CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Zacatecas, Zac.- Con un nudo en la garganta, Miguel Alonso Reyes agradeció a su familia, a Enrique Peña Nieto, a sus colaboradores, a su partido y a los zacatecanos, al leer su mensaje final como gobernador de la entidad. Y con la mirada clavada en el texto dijo que llegaba al final de su ejercicio constitucional «con la frente en alto y la conciencia serena».
En el Palacio de Convenciones, durante la presentación de su VI y último informe de labores, Alonso Reyes dijo además que cumplió con el «más alto honor» como gobernador «con la satisfacción de haber entregado mi mayor esfuerzo».
A pesar del anuncio de que estaría arropado por varios mandatarios, al final sólo tres llegaron para acompañar al priista: «Mi amigo y vecino» Carlos Lozano de la Torre, de Aguascalientes, así como José Ignacio Peralta Sánchez, de Colima, y Rolando Zapata Bello, de Yucatán.
Al acto, en donde se llevó los aplausos de la tarde, estuvo el gobernador electo Alejandro Tello Cristerna y su esposa, Cristina Rodríguez. A él, el mandatario le deseó «por el bien de Zacatecas, el mayor de los éxitos».
Amigos desde hace muchos años, y colaboradores desde que Miguel Alonso fue alcalde capitalino, le dijo en tono inusual: «Usted recibe un Zacatecas en movimiento, con estabilidad, orden y crecimiento».
Ante el secretario de Salud, José Narro Robles, quien llegó a Zacatecas con la representación del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, Miguel Alonso aseguró que Tello Cristerna encontrará «la casa limpia, ordenada y con finanzas sanas, a diferencia de cómo la recibí».
Y agregó: «En esta administración que encabezo se cumplirá a cabalidad con todos los compromisos a su favor antes de concluir mi administración. No dejaremos al nuevo gobierno compromisos obscuros o sorpresivos».
Durante todo su discurso, el gobernador no dejó de hacer referencia a su antecesora, la ex gobernadora perredista Amalia García, que por cierto no asistió, como tampoco lo hicieron el actual titular de la Delegación Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, ni Genaro Borrego; sólo llegaron Pedro de León Sánchez, actual magistrado presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, y Arturo Romo Gutiérrez, quien desde que dejó el cargo en 1998 ha brincado del PRD, al PT, al PRI y todavía el 20 de marzo pasado se le vio apoyando al candidato de Morena a la gubernatura, David Monreal Ávila.
Hasta el último minuto, Miguel Alonso achacó a la actual secretaria del Trabajo del gobierno de la Ciudad de México, sin mencionarla en ningún momento, la deuda que de manera «engañosa» dejó con un «panorama sombrío».
Además, recalcó que la población vivía con «temor y miedo», y aseguró que debido a la inseguridad, en 2009 la Feria Nacional Zacatecas «fue cancelada».
El gobernador, que reunió a los dirigentes del PRI, Adolfo Bonilla; del PRD, Arturo Ortiz Méndez; del PAN, Arturo López de Lara; del PVEM, Víctor Armas Zagoya, y de la candidata perdedora a la gubernatura, la petista Magdalena Núñez, expresó que cualquiera que sea su destino «siempre estará ligado al esfuerzo de seguir construyendo la grandeza de nuestro querido Zacatecas».
Melancólico, Miguel Alonso sentenció que el ejercicio de Gobierno «pone a prueba la templanza y la firmeza del carácter de quien tiene una alta representación, en mi caso, y a pesar de la rudeza de la lucha política, me mantuve fiel a mis convicciones de respeto y tolerancia, y así lo seguiré haciendo».
Cabe destacar que mientras él leía estas palabras, a las afueras del Palacio de Convenciones, la Policía Estatal Preventiva, al mando del general Carlos Pinto, repelía de manera violenta una manifestación de integrantes del Movimiento Democrático Magisterial de Zacatecas (MDMZ) que intentaban acercarse al recinto. Protestaban por la Reforma Educativa.
Ya para concluir con su «mensaje político», Miguel Alonso reiteró querer profundamente a Zacatecas, «porque todo lo que soy esta noble tierra me lo ha brindado…», y además aseguró haber sido un gobernador de tiempo completo y cercano a la gente, porque «mantener y acrecentar la confianza del pueblo zacatecano ha sido y será mi mayor motivación. Hasta el último día de mi mandato pondré por delante mi trabajo y empeño».
LNY/Redacción