Mejorar la percepción ciudadana

RAFAEL CANDELAS SALINAS

Prevalece entre la ciudadanía en general una percepción de que todos los políticos son iguales y que más allá del partido político, el género, la edad o la experiencia, al final de cuentas todos son corruptos, todos prometen y no cumplen y todos anteponen sus intereses personales a los de la colectividad.

Es comprensible tal apreciación, pues son muchos los ejemplos de políticos con alguna de esas características, sin embargo habría que decir que no podemos generalizar, pues también los hay quiénes son honestos, no prometen cosas que no van a cumplir y verdaderamente ven por la ciudadanía, desgraciadamente se conoce más o se genera más noticia sobre las faltas de un político que sobre sus aciertos, pues los ciudadanos creen y con toda la razón, que cumplir con sus responsabilidades y hacer bien su trabajo es su obligación.

No debe sorprendernos tampoco, que esa percepción se deba en gran medida a la actitud que se da entre políticos y partidos, y me refiero concretamente a la beligerancia con que se descalifican unos a otros, para lo cual se utilizan los medios de comunicación que, hay que señalarlo, la propia circunstancia los ha llevado a ser cada día menos medios de comunicación social, para convertirlos cada día más en medios de comunicación política, es decir, en canales de mensajería a través de los cuales la clase política se dice de todo, se saca los trapitos al sol y en muchas de las ocasiones se manipula la información que se envía a los medios, diciendo verdades a medias o simplemente atacando, agrediendo y hasta mintiendo, sin reparar en que justo en medio del emisor y el receptor, esta la ciudadanía que se mal informa y recibe con desencanto y hasta hartazgo ese tipo de mensajería, por lo que las redes sociales les han venido ganando terreno.

Derivado de esa situación,  es que los ciudadanos observan con indiferencia y minimizan las buenas noticias. Podríamos dar muchos ejemplos de ello, pero menciono en esta ocasión uno, la firma del Pacto por México, que más allá de los resultados que obtenga o si los temas a tratar son los adecuados o no, o si son suficientes o faltan otros, el mensaje político es saludable, pues el simple hecho de haberse puesto de acuerdo los dirigentes de los partidos políticos con mayor representación con los titulares del los tres Poderes de la Unión ya es un avance.

Jamás, desde que éste país vive en la pluralidad, se había dado un acuerdo de esa naturaleza. Sin embargo aquí también tiene mucho que ver la manera en la que se baja la información a los ciudadanos. Por ello vemos cómo La Presidencia de la República, con todo el dinero del mundo compra y utiliza todos los medios informativos a su alcance y sus acuerdos políticos con los medios de comunicación más influyentes cómo las televisoras, para vender la idea de que todo es por obra y gracia del Presidente Peña Nieto y que quiénes no lo firmaron, bueno pues simplemente son radicales, facciosos, violentos y no les interesa el desarrollo del país.

Ojala que los ciudadanos cada día aprendamos a leer entre líneas, a observar lo que hay detrás de cada noticia, de cada medio de comunicación. Ojala también, que los políticos entiendan que si realmente quieren cambiar la percepción ciudadana, tienen que dar mayores resultados a la hora de gobernar y mejorar la manera de comunicarse con ella, pues no es con mensajes confusos ni con prácticas populistas -que tienen cómo único fin conservar una clientela electoral- cómo habremos de construir una sociedad más democrática.

Twitter: @RafaelCandelas

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