México debe adoptar economía del conocimiento: De la Fuente
México necesita un cambio de política gubernamental que adopte el modelo sustentado en una economía del conocimiento como bien público, mismo que está a un fácil alcance de todos los niveles sociales, comentó Juan Ramón de la Fuente en su conferencia «Educación y sociedad del conocimiento», en el Coloquio Internacional “Formación docente y reformas educativas: El debate contemporáneo”.
Para una sociedad como la mexicana, prosiguió, es necesario que la Educación se realice a través del modelo «Ciencia abierta», en el que de forma gratuita la innovación tecnológica puede llegar a aquellos sectores de la sociedad en los que hasta el momento el gobierno no lo ha hecho.
Insertado en una economía del conocimiento, México debería programar y reorientar su partida presupuestal para que pueda invertirse en la investigación tecnológica y la formación profesionales en la materia; posteriormente, vendrá la innovación, sentenció.
Motivando a una seria reflexión, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llamó a centrar este nuevo modelo educativo del conocimiento en la juventud de México, pues en los últimos 20 años, los gobiernos mexicanos no han ofrecido alternativas de crecimiento a este sector.
Esto ha traído como consecuencia que al no tener una opción de política gubernamental, los jóvenes opten por emigrar hacia el vecino país del norte o se inserten en una de las múltiples ocupaciones ofrece la economía subterránea, también conocida como informal, expuso.
El conferencista cerró su exposición con el planteamiento que el modelo económico del conocimiento debe ser incluyente, es decir, equitativo y sin distinciones; eficiente, ésto es, con mecanismos de movilidad social; y de calidad, que brinde los conocimientos necesarios
La Conferencia Magistral Educación y Sociedad del Conocimiento, ofrecida por Juan Ramón de la Fuente, se realizó en el Palacio de Convenciones, en la que estuvieron presentes más de mil profesores, directivos, académicos e investigadores.
Proceso integral y multifacético
Al ofrecer su conferencia magistral “La reforma educativa que México necesita”, José Antonio Ardavín, director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para América Latina y el Caribe, manifestó que México puede elevar la calidad educativa, impulsado una adecuada política de cobertura y equidad, con miras a incrementar su productividad.
El reto, expuso, es lograr una equilibrar los indicadores buen currículum, calidad docente, gestión escolar y evaluación y medición entre la comunidad escolar, ya que la educación en México depende en gran medida de la población que día a día se registra.
Aunque en algunos sectores, esto representa visos de desigualdad y pobreza, lo que conlleva a la deserción de los jóvenes que deberían cursar la secundaria. “Es aquí en donde el sistema educativo debe de abrir las puertas a este sector y darles una segunda oportunidad de capacitación para que se incorporen al mercado laboral”, dijo.
En su análisis de la reforma educativa de México, señaló que los profesores deben ser mejor remunerados económicamente, tener mayores capacitaciones y ser evaluados periódicamente. Asimismo tener la autonomía en sus centros de trabajo para que realicen gestión escolar.
Políticas de Estado
En este segundo día de actividades, también se llevó a cabo el panel “Reforma educativa en la construcción de una sociedad del conocimiento”, con la participación los investigadores y académicos Analía Brarda, Juan Carlos Tedesco y Antonio Ardavín.
Los panelistas coincidieron en que debe generarse un cambio cultural, en el que las políticas educativas no sean adoptadas por el gobierno, sino por el Estado, ya que desde esta visión más integradora se atienden las necesidades de la población y puede trabajarse más desde la educación, a través de metas y evaluación.
En las propuestas para la mejora de la educación en México, se propuso una descentralización de los servicios educativos al estado, de tal forma que a través de un sistema a nivel nacional pueda unificarse una política educativa, de tal forma que pueda ser impulsada en todas las entidades federativas.