2020-estados-unidos-pkg-ana-maria-mejia/

[3] Disponible en https://heraldodemexico.com.mx/estados/guardia-nacional-impide-el-paso-de-migrantes-en-frontera-con-guatemala/

[4] Disponible en https://www.animalpolitico.com/elsabueso/autobuses-pediran-identificacion-comprar-boletos/

[5] Disponible en http://derechoenaccion.cide.edu/a-que-se-refiere-entonces-el-derecho-al-libre-transito/

[6] Disponible en https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/hernan-gomez-bruera/nacion/2017/02/24/10-beneficios-de-la-migracion

[7] Disponible en https://www.milenio.com/politica/mexico-destinara-100-mdd-sembrando-vida-centroamerica